Y porque así es, que seas Tu mi luz y mi guía
y me apartes de tantos túneles oscuros
en los que fácilmente me pierdo
y tanto esfuerzo me cuesta para abandonarlos.
Que seas ese horizonte al cual yo mire
para que, mirando sólo al asfalto de este mundo,
nunca olvide que arriba estás tú
y que, tus manos izquierda y derecha, me sostienen.
SOY CIEGO, SEÑOR
Por eso, porque soy ciego, necesito de tu Palabra
para que vea con los ojos del Evangelio
y no sólo con los de mi ajetreado corazón.
Para que avance por senderos de verdad
y no sólo por aquellos que sólo defienden la mía.
Para que sepa levantarme cuando, después de las caídas,
sienta que soy más pobre de lo que aparento
y no tan bueno como en presencia vendo.
SOY CIEGO, SEÑOR
Pero me has llamado y Tú verás cómo lo hacemos
Si caigo, levántame
Si me equivoco, corrígeme
Si lloro, consuélame
Si me mudo a la desesperanza, recupérame
Si me lanzo a lo pecaminoso, dame tu Gracia
Sabes, Señor, que soy ciego y que sin Ti´
es difícil, pero muy difícil,
permanecer en pie y mucho menos
animar a que los demás permanezcan erguidos.
Porque soy ciego, y a veces no veo,
que seas Tú, Señor, la luz de mis ojos.
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