20 agosto 2019

Ciclo C - Tiempo Ordinario2 - Domingo 21º - 25 de agosto - Año 2019

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN
Hermanos y hermanas: como Comunidad cristiana, nos reunimos para compartir nuestra fe, sin olvidar nunca que somos seguidores de Jesús.

Seguir a Jesús hoy, -lo decimos con frecuencia-, es costoso; vamos contracorriente, y las exigencias que se derivan de querer seguirle nos pueden echar atrás, porque es verdad que el “ambiente”, muchas veces, nos arrastra a lo más fácil; nos entra el desánimo y nos puede la rutina.

De nuevo, en este domingo, la liturgia se mantiene en línea de exigencia: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha”, esto es, por la puerta del Evangelio que Jesús anuncia. Ésta es la invitación. Es una oferta gratuita de Dios, que quiere que todos los hombres y las mujeres se salven.

Que nos dejemos interpelar por la Palabra de Dios y sentiremos, al mismo tiempo, la fuerza del Señor.
Moniciones a las lecturas
1ª Lectura: Isaías 66, 18-21
El profeta Isaías nos revela el interés que Dios tiene de reunir a todas las personas para ofrecerles su don, y es que la salvación es universal, no excluye a nadie. Éste es el anuncio esperanzador que en la plenitud de los tiempos se hará realidad en la persona de Jesús de Nazaret. Lo acogemos con gozo.

2ª Lectura: Hebreos 12, 5-7. 11-13
El autor de la carta a los Hebreos nos recuerda en esta reflexión los dos frutos que conlleva la CORRECCIÓN: el participar en la vida misma de Dios y alcanzar la herencia reservada a los hijos e hijas. Nos propone todo un plan de vida y un estilo de actuación. Abrimos el corazón a esta hermosa propuesta.

Evangelio: Lucas 13, 22-30
El relato evangélico nos presenta a Jesús caminando hacia Jerusalén; esto es, a la entrega plena y voluntaria. Y en su enseñanza, insiste en la universalidad de la salvación y también en la responsabilidad de poner los medios necesarios para entrar por la puerta de la vida, la que señala el Evangelio. Es su propuesta. La escuchamos.
Oración de los fieles
Siguiendo el ejemplo de Jesús, acudamos con confianza a Dios, nuestro Padre, presentándole nuestras oraciones y necesidades.

1.- Por la Iglesia, para que sea plataforma de amor y de unidad entre todos los pueblos y capaz de transmitir el amor que Dios nos tiene a cada uno y a cada una. OREMOS AL SEÑOR.

2.- Por las naciones del Primer Mundo, para que trabajen por la paz, compartiendo su riqueza y propiciando el desarrollo de todos los pueblos del Tercer Mundo. OREMOS AL SEÑOR.

3.- Por cuantos y cuantas sufren marginación a causa de su raza, ideas o religión, para que su dolor haga pensar a nuestra sociedad de su estrechez de corazón, y sepamos compartir lo que somos y tenemos. OREMOS AL SEÑOR.

4.- Por los y las que más sufren, por los y las que están solos o solas, enfermos y enfermas, los y las más necesitados y necesitadas, para que encuentren, en los seguidores de Jesús, acogida y solidaridad. OREMOS AL SEÑOR.

5.- Por nuestras Comunidades y por todos y por todas los y las que estamos en esta celebración, para que nuestro amor se ensanche y quepan en nuestro corazón todos los hombres y mujeres, y no hagamos acepción de personas. OREMOS AL SEÑOR.
Presentación de las ofrendas
NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



PRESENTACIÓN DE UNA PARTIDA DE BAUTISMO
(La puede presentar un adulto o una adulta de la Comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor yo te traigo este documento que es la PARTIDA del BAUTISMO, con la que quiero mostrarte mi compromiso, y el de todos/todas y cada uno/una, de vivir tal como Tú quieres que lo hagamos. Es decir, que no nos conformemos ni nos creamos salvados y salvadas porque estamos bautizados/bautizadas o porque escuchamos tu Palabra, sino que nos empeñaremos en vivir tu Evangelio como el camino de nuestras vidas. Si Tú aceptas nuestro ofrecimiento y nuestro esfuerzo, ayúdanos, por favor, con tu gracia.

PRESENTACIÓN DE UN FRASCO DE COLONIA
(Sería preferible que lo ofreciera una mujer, aunque sin interpretarlo como síntoma machista)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo hoy este sencillo frasco de colonia y perfumo el lugar de nuestra celebración. Es el olor de la vida, el olor de la resurrección. Y te pido en nombre de toda la Comunidad que todos/todas y cada uno/una de nosotros/nosotras, a través de nuestras palabras, nuestra vida y comportamiento, seamos olor y señal de la nueva vida del Resucitado.

PRESENTACIÓN DE UN RACIMO DE UVAS
(Hace esta ofrenda un padre, al que acompaña toda la familia)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te ofrezco hoy este racimo de uvas, que bien puede simbolizar nuestra familia y todas las familias de la tierra. Y es que un débil tronco común soporta las uvas individuales y diferentes, como en nuestra familia vivimos personas distintas, con roles distintos, pero en orden a la construcción de la unidad. Señor, al ofrecerte hoy nuestro deseo, danos Tú tu gracia para poderlo hacer realidad.

PRESENTACIÓN DE LA CONCHA BAUTISMAL
(Lo puede hacer el responsable mismo de la Comunidad o el encargado de los Bautismos)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo hoy la concha que ha vertido sobre la cabeza de muchos y muchas de los miembros de esta comunidad el agua del bautismo, y lo hago tan sólo para darte gracias por la elección de cada uno/una de nosotros y de nosotras para ser consagración tuya e hijos e hijas de tu familia. Sólo tu generosidad es nuestro único mérito. Por ello, nuestra acción de gracias.
Prefacio
(Todos, de pie, participan en la oración de Acción de Gracias, diciendo: «TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, EN TU HIJO JESUCRISTO, NOS HAS CONGREGADO EN UN UNICO PUEBLO»).

Te alabamos y te damos gracias, Dios Padre,
porque creaste al hombre y a la mujer a tu imagen,
elegiste, entre todos, al pueblo de tu gracia,
pero no te olvidaste ni de perdonarle, tras el pecado,
ni de abrir el corazón al amor de todos y de todas,
cuando tu pueblo creyó poseerte en propiedad.
Por eso, en Jesucristo, tu Hijo y nuestro hermano,
te presentamos nuestra acción de gracias
y te reconocemos como el Padre de todas las criaturas.
R/. "TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, EN TU HIJO JESUCRISTO, NOS HAS CONGREGADO EN UN UNICO PUEBLO".

Queremos repetirte nuestra acción de gracias
y sentirnos comprometidos y comprometidas,
al sabernos hermanos y hermanas entre nosotros,
no sólo de los que están físicamente distantes,
sino también de los y las que consideramos diferentes,
porque su situación económica o social
les ha puesto tras la barrera de la marginación.
Ellos y ellas, con su pobreza a cuestas,
están tan cerca que nos incomodan mucho más
que los y las que viven separados/separadas de nosotros y de nosotras,
aun en las antípodas del mundo.
Pero tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano mayor,
murió también por ellos y ellas
y, es más, los/las hizo sus preferidos y preferidas.
R/. "TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, EN TU HIJO JESUCRISTO, NOS HAS CONGREGADO EN UN UNICO PUEBLO".

Hoy quiero darte las gracias también, Señor,
porque la única diferencia que has puesto a tu amor
es la que se esconde en cada uno/cada una de nuestros corazones
a la hora de decidirnos a vivir como Tú nos pides.
No hay otra puerta para llegar a Ti, Señor,
que la obediencia a tu voluntad,
transformada en obras en la vida de cada día.
No hay otra forma de seguir tus pasos,
que el ser cabales y vivir en coherencia.
Que Tú no te dejas camelar
por palabras bonitas, aunque vacías,
sino que tu corazón se estremece
cada vez que, en nuestra debilidad,
somos capaces de vivir como lo hizo tu Hijo.
R/. "TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, EN TU HIJO JESUCRISTO, NOS HAS CONGREGADO EN UN UNICO PUEBLO".

Envía, Señor, hoy tu Espíritu sobre tu Iglesia,
para que vivamos como oyentes de tu Palabra,
pero comprometidos y comprometidas con todas la personas,
sabiendo que hemos de hacer de este mundo tu casa
y de todos los hombres y mujeres tu única familia.
Que no quede nadie excluido ni excluida,
ni por vivir en el Tercer Mundo
ni por estar hundido ni hundida en la marginación.
R/. "TE DAMOS GRACIAS, SEÑOR, PORQUE, EN TU HIJO JESUCRISTO, NOS HAS CONGREGADO EN UN UNICO PUEBLO".
Monición de Despedida
Hermanos y hermanas: la participación en esta celebración y las palabras de Jesús en el Evangelio contienen una dura advertencia para todos sus seguidores: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha”; es decir, luchad, no os crucéis de brazos, arriesgadlo todo. El Evangelio está abierto a todo el que/la que crea y confiese que Jesús es el Señor. Él nos ayudará a llevar adelante la tarea de construir el Reino de Dios, viviendo la fraternidad con todos nuestros hermanos y hermanas. ¡Feliz semana de testimonio cristiano!
Reflexión para este día
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida;
nadie va al Padre, sino por mí”


Cuando Jesús enseña es imprevisible; no sabes por dónde va a salir. Y bastantes veces, su enseñanza es incómoda, inquietante. Por ejemplo, esto de “los últimos serán los primeros”. Y es que para Jesús el “ser judío” no es ningún salvoconducto para la salvación (como creían muchos en su pueblo); otro tanto podemos decir del “estar bautizado o bautizada”, o del recibir los sacramentos.

Jesús busca una ADHESIÓN auténtica y profunda a su persona y esto se traduce en una FE viva y responsable: ése es el CAMINO. Aquí se encuentra la respuesta a la pregunta sobre la salvación.

No es cuestión de hablar de Dios, de afirmar “cosas” sobre Él, sino de ABRIRSE a sus llamadas y experimentar así la bondad del Señor a quien se puede recurrir en todo momento.

No es cuestión de conocer obligaciones éticas y exigir con rigor el cumplimiento de deberes cristianos, sino de vivir personalmente el seguimiento de Jesús.

No es cuestión de ortodoxia, sino de vivir las exigencias del Evangelio.

No es cuestión de “predicar la revolución”, cuanto del esfuerzo por ser más hermanos y hermanas y estar más cerca de los necesitados y de las personas necesitadas.
“Hay últimos que serán primeros
y primeros que serán últimos”

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