21 agosto 2019

LECTURAS DOMINGO 21° DEL TIEMPO ORDINARIO

Lectura del libro de Isaías
66, 18-21

Así habla el Señor:
Yo mismo vendré a reunir a todas las naciones y a todas las lenguas, y ellas vendrán y verán mi gloria. Yo les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones extranjeras, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria. Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones.
Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén. Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas y en dromedarios –dice el Señor– como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro. Y también de entre ellos tomaré sacerdotes y levitas, dice el Señor.

Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL                                                    116, 1-2

R.    Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio.

¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos!  R.

Es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidelidad permanece para siempre.  R.


El Señor corrige al que ama

Lectura de la carta a los Hebreos
12, 5-7. 11-13

Hermanos:
Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos:
Hijo mío,
no desprecies la corrección del Señor,
y cuando te reprenda, no te desalientes.
Porque el Señor corrige al que ama
y castiga a todo aquél que recibe por hijo.
Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre?
Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
Por eso, «que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean. Y ustedes, avancen por un camino llano», para que el rengo no caiga, sino que se sane.

Palabra de Dios.



EVANGELIO

Vendrán muchos de Oriente y de Occidente,
a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios

a    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas
13, 22-30

Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.
Una persona le preguntó: «Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?»
Él respondió: «Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos". Y él les responderá: "No sé de dónde son ustedes".
Entonces comenzarán a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas". Pero él les dirá: "No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera. Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos».

Palabra del Señor.

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