02 septiembre 2018

Domingo XXII de Tiempo Ordinario

Palabra
El proceso de personalización de la fe presupone, en primer lugar, que la persona no viva esclava de la Ley. Sin duda, los fariseos y letrados Evangelio) leían Deut 4 y se identificaban con él (primera lectura): la Ley se revela como fuente de vida y sabiduría. Nos ocurre también a nosotros: las normas de conducta han sido internalizadas y son parte esencial de mí mismo. Sólo, a través de un proceso, descubro que yo no soy mis normas, ni mis ideales, ni mis deseos.
Cuando Jesús pone en crisis las intenciones del corazón al cumplir la Ley, es decir, cuando desenmascara lo que el hombre religioso busca a través de dicho cumplimiento (derecho ante Dios, seguridad de salvación), se revela el corazón del hombre, sus fondos oscuros de pecado (por ejemplo, que la fidelidad a la Ley está dominada por la desconfianza en el amor de Dios) Pero tal es el camino para transformar el corazón.
 

Vida
La transformación de la persona no es cuestión de establecer exigencias mayores, leyes de perfección. Así lo hemos hecho muchas veces. Hasta que un día descubrimos nuestras mentiras ocultas, y entonces nos sentimos impotentes ante las tinieblas del propio corazón. Momento de Gracia.
La sabiduría de la personalización está en las actitudes básicas del corazón. Dos, especialmente, son importantes:
Autenticidad. No huir de la verdad. Ser fiel a lo real, aunque hiera mi amor propio. El narcisismo (confundir el ideal del yo con el yo real) encuentra terreno abonado en lo religioso, si éste se erige en un mundo aparte y no se confronta.
Confiar. La autenticidad no debe ser una trampa para pretender dominar la existencia y controlar el futuro (otro narcisismo: el que niega la finitud y erige la autoposesión en último criterio de la libertad). Mirar más allá de mí. Percibir el Amor como fuente de ser. Apertura a la Gracia.
¿Te parece que estas actitudes van siendo la dinámica de tu vida? ¿En qué lo notas?
Javier Garrido

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario