10 agosto 2019

Ciclo C - Tiempo Ordinario2 - Domingo 19º - 11 de agosto - Año 2019

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN
Bienvenidos y bienvenidas a esta celebración.

Hermanos y hermanas: seguimos llenándonos de Jesús en la Eucaristía, como el Pan de nuestra vida cristiana. La liturgia de hoy, nos insiste en estar vigilantes, y ésta es una de las actitudes más características del cristiano y de la cristiana, porque imprime un talante y un estilo.

Nuestras vidas, muchas veces, se caracterizan por la rutina y la inercia. Solemos decir “vamos tirando”, y no nos damos cuenta de lo negativo que se esconde en esas dos palabras. Pocas veces nos paramos a pensar qué es lo que estamos haciendo y por qué. Hoy, el Señor, una vez más, sale a nuestro encuentro y nos dirá que es necesario estar “atentos y atentas, preparados y preparadas”, mirando los acontecimientos de la vida con los ojos de la fe, dando sentido a cuanto hacemos y alentándonos en nuestro caminar.

Con gozo, iniciamos esta celebración.
Moniciones a las lecturas
1ª Lectura: Sabiduría 18, 6-9
El autor del libro de la Sabiduría hace memoria de la cena pascual que celebró el pueblo de Dios antes de la salida de Egipto. Israel hace una relectura de su historia para sostenerse en la fe. Descubrir las propias raíces, ayuda en ese camino de fe. Acogemos esta reflexión que realiza el Sabio de Israel.

2ª Lectura: Hebreos 11, 1-2. 8-19

El autor de la carta a los Hebreos dedica una sección a la fe y a la constancia. Pone como modelo a Abrahán que creyó contra toda esperanza humana en las promesas de Dios. Y es que la fe no nos estanca, sino que nos anima a mirar hacia delante. Le escuchamos.

Evangelio: Lucas 12, 32-48
El texto evangélico nos recuerda que la espera es una de las actitudes esenciales del creyente. El Señor puede llegar en cualquier momento. El tiempo de espera es un tiempo activo en el que se ejerce la responsabilidad personal. El presente es una vigilia permanente hasta que venga el Señor. Lo escuchamos.
Oración de los fieles
Siguiendo el ejemplo de Jesús, acudamos con confianza a Dios, nuestro Padre, presentándole nuestras oraciones y necesidades.

1.- Para que la Iglesia se mantenga siempre atenta a la Palabra de Dios y abierta a los signos de los tiempos. OREMOS AL SEÑOR.

2.- Por los y las que gobiernan las naciones y, de forma especial, por los y las más cercanos y cercanas a nosotros y a nosotras, para que luchen por la defensa de los derechos humanos y la implantación de la justicia. OREMOS AL SEÑOR.

3.- Para que las personas que en estos días están de vacaciones puedan disfrutar de la familia, de los amigos, de la naturaleza, sin olvidar que hay personas que se sienten solas. OREMOS AL SEÑOR.

4.- Por los y las que más sufren, por los y las que viven en soledad, por los enfermos y por las enfermas, por los más necesitados y necesitadas, para que encuentren siempre en nosotros y en nosotras acogida, ternura, ayuda y comprensión. OREMOS AL SEÑOR.

5.- Para que nuestras Comunidades y cada uno de nosotros y nosotras seamos fieles creyentes en el Señor, y no dejemos pasar nuestra vida como víctimas de la rutina y la inercia. OREMOS AL SEÑOR.
Presentación de las ofrendas
NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



PRESENTACIÓN DE UNA REVISTA DE PROGRAMACIÓN DE TELEVISIÓN
(Esta ofrenda la hace un o una joven)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo esta revista de programación de televisión. Lo hago tan sólo como ejemplo de los valores que defiende y vive nuestro mundo y sociedad actuales, y frente a los cuales no parece consentirse ninguna oposición y resistencia. Los valores evangélicos son bien distintos, y Tú nos pides vivirlos. Con esta revista, quiero presentar mi compromiso de testimoniarlos en el ambiente donde vivo, me divierto y trabajo.

PRESENTACIÓN DE UNA JOYA
(La ofrenda, que puede consistir en un adorno de mujer, la puede hacer una de las señoras de la comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te ofrezco esta joya, en mi nombre personalmente y en nombre de toda la comunidad, como signo de las apetencias de este mundo, frente a los bienes que Tú quieres que anhelemos y busquemos. Haznos comprender a todos y a todas que lo que tenemos es sólo un medio, y no un fin. Por eso, no es importante. Es más, estamos llamados y llamadas a compartirlo.

PRESENTACIÓN DE UNA TOALLA DE PLAYA
(Lo puede presentar cualquier joven o persona adulta de la Comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, en este ambiente nuestro, en nuestra sociedad, disfrutar del sol, “estar guapos y guapas” es un deseo y nos lleva a una búsqueda ansiosa. Hoy te ofrecemos esta toalla, como signo de este tiempo vacacional. Y te pedimos que nos ayudes a vivir el descanso como un valor que nos acerca más a Ti, Creador del universo, y a nosotros mismos y a nosotras mismas, tantas veces necesitados y necesitadas de sosiego y de paz interior. Haz que nos recuperemos bien para comenzar el nuevo curso como una nueva oportunidad en nuestra vida.

PRESENTACIÓN DE UNA ROCA
(Lo realiza una persona adulta de la Comunidad)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Yo te traigo, Señor y Dios nuestro, esta roca, como signo de que te reconocemos como nuestro refugio y fortaleza. Es más, no queremos tener otro. Queremos escuchar tu voz, que nos sosiega y nos da paz. Y eso aún en medio de las dificultades que hoy en día nos presenta la vida. Profundiza, Señor, nuestra fe en Jesucristo, tu Hijo amado, para que le podamos sentir como compañero de camino y como nuestra seguridad.

PRESENTACIÓN DE UN ATLAS MUNDIAL
(Puede hacer esta ofrenda un profesor o profesora, si lo hubiere en la comunidad; si no, un estudiante)

ORACIÓN – EXPLICACIÓN: Señor, yo te traigo este atlas mundial, que no es otra cosa que los planos de la casa donde vive toda tu familia. Con él reconozco que Tú no puedes tener preferencias entre los pueblos y los seres humanos de la tierra, porque todos son tus hijos e hijas. Y también quiero dejarte en claro que yo no me abrogo, y no lo puede hacer de ninguna de las maneras, ningún tipo de privilegio. Señor, hazme sensible a la grandeza y la universalidad de tu corazón, para que yo pueda reconocer a todas las personas como mis hermanos y hermanas.
Prefacio
(Todos, en pie, participan en la oración de Acción de Gracias, diciendo: «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE ABRES LOS OJOS DE NUESTRO CORAZON A LA VIGILANCIA»).

Te alabamos y te bendecimos, Dios Padre nuestro,
porque sembraste en el corazón
de todas las personas la intranquilidad
y nos hiciste, como Tú, inquietos e inquietas y buscadores,
insatisfechos e insatisfechas con lo que somos y tenemos,
capaces de salir de nosotros mismos y de nosotras mismas
en búsqueda de nuestro perfeccionamiento en los otros.
Nos hiciste para la esperanza
y, por eso, nuestros corazones, insatisfechos,
buscan su plenitud en quien es pleno absolutamente.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE ABRES LOS OJOS DE NUESTRO CORAZON A LA VIGILANCIA".

Cuando se oscureció tu rostro en nosotros y en nosotras,
porque la criatura humana prefirió romper tu amistad,
los hombres y las mujeres quisimos enturbiar tu referencia
y preferimos la inmovilidad a la inquietud,
el coleccionar viejos chismes a la creatividad,
el mirar hacia el pasado, como estatuas de sal,
en vez de arriesgarnos y mirar fijos el futuro.
Preferimos, Señor, crear ciudades
y vivir como árboles plantados en el presente,
aferrados y aferradas a las mil pequeñas cosas
que enredan o entrampan nuestro corazón.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE ABRES LOS OJOS DE NUESTRO CORAZON A LA VIGILANCIA".

Hoy, con tu Palabra, nos has hecho una nueva llamada.
Por ella, te damos las gracias.
Lo hacemos también porque,
con nosotros y con nosotras,
has demostrado mucha paciencia,
igual que con todos los hombres y las mujeres de la historia,
al despertarnos mil veces de nuestros tranquilos sueños
y mantenernos despiertos y despiertas y vigilantes,
atentos y atentas a la venida del futuro
y al descubrimiento de la realidad.
Para ello, enviaste a tus profetas
y, en la plenitud del tiempo, a tu Hijo,
quien fue la ventana que mostró tu ser,
tu futuro y paternal Reino.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE ABRES LOS OJOS DE NUESTRO CORAZON A LA VIGILANCIA".

Sobre la esperanza de una nueva creación
se edifica nuestra fe y nuestros anhelos.
Apoyados en ella, vivimos la comunidad
y luchamos por una sociedad más fraterna,
un mundo más justo y libre,
y unas relaciones entre los hombres y las mujeres
basadas en el reconocimiento del otro,
su bienestar y la satisfacción de sus derechos.
No nos dejes olvidar nunca
que toda criatura humana es tu verdadero rostro
y que le sirvamos y queramos
como lo haríamos contigo o con tu Hijo Jesucristo.
Danos tu fortaleza y tu Espíritu,
que, de verdad, lo necesitamos.
R/. "GRACIAS, SEÑOR, PORQUE ABRES LOS OJOS DE NUESTRO CORAZON A LA VIGILANCIA".
Monición de Despedida
Hermanos y hermanas: hemos escuchado la Palabra de Dios que nos invita a estar despiertos y despiertas, en una actitud de espera vigilante ante las necesidades de los hermanos y hermanas. Ése debe ser nuestro talante en nuestra sociedad; que alguien pueda llamar a mi puerta y sea acogido o acogida con el estilo del mismo Jesús: sin prejuicios y con apertura. ¡Feliz semana de testimonio cristiano!
Reflexión para este día
“Estad en vela y preparados/preparadas,
porque a la hora que menos penséis, viene el Hijo del Hombre”


Si nos ponemos en la perspectiva de Jesús, su propuesta es clara:
+ vive en la confianza, desde la fe
“donde está tu tesoro, allí estará tu corazón”
“estad preparados/preparadas”
: esto es, actitud vigilante.

Éste es el mensaje de la Palabra de Dios en este domingo. Y no hay escapatoria; ni hubo entonces (en tiempos de Jesús), ni la hay ahora (en nuestros días); al menos, si queremos ser honestos y honestas. ¡Qué difícil es vivir ahí y desde esos criterios!

HOY que nos sentimos atrapados y atrapadas por lo material, por el deseo de los bienes… ¿cómo aceptar vivir en esa confianza absoluta en el Padre? Pues Jesús lo exige a sus seguidores: el Padre nos da el Reino.

HOY que deseamos tantas y tantas cosas… ¿cómo no “poner nuestro corazón” en aquello que produce el placer fácil, la comodidad, la “vida tranquila”? Pues resulta que Jesús nos propone el “vended los bienes y dad limosna”.

HOY que deseamos más que nunca que “no nos compliquen la vida”… ¿cómo aceptar la propuesta de Jesús que nos invita a vivir vigilantes, como los y las que esperan a su Señor?
Está claro: ¡Este Jesús nos quiera complicar la vida! ¿Qué hacer?

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