16 diciembre 2019

IV Domingo de Adviento: Liturgia 3

Liturgia de las Horas – Cuarta Semana del Salterio Adviento
R I T O S    I N I C I A L E S
CANTO DE ENTRADA.
Cielos destilad el rocío.  Nubes, derramad al justo.  Ábrase la tierra y brote al Salvador.  Ábrase la tierra y brote al Salvador.
Te daré los tesoros secretos, las riquezas escondidas, para que sepas que Yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te ha llamado por tu nombre. 
SALUDO, MONICIÓN, Y RITO DE LA CORONA DE ADVIENTO.
DESPUÉS DE ENCENDER LA VELA DE LA CORONA DE ADVIENTO.
Esperamos al Mesías con la lámpara de la fe y el amor.
Mantened la luz, una Virgen y madre, llena de gracia, nos dará al Enmanuel.
ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de Isaías 7, 10-14.
En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo: «Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».
Respondió Ajaz: «No lo pido, no quiero tentar al Señor».
Entonces dijo Isaías: «Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel. 
     PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 23.
Antífona: Va a  entrar el Señor, él es el Rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.
Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro. Dios de Jacob.
SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 1, 1-7.
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios, que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor. 
Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos os encontráis también vosotros, llamados de Jesucristo.
A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
PALABRA DE DIOS
ALELUYA.
Antífona: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"».    
EVANGELIO.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. 
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apena había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"». 
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.
 PALABRA  DEL SEÑOR
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Canto:
En este mundo que Cristo que nos da, hacemos la ofrenda del pan.  El pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.  Traigo ante Ti nuestra justa inquietud: Amar la justicia y la paz.
Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan.  (Bis)
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO.
RITO DE LA PAZ.
CORDERO DE DIOS.
COMUNIÓN.
Canto:
La Virgen  sueña caminos, está a la espera; la Virgen sabe que el Niño está muy cerca.  De Nazaret a Belén hay una senda, por ella van los que creen en las promesas. 
Los que soñáis y esperáis la Buena Nueva, abrid las puertas al Niño que está muy cerca.  El Señor cerca está, Él viene con la Paz.  El Señor cerca está, Él trae la verdad.
En estos días del año, el pueblo espera que venga pronto el Mesías a nuestra tierra.  En la ciudad de Belén, llama a las puertas, pregunta en las posadas y no hay respuesta.
La tarde ya lo sospecha, está alerta.  El sol le dice a la luna, que no se duerma.  A la ciudad de Belén vendrá una estrella, vendrá con todo el que quiere cruzar fronteras.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Ruega por nosotros, 
Madre de la Iglesia.
Virgen del Adviento,
esperanza nuestra, 
de Jesús la aurora, 
del cielo la puerta.
Madre de los hombres, 
de la mar la estrella, 
llévanos a Cristo, 
danos sus promesas.
Eres, Virgen Madre, 
la de gracia llena, 
del Señor la esclava, 
del mundo la reina.
Alza nuestros ojos 
hacia tu belleza, 
guía nuestros pasos 
a la vida eterna.
Ruega por nosotros, 
Madre de la Iglesia.  
  
(Himno de la Liturgia de las Horas-Adviento) 
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Canto.
Como una tarde tranquila, como un suave atardecer, era tu vida sencilla en el pobre Nazaret, y en medio de aquel silencio Dios te hablaba al corazón.
Virgen María, Madre del Señor, danos tu silencio y paz, para escuchar su voz.  Danos tu silencio y paz, para escuchar su voz.

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