14 noviembre 2020

Misa del domingo del 15 de noviembre: misa con niños

 SALUDO

Dios Padre, que nos llama a estar vigilantes porque en Jesús nos hace hijos de la Luz, y nos da su Espíritu, esté con todos nosotros.

ENTRADA

Si algo tenemos las personas, hermanos, es capacidad para orientar nuestro modo de actuar y para crecer y desarrollar los valores que lleva­mos dentro. Todos hemos sido enriquecidos con la vida, con la alegría, con la capacidad de superarnos. Y esos talentos que Dios nos da, además de ayudarnos a vivir, están destinados a ayudar a otros, para que buscando el bien común todos seamos miembros del Reino que nos trae Jesús. Es cier­to que a veces vamos escasos de fidelidad tanto a Dios como a las perso­nas, y que nuestros afanes no son del todo los que deberían ser: pero ahí estamos, con la invitación permanente de hacer de la Iglesia la comunidad querida por el Padre, donde prevalezca la misericordia, el perdón, la apues­ta por los crucificados del mundo, la ternura y la caridad. Sólo si vivimos así, aprovechando bien todos los dones recibidos y poniéndolos al servicio de otros, seremos cristianos de verdad, seremos la Iglesia de Jesús.

ACTO PENITENCIAL

Somos hijos de la Luz, pero nuestras limitaciones y pecados hacen que la Luz del Padre quede velada. Pidamos perdón al comenzar nuestra celebración:

– Cuando en el servicio a las personas vemos una carga, no una mues­tra de vivencia cristiana.

SEÑOR, TEN PIEDAD.

– Cuando guardamos nuestras capacidades para los más cercanos, que no cuestionan nuestro modo de vida. CRISTO, TEN PIEDAD.

– Cuando nos encerramos en seguridades vacías, con miedo a denunciar la injusticia.

SEÑOR, TEN PIEDAD.

Oración: Míranos, Señor, y danos tu perdón, que nos hace avanzar por la vida con limpia mirada. Por Jesucristo nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Padre nuestro, de quien recibimos todo bien; al celebrar la Eucaristía que nos une en tu Nombre, te rogamos que nos ayudes a ser, dentro de la Iglesia, personas activas y comprometidas, que vayan más allá de lo establecido, y que en todo sirvamos a los demás con ale­gría y entrega. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA SAPIENCIAL

La madre del rey  le muestra el tipo de mujer considerada ide­al en el pueblo de Israel. Nunca se trata de imitar, sino de buscar qué hay de válido para nuestra sociedad, pues corremos el riesgo de idealizar algo sin atender a lo actual.

 

LECTURA APOSTÓLICA

Los cristianos de Tesalónica debían andar preocupados por la llegada del “Día del Señor”. Pablo insiste en esta Carta en que lo importante no es la fecha o las circunstancias del tal venida, sino la fe en Dios que siem­pre cumple sus promesas, y en la actitud de estar “vigilantes y activos”, no por miedo sino con confianza en Dios

LECTURA EVANGÉLICA

El Evangelio de este domingo nos sigue invitando a estar vigilantes. No importa cuantos talentos tengamos o cuanta “producción” saquemos de ellos:lo que importa es que lo que hemos recibido nos lleve al com­promiso por los demás, nos lleve a ser trabajadores del Reino. Que no sea­mos empleados negligentes, sino activos y comprometidos en la medida de nuestras capacidades.

ORACIÓN DE LOS FIELES

Presentemos con fe nuestras plegarias a Dios, el Padre de todos. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE

  1. Por la Iglesia. Que dé siempre y en todo lugar un buen testimonio del amor de Jesucristo. OREMOS:
  2. Por los jóvenes de nuestras comunidades. Que Dios suscite entre ellos vocaciones al ministerio sacerdotal y diaconal, y a la vida religiosa. OREMOS:
  3. Por los gobernantes de las naciones. Que dediquen todos sus esfuerzos a hacer posible una vida digna para toda persona. OREMOS:
  4. Por los pobres. Que encuentren en nosotros la presencia del amor de Dios que no les abandona. OREMOS:
  5. Por los ricos de este mundo. Que Dios les convierta y les haga generosos y desprendidos. OREMOS:
  6. Por los que trabajan al servicio de los pobres y necesitados, en entidades e instituciones tanto civiles como de Iglesia. OREMOS:
  7. Por nosotros. Que tengamos siempre muy presente la llamada que Dios nos hace para que vivamos atentos a todos los que sufren por la pobreza. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oración, y llena el mundo con tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios, Padre nuestro, acepta estos bienes que te presentamos y haz que ellos alimenten nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, para que vivamos siempre alegres sirviéndote a Ti y a nuestros her­manos. Por Jesucristo.

PREFACIO

En verdad es justo reconocerte, Señor, por toda la grandeza del Amor que nos muestras en cada momento; por ser Palabra creadora y Sabiduría que existes desde siempre en esa felicidad a la que nos invitas una y otra vez.

En tu Palabra queremos vivir y actuar, porque en medio de ella vamos descubriendo la luz y el sentido de cuanto somos y tenemos, y orienta nuestro caminar y nuestra esperanza, para que vivamos como auténticos hijos de la Luz.

Te pedimos, Señor, que Tú seas nuestra fuerza, la certeza en el cami­no para que podamos alabarte, como ahora lo hacemos, diciendo: Santo, .Santo, Santo…

 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

A1 terminar la celebración te dirigimos, Señor, nuestra acción de gracias por los dones con que nos enriqueces; haz que al hacerlos fructificar en el servicio a los hermanos ayudemos a que otras perso­nas te reconozcan como el Dios Padre de todos. Por Jesucristo.

DESPEDIDA:

A veces nuestra tarea resulta dura: inviertir los talentos muchas veces se convierte en un aparente perderlos y eso nunca es plato de gusto. Sin embargo, sabermos de quién nos fiamos, sabemos que nos ha prometido una recompensa y, en defintiva, sabemos que merece más la pena el invertirlos arriesgando que guardarlos, anquilosados, despreciados quizá, estériles e inútiles para uno y para otros.

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