30 noviembre 2020

Moniciones, peticiones, liturgia: II Domingo Adviento (6 diciembre)

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Bienvenidos y bienvenidas, hermanos y hermanas, a esta celebración.

Nos hemos reunido de nuevo para celebrar con otros y otras creyentes el segundo Domingo del Adviento. En nuestro camino hacia la Navidad, hoy toma especial protagonismo un personaje importante del Evangelio: Juan, el Bautista.

Él invitaba a la conversión, a preparar el camino del Señor. Juan bautizaba en el Jordán a aquellos y a aquellas que aceptaban el reto de un cambio en el corazón para prepararse a recibir al Mesías, al que tenía que venir.

Nosotros y nosotras, hoy, hacemos nuestra esta invitación. No dudemos en acoger a aquél que nos trae la paz. Con esta actitud, iniciamos la celebración.

Moniciones a las lecturas

1ª Lectura: Isaías 40, 1-5. 9-11

En esta primera lectura, se nos presenta cómo entre los desterrados, mordidos por la desesperanza, irrumpe una buena noticia: es el anuncio gozoso de la liberación. El profeta Isaías anuncia esta Buena Nueva al pueblo de Israel, una palabra de esperanza de parte de Dios mismo, ya que viene a salvar a su pueblo. Son palabras cargadas de gozo y de alegría. Las acogemos.


2ª Lectura: 2ª Pedro 3, 8-14

Según esta reflexión que vamos a escuchar, es inútil establecer un calendario de la historia de la salvación; sólo Dios sabe cuándo y cómo va a acabar la historia humana. De ahí que el apóstol hace, en esta lectura, una llamada a la Esperanza. Nuestra vida apunta al día del Señor que tiene que venir; nuestra mirada se alza hacia el cielo nuevo y la tierra nueva que esperamos. Escuchamos.


Evangelio: Marcos 1, 1-8

En el relato evangélico, se nos presenta a Juan, el Bautista, profeta y hombre austero, que anuncia la venida del Mesías y, a cuantos y a cuantas así lo desean, los bautiza en el Jordán. Eso sí: invita a sus oyentes a convertirse y a preparar los caminos al que viene. El Mesías llevará a plenitud el proyecto de vida de Dios, esperado desde hace siglos. Acogemos este anuncio.

Oración de los fieles

Y como respuesta a la Palabra que Dios nos ha dirigido hoy, presentemos al Señor nuestras necesidades, llenos de confianza.

1.- Por la Iglesia, para que sea fiel portadora de la Buena Noticia del Evangelio, llevando la esperanza y mostrando la cercanía a las personas más desfavorecidas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por todos los pueblos, para que podamos avanzar hacia la paz, la justicia y el bienestar de todas las personas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por cuantos y cuantas nos confesamos creyentes, para que vivamos este tiempo de Adviento con intensidad y el firme compromiso de preparar el camino del Señor en nuestra vida y a nuestro alrededor. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por todas las personas que trabajan en distintos grupos en favor de los y las demás, para que se sientan valoradas y queridas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Por nuestras Comunidades, para que sean lugar de encuentro entre todos y todas, y las personas se sientan acogidas en sus necesidades. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



PRESENTACIÓN DE LA SEGUNDA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO

(Como el domingo anterior, la corona debe estar situada delante del altar o en sitio bien visible. Una vez sentados todos y todas, en esta ocasión, es una persona adulta de la comunidad quien enciende la segunda de las velas de la Corona, y dice:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Padre nuestro, el camino de Adviento se ha llenado, hoy, de sueños y bellas utopías, de esas que hacen avanzar a nuestro cansado pueblo. Al fondo de la historia, en tu Reino, hemos adivinado un mundo de paz y de justicia. Haz, Señor, que, al encender esta segunda vela de la Corona de Adviento, podamos ver que esos sueños se acercan a nuestra realidad y que van prendiendo, entre nosotros y nosotras, los valores que rigen tu Reino.


PRESENTACIÓN DE UN ALBUM DE FOTOGRAFIAS FAMILIARES

(Esta segunda ofrenda debiera presentarla una de las personas más mayores de la comunidad, con la cual habría que haber hablado previamente a la celebración. Tendría que aclarar este signo, diciendo:)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, dicen que por mis años ya no tengo motivos para la esperanza, que el horizonte se me cierra tan cerca que viene ya hacia mi encuentro la muerte, y puede ser verdad. Sin embargo, Señor, hoy te quiero ofrecer, con este álbum de fotografías, toda mi vida y la de los míos. Ahí está mi historia y mi pasado. Sin embargo, Señor, si lo que te traigo es mi ayer, es porque creo que está lleno de vida. Señor, aún hay lugar en mi corazón para la esperanza. Te siento cerca, y por eso sueño con verte cara a cara un día en tu cielo. Gracias por el don de la fe.


PRESENTACIÓN DE UNA MULTIOFRENDA DE NUESTROS CAMINOS

(Se abre desde el fondo del lugar celebrativo una procesión que muestra diversos carteles con señales de tráfico. Según van llegando al presbiterio, y antes de dejar la señal que porta cada uno, se dice el significado)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN:

- Yo traigo, Señor, la señal de STOP, y con ella queremos simbolizar nuestra decisión a que no pase entre nosotros y nosotras el egoísmo.

- Aquí tienes, Señor, la señal de CURVA PELIGROSA, que nos alerta del peligro de la violencia.

- Por mi parte, Señor, te traigo la señal de CEDA EL PASO, y con ella, tanto en mi nombre como en el de la comunidad, te queremos ofrecer nuestra decisión de poner en primer lugar a los más pequeños y pequeñas de entre nosotros.

- Con esta señal de DIRECCIÓN PROHIBIDA queremos simbolizar nuestra decisión contra el hedonismo, el consumismo, la cultura del tener, porque ellos se oponen frontalmente a tu Reino.

- La DIRECCIÓN ÚNICA, que yo traigo y te ofrezco, expresa nuestro aceptar, como únicos medios para el acercamiento de tu Reino a nosotros y nosotras, el amor y la justicia.

- Pero esos medios se han de producir a toda velocidad. Por eso, yo te traigo hoy esta señal de AUTOPISTA, la mejor carretera de la solidaridad.

- Y todo ello, Señor, porque la META, que yo te traigo y represento, es tu Reino de paz, con el que nos hemos de comprometer, ya ahora, y así hacerla el clima de cuanto emprendamos..


PRESENTACIÓN DE UN TELEVISOR

(Esta ofrenda la puede hacer un matrimonio o un padre y un hijo o hija, como símbolos de una familia)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, hoy te queremos ofrecer este televisor, como símbolo de las cosas que poseemos en nuestra familia y por las que luchamos y nos afanamos tanto. Además, este aparato es la ventana por la que se meten en nuestra casa los deseos y necesidades de tener, que nos confunden y nos hacen pensar que en las cosas está la felicidad. Hoy te lo traemos apagado, porque queremos ofrecerte su silencio y nuestra disponibilidad a hacer un uso racional y formativo de él. Queremos que él nos informe y nos conecte con el mundo, nos distraiga y nos haga crecer en nuestros conocimientos y nivel cultural. Pero nos comprometemos a que él no sea un obstáculo en nuestra convivencia cotidiana, en nuestro diálogo y conocimiento de unos/as y otros/as, así como de sus problemas y necesidades. Es, pues, nuestro signo de CONVERSIÓN hoy.

Prefacio

(Finalizado el canto, todos se ponen de pie. El Presidente inicia la oración de Acción de Gracias, en la que participan todos y todas, diciendo: «QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN»).

Te damos gracias y te bendecimos,
Señor, Padre de los cielos,
porque Tú eres «Dios-con-nosotros»,
y te hiciste, en tu Hijo Jesucristo,
como uno cualquiera.
En tu misterio insondable, eres el Padre de todos y de todas,
que te ocupas de forma especial de los y las más débiles,
como el pastor que recoge a los corderos y las preñadas,
cuando, desfallecidos, no pueden seguir al rebaño.
R/. "QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN".

Así lo hiciste, Señor, con tu pueblo antiguo,
al que regalaste tu amor como a un hijo.
Le defendiste de sus muchos enemigos,
a pesar de ser más fuertes y numerosos.
Le guiaste por el mar y el desierto,
donde los hombres no habían trazado caminos.
Le entregaste la tierra de la promesa,
como heredad perpetua,
para que te dieran en ella culto
y fueran partícipes de tu felicidad.
R/. "QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN".

A pesar de sus muchas infidelidades,
a las que respondiste en ocasiones con severa justicia,
para que sufrieran el destierro de tu cariño,
no les dejaste perdidos a su destino,
sino que les mantuviste, por los profetas,
encendida siempre su esperanza
de volver a tu tierra y ciudad santas,
como anticipo de tu Mesías y tu Reino.
R/. "QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN".

Por Jesucristo, tu Hijo amado y unigénito,
nos dejaste ver cumplidas tus promesas
y nos abriste las puertas de tu Reino,
que ahora esperamos con más garantía
y allanamos los caminos,
para que tu cielo nuevo y nueva tierra,
sean también el fruto de nuestras luchas
y de la transformación de nuestro corazón.
R/. "QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN".

Con tu Palabra y el Cuerpo de tu Hijo
nos das la fuerza que precisamos
para seguir, sin desmayo,
en nuestro proceso de conversión.
No permitas nuestro cansancio
ni que caigamos en la tentación
de acomodarnos a este mundo,
como si hubiéramos llegado ya a la meta
y conquistado el Reino.
Despierta nuestra esperanza,
porque Tú siempre estás más allá.
R/. "QUE VEAMOS TODOS Y TODAS, SEÑOR, TU SALVACIÓN".

Monición de Despedida

Hermanos, hermanas: estamos terminando esta celebración. Y vamos a volver a nuestras casas, a nuestras familias, a nuestra realidad de todos los días. Que esta segunda semana del Adviento sea un motivo para esforzarnos, para cambiar, y así acoger al otro. De este modo, nos preparemos para acoger al Mesías. ¡Feliz caminar en el Adviento, hacia el ENCUENTRO con aquél que puede llenar nuestras vidas!

Reflexión para este día

“Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Todos verán la salvación de Dios”




Continuamos en el CAMINO del Adviento, que iniciamos el domingo pasado: es un disponernos a preparar los caminos del Señor. Nuestro objetivo es RECONOCERLE como SALVADOR: sólo Él puede ser nuestra salvación y nuestra esperanza. También para nuestro mundo.

Hoy, el Evangelio nos presenta a JUAN, el Bautista, metido de lleno en una realidad histórica y geográfica concreta, y todo ello para expresar que también la acción salvadora del Mesías y Salvador se realiza en un tiempo concreto y en una historia humana. Así, es un “tiempo de gracia” y la historia es “historia salvífica”. Juan proclama el bautismo de conversión ante la proximidad de la salvación y él prepara el camino del Señor.

Hoy, como ayer, son muchos los caminos que están bloqueados y se hace difícil llegar hasta el Señor, que salva. El Bautista propone desbloquear el camino para que llegue el Salvador. La CONVERSIÓN allana los senderos, rompe las ataduras de la esclavitud, y reaviva la sed de Dios.


¡Dichoso y dichosa
quien desea y vive la CONVERSIÓN,
porque está en el CAMINO de la VIDA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario