15 diciembre 2017

SOSPECHOSO- REBELDE

Por Pedrojosé Ynaraja
1.- Es lo que parecería a muchos que era este vociferador de la ribera del Jordán, en el desierto de Judá. No olvidemos que por aquella época, con diferencia de bastantes años, pero dentro de una situación política y ambiente semejante, había ocurrido la rebelión de los hermanos Macabeos (167 a 160 a.C) y posteriormente la de Bar Kojba (132-135 d.C) Eso es lo que esperaba el pueblo y sus notables, pero Juan era otra cosa y los tenía intrigados. Acuden a una investigación privada, a detectives de categoría: ¿Quién será este agitador? Debe ser la respuesta que traigan.
--Probablemente ejercen privadamente su misión, lo cual no significa que más tarde no fuera de dominio público.
--¿Quién eres tú? ¿Quién te crees ser? Dínoslo claramente, no huyas, que nos envía la autoridad del pueblo, de tu pueblo.

--Juan, el remojador, era un rebelde provocador, pero no al uso. Lo curioso del caso y lo que les alarmó, es que ni prometía otorgar favores, ni se envanecía de su personalidad y misión personal. Era un donnadie, así se definía. Las consecuencias de su obrar, muy al contrario, eran imponentes.
2.- Que invitara a la conversión, no era lo que más les irritara. Su doctrina amansaba a las multitudes y los que se consideran relevantes, ya les gusta rodearse de dóciles súbditos. Pero que cuando se presentaron algunos militares romanos no aprovechara la ocasión para afearles su cometido ejerciendo de injustos dominadores al servicio de una potencia extranjera, sino que a ellos también acogiera y les diera buenos consejos, pasaba de castaño oscuro. (Lc 3,14)
--Juan no se oculta, ni colorea su misión, para que parezca destinada a sumisos borregos y se traguen la dorada píldora inocentemente.
--Que no, que no era el mesías que ellos esperaban y deseaban.
--Ni se sentía orgulloso, ni adulaba, ni siquiera mostraba cicatrices de antiguas torturas que le hubieran infringido sus enemigos.
3.- Lo que hacía, remojar simbólicamente, bautizar lo llamamos en román paladino ahora, era un prudente anticipo de lo que haría Otro, aquel que sí que era importante, que ya había llegado y merodeaba por allí, aunque ellos le ignorasen. A Este él no le llegaba ni a la suela de sus sandalias. Y para colmo, el Hombre importante, no ha salido del pueblo actual, ni de sus huestes revolucionarias, que se llamarían zelotes o sicarios, terroristas sin duda. Viene del Eterno ¡anda ya!
4.- Los investigadores volverían a Jerusalén decepcionados. Sus informes no satisfarían a los que les habían enviado. Todos esperaban y deseaban otra cosa. Los programas de Juan eran ingenuos e inútiles.
--¿no es esto lo que pensamos nosotros muchas veces, mis queridos jóvenes lectores?
--¿el Evangelio no es cosa de beatos? Según creemos en nuestro interior.
--Al mosto le llega invisible levadura y se hace vino. A la harina una pizca de fermentos y se convierte en pan.
5.- El Reino de los Cielos, en la tierra, no es necesario que sea espectacular.
El anónimo monje o monja que en su monasterio, quedamente ora, fomenta una rebelión que trasforma a las gentes, sin que se enteren.
El misionero que parte con ilusión inocente, carente de poder, que vive su misión sin clamar, pero confiado como Juan que es un precursor, prepara cambios.
El hermanito o hermanita que acoge incómodos marginados, molestos ancianos o díscolos drogadictos, es un enérgico conservante de la acción salvadora de la Iglesia, si perjudiciales molesto secundarios, dicho en lenguaje propio de prospectos de reconstituyentes o productos energéticos.
6.- ¡Tantos, tantos, tantos hoy en modesta preocupación y esperanzado gesto, mantienen la juventud y vitalidad de la Iglesia! De ellos no se publican estadísticas. Y su obrar, aunque no sea noticia espectacular, como lo pueda ser la conducta maliciosa de un clérigo, que sí es llamativa, es enormemente enérgica labor de fecundidad y crédito.
Al escuchar y meditar el evangelio de este domingo ¿Qué os proponéis, mis queridos jóvenes lectores, hacer, acondicionar, planear o almacenar, para ofrecérselo al Niño-Dios, próximamente?

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