30 agosto 2019

Para la catequesis: Domingo XXII de Tiempo Ordinario

Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29; Salmo 67; Hebreos 12, 18-19. 22-24a; Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, Jesús fue a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos, y éstos estaban espiándolo. Mirando cómo los convidados escogían los primeros lugares, les dijo esta parábola: “Cuando te inviten a un banquete de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que haya algún otro invitado más importante que tú, y el que los invitó a los dos venga a decirte: ‘Déjale el lugar a éste’, y tengas que ir a ocupar, lleno de vergüenza, el último asiento. Por el contrario, cuando te inviten, ocupa el último lugar, para que, cuando venga el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate a la cabecera’. Entonces te verás honrado en presencia de todos los convidados. Porque el que se engrandece a sí mismo, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido”. Luego dijo al que lo había invitado: “Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos”.
Reflexión
Imaginemos que somos invitados a una boda en un gran salón, donde hay una mesa muy larga para el novio, sus padres, familiares y amistades más cercanas. Hay tambien otras mesas para el resto de los invitados, ¿Dónde se sentarían? (Jesús nos dice que todo el que se eleva, será humillado y el que se humilla será elevado).
Dios nos regala talentos o dones como ser el primero de clase, ser el más goleador del equipo, tener la última cónsola de videojuego, etc. Cómo nos sentimos por estos pequeños éxitos? (Todos nuestros éxitos son regalos de Dios, para ponerlos al servicio de los demás, de los más débiles). Usamos estos talentos para ayudar a los demás sin esperar nada a cambio? (Hagamos el bien sin esperar nada a cambio, porque nuestra recompensa la estaremos ganando en el cielo).
Actividad
En la siguiente página colorear el evangelio y completar en la grilla la enseñanza de Jesús.
Oración
Señor Dios, ayúdame a a ser siempre agradecido por todo lo que me das, a saber que todo lo que tengo y lo que soy viene de Ti. Enséñame a hacer cosas buenas por los demás sin esperar nada a cambio.

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