nicial.
Celebramos con gran alegría, la Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista, el precursor de Jesús.
Es el único Santo del que celebramos su nacimiento, porque Juan es un regalo, un don que Dios concedió a Zacarías e Isabel cuando ya eran mayores. Es el profeta austero y exigente que junto al Jordán predica un bautismo de conversión y muestra al Mesías a su pueblo. Es el creyente fiel, que termina su vida muriendo a manos de la arbitrariedad de Herodes. En él culmina todo el Antiguo Testamento.
Alabemos pues la bondad de Dios y renovemos nuestra voluntad de seguir, como Juan, sus caminos.
Primera Lectura.
Dios elige a sus profetas antes de que nazcan. Siempre media una llamada de Dios que busca nuestra respuesta.
Segunda Lectura.
Juan asume su papel de precursor. Llama a la conversión y anuncia la llegada del Mesías.
Evangelio.
Escuchamos en el Evangelio, cómo el nacimiento de Juan llena de alegría a sus padres, y a todo el pueblo; que pronto descubren en aquél niño la mano del Señor.
Puesto de pie, cantamos aleluya.
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