17 enero 2018

Domingo 21 enero: Guión Litúrgico 1


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CANTO DE ENTRADA.
Alrededor de tu mesa, venimos a recordar, alrededor de tu mesa, venimos a recordar, que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad, que tu palabra es camino, tu cuerpo fraternidad.

Hemos venido a tu mesa a renovar el misterio de tu amor, con nuestras manos manchadas, arrepentidos buscamos tu perdón. 
   
SALUDO Y  MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA.
Lectura de la profecía de Jonás 3, 1-5. 10.


El Señor dirigió la palabra a Jonás: «Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».
Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando: «Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».
Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.
Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.
     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 24.
Antífona: Señor, enséñame tus caminos.

Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,

Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor.

El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes.

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 7, 29-31.

Digo esto, hermanos, que el momento es apremiante.
Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no se alegraran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina.
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: Está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.   

EVANGELIO. 
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 14-20.

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.
  PALABRA  DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
Bendito seas, Señor, por este pan y este vino que generoso nos diste para caminar contigo, y serán para nosotros alimento en el camino.

Te ofrecemos el trabajo, las penas y la alegría, el pan que nos alimenta y el afán de  cada día. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Pescador, que al pasar por la orilla del lago me viste secando mis redes al sol.  Tu mirar se cruzó con mis ojos cansados y entraste en mi vida buscando mi amor.

Pescador, en mis manos has puesto otras redes que puedan ganarte la pesca mejor, y al llevarme contigo en la barca, me nombraste, Señor pescador.

Pescador. Entre tantos que había en la playa, tus ojos me vieron, tu boca me habló.  Y, a pesar de sentirse mi cuerpo cansado, mis pies en la arena siguieron tu voz.

Pescador. Manejando mis artes de pesca en otras riberas mi vida quedó, al querer que por todos los mares del mundo trabajen mis fuerzas por ti, pescador.

Pescador.  Mi trabajo de toda la noche, mi dura faena, hoy nada encontró.  Pero tú, que conoces los mares profundos, compensa, si quieres, mi triste labor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Conviértenos a Ti, Señor:
Para que abandonemos el rumbo que nos despista.
Para que sigamos seguros el camino elegido.
Para abandonar la vida mediocre y rutinaria.
Para que nuestro corazón sienta tu presencia.
Para que nos dejemos dinamizar por Ti.
Para que tu entusiasmo revitalice nuestra existencia.
Para saber ser buenos compañeros en el camino de la vida.
Para trabajar por la justicia y construir tu Reino.
Para que tengamos un corazón pobre, libre de las cosas.
Para que iluminemos otras existencias y otros caminos.
Para que cures nuestras dolencias y debilidades.
Para que nuestra vida esté fortalecida con tu Espíritu.
Conviértenos a Ti, Señor, para que te encontremos, te sigamos y nos hagas pescadores de hombres.

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto.
Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva.  (Bis) Mil antorchas encendidas y una nueva primavera. (Bis)

Si la sal se vuelve sosa ¿quién podrá salar el mundo?  (Bis)  Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo. (Bis).

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