08 diciembre 2019

PREGÓN DE ADVIENTO 2019

JESÚS ESTÁ CERCA. ¡ALEGRAOS! 

MOTIVACIÓN  
Nos hemos reunido para motivarnos a vivir el Adviento como un tiempo de gracia. El hecho de salir de nuestras cosas y reunirnos ya es una señal del Espíritu, que desea ponernos en actitud de esperanza y acogida de Jesús.  
I.- PREGONEROS EN EL ADVIENTO  
1.  SITUACIONES DEL MUNDO  
Venimos del camino de la vida. Muchas imágenes nos golpean cada día. Nos sentimos en comunión con todo. No solo nosotros esperamos a Jesús, también lo espera la humanidad, la creación. Y lo más importante: Jesús viene a nuestro encuentro, nos espera. Para él nada de lo que nos pasa le es ajeno. Él es la respuesta de gracia.  
Se proyectan imágenes de situaciones de hoy: Amazonía en llamas, inmigrantes en pateras, niños con la esperanza en los ojos, jóvenes comprometidos…  
Canto: PREPAREMOS LOS CAMINOS          
Preparemos los caminos, ya se acerca el Salvador
y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor.        


2.- ¡OH SI FUESE EN MI TIEMPO EL ALEGRÍA!  
San Juan de la Cruz nos regala su mirada poética y mística; recoge la esperanza y el deseo la humanidad de encontrarse con Jesús. Nos unimos a esta oración, gemido, deseo.    Un narrador proclama este texto de los Romances.     
–Con esta buena esperanza
que de arriba les venía,
el tedio de sus trabajos
más leve se les hacía;  
 
pero la esperanza larga
y el deseo que crecía
de gozarse con su Esposo
continuo les afligía;  
 
por lo cual con oraciones,
con suspiros y agonía,
con lágrimas y gemidos
le rogaban noche y día  
 
que ya se determinase
a les dar su compañía.
Unos decían: –¡Oh si fuese
en mi tiempo el alegría!  
 
Otros: –¡Acaba, Señor;
al que has de enviar, envía!
Otros: –¡Oh si ya rompieses
esos cielos, y vería  
 
con mis ojos que bajases,
y mi llanto cesaría!
¡Regad, nubes, de lo alto,
que la tierra lo pedía,  
 
y ábrase ya la tierra,
que espinas nos producía,
y produzca aquella flor
con que ella florecería!  
 
Otros decían: –¡Oh, dichoso
el que en tal tiempo sería,
que merezca ver a Dios
con los ojos que tenía,  
 
y tratarle con sus manos,
y andar en su compañía,
y gozar de los misterios
que entonces ordenaría!  
(San Juan de la Cruz, Romances, 5).  
3. PREGONEROS DE LA ESPERANZA Y LA ALEGRÍA  
ISAIAS
Isaías no es un personaje del pasado, está en medio de nosotros. Con imágenes llenas de belleza nos pregona la alegría en el Adviento.  
El que pone voz a Isaías, que está sentado entre la gente, se levanta y dice:    
“¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la Paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia…! ¡Levántate y resplandece, porque llega tu luz! La gloria del Señor amanece sobre ti, las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, Pero sobre ti amanecerá el Señor y su gloria se verá sobre ti. Exulta cielo; alégrate tierra; romped a cantar montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados”. JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
ANA
Ana, aquella profetisa, que no separaba del templo, no es un personaje del pasado. Está en medio de nosotros y habla de una experiencia de espera y alegría que le rebosa.  
La que pone voz a Ana, que está sentado entre la gente, se levanta y dice:  
“¡Señor te alabo, te doy gracias, porque a mi ancianidad le has concedido la dicha de conocer a nuestro Salvador…! Desde que quedé viuda, no me he apartado de tu compañía, orando, sirviéndote, alabándote, esperando y ayudando a muchos a mantener viva la espera. Ahora, a mis años, puedo contemplar en mi corazón la alegría de un recién nacido! Él nos trae la paz, Él nos trae la alegría, Él nos trae la liberación!” JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
MARÍA E ISABEL
María e Isabel, las dos primas que se abrazaron y cantaron las maravillas de Dios en la montaña, están en medio de nosotros. Respiramos su perfume. Sus cánticos de alegría siguen vivos.  
Las que ponen voz a María e Isabel, que están sentadas entre la gente, se levantan y dicen:
María: Isabel, Dios te ha bendecido con el don inefable de la maternidad, y el niño que va a nacer será grande y proclamará a los cuatro vientos la venida de nuestro Salvador.
Isabel: María, bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura que llevo en mi vientre saltó de alegría”.  
María: Un ángel del Señor me visitó y me invitó a engendrar en mi seno al ¡Mesías! Desde ese instante mi corazón quedó inundado de la Presencia del Señor. Mi espíritu rebosa de gozo pues el Misericordioso ha puesto sus ojos en la pequeñez de esta criatura. Sé que, desde ahora todas las generaciones podrán ver que su Grandeza se deleita en la humildad de una sencilla sierva. Mi gozo es inmenso porque su misericordia se extenderá por toda la tierra a lo largo de todas las generaciones.  
Las dos juntas: JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
JOSÉ
La memoria de José, el esposo de María, no se perdió en la lejanía de los tiempos. Él está en medio de nosotros. Su silencio obediente a la palabra sigue resonando en nuestros corazones.
El que pone voz a José, que está sentado entre la gente, se levanta y dice:
Soy José, un humilde trabajador artesano, un carpintero honesto y fiel a nuestro Señor. He sabido que María, mi prometida está en cinta, y cuando estaba decidido a repudiarla en secreto, vino hasta mí en sueños un ángel enviado por Dios y me advirtió que la criatura que María lleva en su vientre es obra del Espíritu Santo. Desde entonces la Paz de Dios ha llenado mi corazón. Por ello ofrezco mi vida, como un humilde servicio, para que la obra de Dios se lleve a término. JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
PAPA FRANCISCO
El papa Francisco, nuestro pastor, frecuentemente nos invita a la alegría. Su palabra y su vida son un adviento para nosotros. Él no está lejos, encerrado en un palacio de Roma. No, el papa Francisco está a nuestro lado, camina con nosotros.  
El que pone voz al papa Francisco, que está sentado entre la gente, se levanta y dice:  
“En la liturgia de Adviento resuena repetidas veces la invitación a la alegría. La Iglesia no es un refugio para gente triste, la Iglesia es la casa de la alegría, que encuentra su razón de ser en el saberse acogidos y amados por Dios. El Evangelio quiere ensanchar nuestro horizonte en la relación con Dios que viene a visitarnos cada día, y da a cada gesto, a cada cosa una luz diversa, una profundidad, un valor simbólico. En este tiempo de Adviento estamos llamados a ensanchar los horizontes de nuestro corazón, a dejarnos sorprender por la vida que se presenta cada día con sus novedades.” JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.
Todos los pregoneros se juntan y proclaman con fuerza: JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
Todos los participantes en el Pregón, puestos de pie, proclaman con júbilo: JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
II.- LA PALABRA LLENA DE VIDA EL TIEMPO DE ADVIENTO  
La Palabra crea, alimenta, alegra la comunidad de discípulos misioneros de Jesús. La Palabra mantiene vivo el fuego de la esperanza. La Palabra es Jesús en medio de nosotros. Lo acogemos con inmensa alegría. Una persona trae en alto la Palabra, abierta, entregada. Va precedida por una persona que trae un cirio encendido. Durante la procesión se canta.  
1. PROCESIÓN DE LA PALABRA Y LA LUZ  
Canto: Sé mi luz, enciende mi noche.  
2. PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1,1-5.9-14  
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió. El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo. En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.  
Canto: Hágase en mí según tu Palabra.  
La Palabra es para acogerla, para rumiarla en el corazón, para convertirla en diálogo orante con Dios, para compartirla con los que nos rodean. La Palabra viene para quedarse con nosotros y acompañarnos durante el Adviento de nuestra vida.   
Se entrega un texto de la Palabra a cada uno de los participantes. La leen en silencio. Después, la comparten con la persona que tienen al lado.  
FRASES PARA TU ADVIENTO:
  • En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
  • Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
  • En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
  • El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.  
  • Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
  • A cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
  • Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros
  • Hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
III.- CAMINOS PARA VIVIR EL ADVIENTO  
Proponemos cuatro caminos en el Adviento para vivir intensamente la esperanza y la alegría de encontrarnos con Jesús.
♥ Acoger en el silencio, LAS SEÑALES DE DIOS en nuestra vida de cada día.
♥ Cuidar el encuentro: con los gestos, la mirada, la palabra, el pensamiento positivo.
♥ Hacernos cargo de lo que está pasando en la creación y en el mundo, tan heridos.
♥ Contar los sueños de Dios que Dios nos regala a los que nos rodean.  
Nuestra oración se hace canto. Nos unimos a los cristianos de tantas generaciones que han cantado: Marana tha… Ven, Señor, Jesús.  
1.- Haz que abandone la alforja que hasta ahora he llevado. Haz que rechace el vestido que traje hasta aquí. Haz que me quede desnudo ante tu presencia. Haz que abandone mi vieja razón de vivir. ¡MARAN-ATHA! ¡VEN SEÑOR JESÚS!
FELIZ TIEMPO DE ADVIENTO.
FELIZ TIEMPO DE LA GRACIA QUE VIENE.
JESÚS ESTÁ CERCA. ALEGRAOS.  
Equipo CIPE

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