28 julio 2020

2 AGOSTO 2020 XVIII DOMINGO TIEMPO ORDINARIO

Diácono Luis Brea Torrens: Mateo 14,13-21: La multiplicación de ...

Esto dice el Señor: Oíd, sedientos todos, acudid por agua; venid, también los que no tenéis dinero: comprad trigo y comed, venid y comprad, sin dinero y de balde, vino y leche. Sellaré con vosotros una alianza perpetua, las misericordias firmes hechas a David.  ISAÍAS 55, 1. 3

EVANGELIO MATEO 13, 13 – 21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan Bautista se marchó de allí en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados.

Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ella y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren comida. Jesús les replicó: No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.

Ellos le replicaron: Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.

Les dijo: Traédmelos.

Mandó a la gente que se recostara en la hierba y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos y se saciaron y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.


MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO

El domingo pasado terminamos un tiempo dedicado a las parábolas. Con este Domingo XVIII del Tiempo Ordinario, la Iglesia inicia un ciclo de presentación de signos milagrosos de Jesús. Este de la MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES Y LOS PECES es uno de los signos que adelantan la presencia del Reino de los Cielos que tiene una intensa presencia, tanto que es uno de los pocos episodios compartido por los cuatro evangelistas.

Está muy presente en todo el acerbo popular, en diversas expresiones artísticas y muy especialmente en la pintura. Yo he elegido el cuadro del citado título pintado en 1671  por MURILLO (Sevilla 1617 – Sevilla 3 de abril 1682) para la iglesia del Hospital de  Santa Caridad de Sevilla donde sigue expuesto.

Recoge el momento en que el apóstol Andrés presenta a Jesús un niño que tenía “cinco panes y dos peces” “¿pero qué es eso para tanta gente?” había preguntado Felipe. Jesús, da la respuesta: “dadles de comer”. Se sentaron y repartieron lo que tenían y aún sobraron “doce canastas” añade el evangelio de Juan. Desde el inicio del cristianismo, sabemos que compartir y dar a cada uno según sus necesidades son la clave para que se termine la angustia de las personas.

Bartolomé Esteban Murillo presenta a Jesús sentado sobre las rocas, en primer plano a nuestra izquierda; utiliza la técnica del claroscuro de modo que personajes y naturaleza se difuminan en la misma figura de Jesús y del entorno escénico para presentar este adelanto del banquete comunitario del Reino de los Cielos. Diferentes apóstoles acompañan a Jesús, todos de manera activa aunque en diferentes expresiones y con la vista dirigida a diversos aspectos en una sencilla y elocuente lectura teológica: todos somos Iglesia en torno a Jesús, el Cristo, cada uno tenemos una misión intensa. Un brillo especial ilumina la escena desde el rostro de Jesús, desde el monte y las nubes que entroncan la escena con lo celeste, con el Padre Dios a quien Jesús levanta la vista en el momento de la bendición del alimento, de las personas, de la naturaleza entera…

La derecha del espectador se abre a un amplio y profundo plano de paisaje que se pierde en el horizonte; hasta la lejanía, está ocupado el espacio por una multitud de hombres, mujeres, niños sin distinción ni exclusiones; toda la humanidad está llamada y espera el alimento, la liberación, la justicia, la PAZ…

Javier Agra

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