08 agosto 2020

La misa del domingo 9 de agosto: misa con niños

 Ánimo, soy yo, no temáis! Al subir a la barca, cesó el viento - ReL

DOMINGO XIX DE TIEMPO ORDINARIO

SALUDO

La gracia y la paz de Dios nuestro Padre, manifestado en Jesús, que nos da su Espíritu para que vivamos llenos de esperanza, esté con todos nosotros.

ENTRADA

Con alegría comenzamos la celebración de nuestra fe, sabiendo que lo más importante para la vida cristiana no es lo que nosotros hacemos, sino lo que Dios Padre nos regala. Cierto que tenemos que esforzarnos, que tenemos que crecer en una fe que sea activa y comprometida, que tenemos que buscar a Dios en las personas. Pero El ya sabe de nuestros miedos y limitaciones, sabe de las dudas y de los fracasos. Aún así, sobre todo cuando más dudamos, Él sigue dándonos la fe, la vida, la entrega. Nos falta acoger de verdad todo lo que se nos da; nos falta mirar la vida con los ojos que vean a los demás como a hermanos. Cada vez que cele­bramos la Eucaristía nos sentimos renovados y llenos de confianza; el Señor viene a nosotros para acompañarnos y quedarse en medio de todos. Y esto nos llena de esperanza, de ánimo y de fortaleza.

ACTO PENITENCIAL

De nuestras dudas y vacilaciones, de la falta de amor a quienes viven cerca, de todo lo que nos aparta del Amor, pedimos perdón:

SEÑOR, TEN PIEDAD.

– Tú, que cuando nos fallan las fuerzas nos llevas de tu mano.

CRISTO, TEN PIEDAD.

-Tú, que nos animas a vivir confiando en tu entrega sin fin.

SEÑOR, TEN PIEDAD.

Oración: Dios de toda bondad y consuelo, danos tu perdón. Por Jesu­cristo nuestro Señor.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Padre nuestro, que en tu bondad nos haces partícipes de tu Amor sin fin y nos muestras tu rostro en Jesús; al dar comienzo a esta Eucaristía te rogamos que nos ayudes a descubrirte en lo cotidiano y en el esfuerzo sincero de las personas por vivir en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA NARRATIVA

Elías no descubre frutos de su trabajo en medio del pueblo, y se sien­te fracasado y decepcionado. En su situación de pesar recibe la voz de Dios que le llama a salir de ahí, para encontrarse con su Dios. Ni en el viento, ni en el terremoto, ni en el fuego estaba el Señor. Dios estaba en el susurro, en lo cotidiano y sencillo de la vida.

LECTURA APOSTÓLICA

Pablo trata de vivir entregado a sus hermanos, compartiendo con ellos sus mismos problemas y la misma fe. Este identificarse le lleva a sentir dolor cuando surgen los problemas y las dificultades, lo que es un signo que nos indica su hondura humana.

LECTURA EVANGÉLICA

Los discípulos de Jesús se ven sorprendidos por el viento contrario mientras están en una barca. Y la dificultad les hace dudar de sus certe­zas, se muestran incapaces de reconocer a Jesús. Y Jesús les llama a no tener miedo, a confiar, aunque la dificultad sea grande, a tener fe y con­fianza, las cuales les hacen reconocerle como Hijo de Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  Con la confianza que nos da nuestra fe, presentemos al Padre nuestras plegarias diciendo: TE ROGAMOS, ÓYENOS.

  1. Para que Dios nuestro Padre proteja con amor a su Iglesia, y la haga crecer en la fe y la esperanza. OREMOS:
  2. Para que no falten entre nosotros las vocaciones a la vida sacerdotal, diaconal y religiosa. OREMOS:
  3. Para que los niños y niñas de nuestra parroquia aprendan a conocer y amar a Jesucristo de todo corazón. OREMOS:
  4. Para que el Espíritu de Dios sostenga y fortalezca losesfuerzos de los hombres y mujeres de buena voluntad trabajan por un mundo más justo. OREMOS:
  5. Para que las personas mayores reciban unas pensiones les permitan vivir dignamente. OREMOS:
  6. Para que todos nosotros aprendamos a ser más generosos con los pobres. OREMOS:

Te pedimos, Padre, que escuches nuestra oración y nos concedas tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

           

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Expresión de lo mucho que nos quieres, Señor, son este pan y este vino, frutos del trabajo y de la tierra; como signo de gratitud hacia ti los traemos ahora hasta el altar; santifícalos con tu Espíritu Santo y haz que sean para nosotros Comida y Bebida de Salvación. Por Jesu­cristo.

Plegaria eucarística IV con su prefacio

PREFACIO

Es bueno proclamar, Señor, que Tú siempre sales al encuentro de la personas, porque ésta es la mejor noticia que se puede dar al mundo. En tu grandeza prefieres lo sencillo, lo que no tiene valor, lo más humilde. Y esto debemos buscarlo donde Jesús nos dice: en la comunidad cristiana, en los sacramentos, en las personas más humildes que son tus predilectas.

Por eso estamos aquí, porque eres el mejor Amor, y eso nos llena se confianza y seguridad para vivir con entrega aunque tengamos dificulta­des. Y por eso ahora queremos proclamar tu gloria diciendo: Santo, San­to, Santo…

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Llegue a Ti, Dios y Padre nuestro, esta acción de gracias que aho­ra te dirigimos; ayúdanos a vivir confiando en la verdad y en la jus­ticia, descubriéndote presente y cercano en las personas y en sus dese­os de paz y de fraternidad. Por Jesucristo.

DESPEDIDA

Como cristianos que somos tenemos la tarea de buscar, encontrar y seguir el camino que conduce a Jesús; pero también es tarea nuestra el ayudar a nuestras hermanos a encontrar y seguir este camino. No podemos contar solamente con nuestra vida; hemos de tener tamibén  presentes la vida de cuantos nos rodean. Llegando por los demás, si es preciso, incluso a la propia humillación, a la propia desestimación, al propio oprobio. Porque quien crea que ha encontrado su camino y prescinde de los demás, se ha equivocado.

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