01 noviembre 2018

Misa de Familia: 4 Noviembre


Resultado de imagen de amarás a tu prójimo como a ti mismo

1.- MONICIÓN DE ENTRADA:

Un saludo cordial y, sed todos bienvenidos a esta eucaristía –en el Día del Señor- donde, sobre todo, comprobamos una vez más que, a DIOS, se le conquista amándole y volcándonos en cariño hacia los demás. ¿Acaso le podemos ofrecer a Dios algo más grande que un amor fuerte a El y a los que nos rodean? ¿No es un reto el querer a los demás?

Que esta celebración nos ayude a reponer las fuerzas que, tal vez, hemos perdido. Que nunca nos cansemos de hacer el bien…sin mirar a quién.

2. PENITENCIAL

1. Dios nos ama siempre. Por el contrario, nosotros, no siempre amamos a todos ni en todo momento. SEÑOR TEN PIEDAD

2. A Dios le damos gloria cuando, en la vida, vamos sembrando semillas de su amor. Pero a veces sembramos discordia, des-unión. CRISTO TEN PIEDAD

3.-Pidamos perdón al Señor porque no siempre buscamos el bienestar de las personas sino, solamente, el de cada uno de nosotros. SEÑOR TEN PIEDAD


4. PETICIONES

1.- Todos formamos parte de la gran familia de los hijos de Dios que es la Iglesia. Pero, ¿nos queremos de verdad? Pidamos al Señor que busquemos siempre los caminos del servicio y del amor. Roguemos al Señor.

2.- “Un grano no llena el granero pero ayuda al compañero” dice el refrán. ¿Os imagináis un mundo donde todos pusiéramos algo por nuestra parte a favor de los más desfavorecidos? Que seamos siempre solidarios como Jesús lo fue por todos. Roguemos al Señor.

3.- Si amamos a Dios, se tiene que notar algo en nuestra relación con los que nos rodean. ¿Somos justos? ¿Vamos con la verdad? ¿Abrimos nuestro corazón? Que Dios nos ayude a sentir su presencia en lo que somos, decimos y hacemos. Roguemos al Señor.

4.- En este mes de noviembre no podemos olvidar a nuestros difuntos. A los familiares que se marcharon de la tierra creyendo y esperando en Jesús. Que el amor de Dios, un día, les devuelva a la vida. Roguemos al Señor.

5.- En este Año de la Fe pedimos al Señor que nos ayude a cultivar y cuidar el amor a Dios y también el amor a las personas más necesitadas. Roguemos al Señor.

5. OFRENDAS

1.- Traemos hasta el altar este gran CORAZON. En él queremos reflejar lo que nunca olvidamos: que lo más grande que tenemos es el amor a Dios y el amor que Dios nos tiene.

2.- Estas MANOS son también nuestro deseo de acoger y querer a tantas personas que necesitan de nuestra ayuda y comprensión. Sin amor a los demás…nuestro amor a Dios se queda corto…es falso

3. Y, para que Jesús, se haga presente en el altar; presentamos las ofrendas del pan y del vino. Que su Cuerpo y su Sangre sean vitaminas para amar a Dios y para amar a los demás.

6.- ORACIÓN FINAL

Antes de marchar a la vida,  Señor, 

Queremos recordarte:

No nos abandones en el  camino de la vida (todos)

Enséñanos a amarte de verdad (todos)

Empújanos a querer a los que  nos rodean (todos)

Que no nos olvidemos de tu  presencia (todos)

Que no olvidemos tus  mandamientos (todos)

Que no nos cansemos de hacer  el bien (todos)

Que no separemos la fe de  nuestra vida (todos)

7.- NOTAS:

1.- Se puede representar muy bien el evangelio de este día: un niño hace de escriba; otro más de Jesús.

2.- En el altar, como símbolo, se puede confeccionar un mural con las tablas de la ley, resaltando el primer mandamiento y el segundo.

3.- En las ofrendas, una idea muy sugerente, puede ser el realizar dos grandes anillos unidos entre sí: el amor a Dios y el amor a los hombres…son inseparables.

4.- En la homilía, se puede preguntar a los chicos/as: ¿Amamos a Dios? ¿En qué se nota? ¿Queremos a las personas? ¿A todos? ¿De qué manera? ¿No hacemos distinciones? ¿No hemos olvidado un poco a Dios? ¿Hemos rezado –por ejemplo- cuando nos hemos levantado? Qué es más fácil; ¿amar a Dios o a los hombres? ¿Quién nos exige más? ¿Podemos decir que amamos a Dios si despreciamos a algunas personas?

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