20 junio 2018

Domingo 24 junio: Moniciones

MONICIÓN DE ENTRADA

Recibid la más cordial bienvenida a la Eucaristía. La solemnidad de San Juan Bautista tiene preferencia sobre los contenidos del Domingo XII del Tiempo Ordinario que nos tocaría reflejar hoy. Al ser 24 de junio, fecha de la fiesta del Bautista, se marca dicha preferencia Deciros, también, que la Iglesia siempre ha tenido una muy especial predilección por Juan el Bautista. Y es que Jesús de Nazaret, llegó a decir de él que “era el mayor nacido de mujer”. Juan fue la avanzadilla de un tiempo nuevo, del tiempo en que se iniciaba la Redención del género humano. Juan fue un singular personaje que cumplió hasta la muerte la misión que el Padre le había encomendado: mostrar el camino del Hijo que iba a salvar a todos. Y, antes comenzar, nuestra celebración queremos felicitar a los Juanas y Juanes, que hoy celebran su onomástica. Y con este mensaje de alegría comencemos, pues, nuestra celebración eucarística.

 

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, el Profeta Isaías, leemos un fragmento del capítulo 49, describe la misión de un hombre de Dios. Y el relato del antiguo Testamento se parece extraordinariamente a lo que muchos años después contaría el Evangelio. Es el Señor quien nos elige para cumplir una misión y el elegido camina hacia el cumplimiento de su extraordinario trabajo.

S.- Como dice el versículo responsorial del salmo que proclamamos hoy “Dios nos ha elegido portentosamente” estamos ante un reconocimiento a la grandeza de Dios. El autor del salmo 138 refleja también la fuerza y ternura para con sus criaturas. El texto del salmo está, asimismo, considerado como una maravilla en su texto, de gran elegancia en su estilo, sobre todo en aquellos versos en los que se refleja la formación del cuerpo humano en el seno materno. Es, además, un reconocimiento total de la unión con Dios en todos los momentos de la vida.

2.- Pablo habla, en el capítulo 13 de los Hechos de los Apóstoles, de la estirpe davídica de Jesús, pero antes llegó Juan el Bautista. Centra Pablo la labor de Juan y se basa en la escritura para dar la importancia exacta al mensaje de anuncio de la Salvación dado por Juan.

3.- En el Evangelio de Lucas se explica con indudable calidad literaria el momento de poner nombre a ese hijo tardío nacido por el anuncio de un ángel. Y es que cuando Zacarías e Isabel deciden poner el nombre de Juan al pequeño recién nacido, están confirmando la elección de Dios sobre ese niño. Ya se sabe que entre los judíos la imposición del nombre es marcar el camino y la misión de cada uno.

Lectura de Postcomunión

Lectura especial de San Juan

MONICIÓN O NOTA ACLARATORIA

La breve oración final del Padre Leoz está dedicada a San Juan Bautista. Como de costumbre, puede leerse al final de la Eucaristía. O, incluso, tras la homilía, si se considera oportuno. También puede ser la base para una celebración oracional en honor del Bautista.



“¿QUÉ VA A SER DE ESTE NIÑO?”

Solemnidad del Nacimiento de Juan Bautista

¿QUÉ  SERÁ?

De ese niño que, cuando era  pequeño, miraba a Dios

y siendo adulto se aleja de  El

De ese niño que, siendo  pequeño se estremece con las estrellas

y, siendo mayor, vive de  espaldas a ella

De ese niño que, cuando era  pequeño se asombraba ante el Misterio

y, al crecer, es duro como  la roca.



¿QUÉ  SERA, DE ESE NIÑO, QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO?

De ese niño que, cuando era  pequeño, hablaba con Dios

y, al hacerse adulto, rompe  toda comunicación con El

De ese niño que, cuando era  pequeño, tenía como confidente al Señor

y, al medir metro y medio,  lo deja a un lado

De ese niño que, cuando era  pequeño, agradecía la mano de Dios

y, al subir los primeros  peldaños de su existencia, cae en el olvido



¿QUÉ  SERÁ, DE ESE NIÑO, QUE LLEVAMOS DENTRO?

De ese niño que, cuando era  pequeño, su cuna era mecida por Dios

y, al mirar hacia el futuro,  prefiere otros movimientos del mundo

De ese niño que, cuando era  pequeño, se retiraba al silencio de una Iglesia

y, al hacerse mayor,  prefiere los ruidos de las calles y de las plazas

De ese niño que, cuando era  pequeño, comía a Dios con ilusión

y, al alcanzar la serenidad de  la vida, vive sin el pan de la Eucaristía



¿QUÉ  SERÁ, DE ESE NIÑO, QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO?

Como Juan Bautista;  ¿Naceremos para una vida despuntando hacia Dios?

Como Juan Bautista;  ¿Recorremos desiertos para llenarnos del Señor?

Como Juan Bautista; ¿Nos  sentiremos pequeños ante el que está por venir?

Como Juan Bautista;  ¿Sentiremos la mano poderosa de Dios?

Como Juan Bautista; ¿Seremos  grandes por ser, precisamente, pequeños?

Como Juan Bautista; ¿Seremos  señales u obstáculos para la llegada del Señor?

¿QUÉ SERÁ, AMIGOS, DE ESE  NIÑO DE DIOS,  QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO?

Exhortación de despedida

Salgamos con alegría del templo. La Palabra nos ha mostrado el inicio del camino de la salvación. Y ojalá nosotros sepamos comunicar a quienes no han oído hablar de ese comienzo en que San Juan Bautista abrió el tiempo de Redención. Nuestra felicidad comenzó a llegar con el anuncio de Juan.

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