MONICION DE ENTRADA Queridos hermanos: Nos reunimos en el domingo, día en que los cristianos confesamos la divinidad y el señorío de Cristo; acogiendo la revelación que Dios Padre hizo a Pedro, Santiago y Juan en lo alto de la montaña: Este es mi Hijo amado. Como creyentes confesaremos nuestra fe en Jesucristo, Hijo único de Dios y luz de luz, que ilumina nuestras mentes, para que comprendamos el misterio al que estamos llamados: La resurrección de nuestro cuerpo. En efecto, en la participación en la Eucaristía, se nos da un anticipo de la transfiguración de nuestro cuerpo mortal según el modelo del cuerpo glorioso de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Celebremos, pues, estos sagrados misterios, memorial de nuestra redención.
MONICIÓN A LAS LECTURAS Con la fe de Abrahán acogeremos la palabra de Dios para cumplir el precepto salvador que el Padre nos dirige hoy: Escuchad a mi Hijo amado, Jesucristo.
ORACIÓN UNIVERSAL O PRECES Sacerdote: Siempre y en todo lugar debemos presentar nuestras preces a Dios Padre, pero especialmente en este tiempo de cuaresma pidamos a Dios que todos los hombres participen en la renovación pascual.
1. Para que asista a su Santa Iglesia, que ahora es sacramentalmente el rostro de Cristo y la presencia del Señor en el mundo, la libre de todo mal y la haga perfecta en su unidad, roguemos al Señor.
2. Para que ningún pueblo o nación carezca de lo necesario para su desarrollo, roguemos al Señor
3. Para que aquellos hermanos que han sucumbido ante la tentación y para que aquellos que hacen penitencia, se sientan levantados y sostenidos por Dios, roguemos al Señor.
4. Para que salve a los atribulados, se compadezca de los débiles, calme los dolores de los enfermos, otorgue paz y alegría a los que sufren, roguemos al Señor.
5. Para que en la penitencia cuaresmal volvamos nuestros ojos al Señor, y crezcamos en la caridad, roguemos al Señor. Sacerdote: Atiende, Padre celestial, a tu familia, guárdala con amor constante: y, pues solo confía en tu misericordia, sea siempre defendida con tu poder.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/ Amén. DURANTE LA PROCESIÓN DE LOS DONES (PAN, VINO, AGUA) O ANTES DE LA MONICIÓN PRESIDENCIAL “ORAD HERMANOS”
Ahora el sacerdote, iniciando la oración eucarística, en nombre de todo el pueblo, da gracias a Dios por medio de Cristo, nuestro Señor, por el misterio de la Transfiguración: pues Cristo, en el monte santo, testimonió tanto por la ley como por los profetas que la pasión es el camino de la resurrección. En los dones del pan y el vino consagrados: Anunciemos la Pasión y resurrección de Cristo.
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