20 diciembre 2019

Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David

El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba desposada con José, y, antes de que vivieran juntos, se encontró encinta por virtud del Espíritu Santo.
José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciarla, decidió dejarla en secreto. Estaba pensando en esto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no tengas ningún reparo en recibir en tu casa a María, tu mujer, pues el hijo que ha concebido viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emanuel, que significa «Dios con nosotros». Cuando José despertó del sueño, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y recibió en su casa a su mujer.
Mateo 1, 18-24
PARA MEDITAR
Es el último domingo del Adviento, el tiempo en el que nos preparamos para el nacimiento de Dios. Y en e Evangelio de hoy podemos ver que el nombre de Jesús significa “Dios con nosotros”.

Es muy bueno saber que Dios envió a su Hijo para que entendamos que está siempre con nosotros. Saber que podemos contar con él en todas las cosas que nos pasan en nuestra vida.
Que la Navidad y todo el año sepamos entender lo que supone que Dios está siempre con nosotros, que no nos deja nunca, que siempre nos acompaña en los buenos momentos, pero también en los malos.

PARA HACER VIDA EL EVANGELIO

  • Escribe algún momento de tu vida donde te diste cuenta que Dios estaba contigo.
  • ¿Cómo nos acompaña Dios es nuestra vida?
  • Escribe un compromiso para ayudar a otra persona a que viva la Navidad con intensidad.

ORACIÓN

Y a nosotros nos gusta contar tu nacimiento con fi guritas, con musgos,
con juguetes de niño, para no tomarnos
demasiado en serio tu venida.
Llegaste a este mundo porque vivíamos sin Dios
viniste a decirnos que así no merece la pena seguir viviendo,
que estamos poco contentos,
que gastamos demasiada vida
en las pequeñeces domésticas,
en los desencuentros relacionales,
en tener razón o en razonar nuestra sinrazón.
A veces preferimos escuchar villancicos,
canciones casi de cuna,
para no hacer silencio y dejar que nos susurres al oído tu Buena Noticia.
Para que no nos recuerdes que estamos salvados
si vivimos queriéndonos mucho,
muchísimo a nosotros mismos,
tanto como nos quieres Tú
y tienes un gran proyecto para cada uno.
Y no te queremos escuchar invitarnos
a querer a los otros igual,
con todo el corazón, con toda nuestra
capacidad de entrega, de respeto, de empatía, de facilitarles el
camino de la vida..

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