21 agosto 2020

¿Quién decimos que eres, Señor?

 Decimos que eres Dios,

pero seguimos a otros dioses:
el poder, el prestigio, la eficacia,
el dinero, la salud, la casa,
las cosas, el ocio…

Decimos que eres Padre,
pero vivimos como huérfanos:
tristes, desorientados, agobiados,
cansados, indiferentes al otro,
como si no fuera hermano.

Decimos que eres el Camino,
pero seguimos otras rutas,
no encontramos tiempo para Ti,
no reflexionamos,
no hablamos contigo, ni te disfrutamos.

Decimos que eres la Verdad,
pero nos engañamos:
nos creemos todas las mentiras
que nos ofrecen.

Decimos que eres la Vida,
pero vivimos de forma rutinaria:
arrastramos la vida sin entusiasmo
ni plenitud.

Decimos que eres Todo,
pero no se nota
en nuestro comportamiento:
no vivimos como personas
habitadas por Tí.

Llénanos de tu Vida en abundancia,
ocúpate de que nuestra vida recupere
su sentido y tu Amor.

Mari Patxi Ayerra

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