14 diciembre 2017

Comentario Domingo III de Adviento

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Oración
Ven a nosotros, Espíritu Santo.
En este tiempo de adviento, haznos comprender 
la palabra de esperanza de tus profetas de Israel,
anunciando un “cielo nuevo y una tierra nueva”,
y la palabra de Jesús de Nazaret.
Escuchando su palabra, concédenos orar con
perseverancia capaz de espera.
Concédenos crecer en una esperanza consistente y activa.
Concédenos vivir una esperanza resistente a todo
pesimismo y desánimo, fuerte para trabajar por una
sociedad más justa según el corazón de Dios Padre.
AMEN.

Jn 1, 6 – 8.19 – 28
« 6 Surgió un hombre enviado por Dios : su nombre, Juan. 7 Éste vino para un testimonio [martyrían], para que testimoniase [martyréo] sobre la luz, para que creyesen por medio de él. 8 No era él la luz, sino para que testimoniase [martyréo] sobre la luz .
19 Y éste es el testimonio [martyría] de Juan cuando los judíos enviaron a él desde Jerusalén sacerdotes y levitas, para que le preguntaran: “¿Tú quién eres?”. 20 Y confesó, y no negó, sino que confesó: “Yo no soy el Mesías [Christós]”. 21 Y le preguntaron: “Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?”. Y dice : “No soy ”. “¿Eres tú el profeta?”. Y respondió: “No”. 22 Así que le dijeron: “¿Quién eres? Para que demos una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?”. 23 Dijo: “Yo soy ‘la voz del que clama en el desierto: Haced recto el camino del Señor’, como dijo el profeta Isaías ”.
24 También entre los enviados había fariseos 25 y le preguntaron y le dijeron: “Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías [Christós], ni Elías, ni el profeta?”. 26 Les respondió Juan diciendo: Yo bautizo con agua; en medio de vosotros está el que vosotros no conocéis, 27 el que viene detrás de mí, al que yo no soy digno de desatar la correa de la sandalia”.
28 Esto aconteció en Betania, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando».
¡PALABRA DEL SEÑOR!

CONTEXTO 
El tiempo de Adviento, precursor de la Navidad, la fiesta del nacimiento de Jesús, privilegia la figura de Juan Bautista, en tanto que Precursor histórico de Jesús. Es por eso que dejamos este domingo el evangelio de Marcos y leemos en cambio el de Juan. Nos encontramos con un texto “arreglado” litúrgicamente, es decir, no es unidad literaria (perícopa): los primeros versículos (vv. 6-8) forman parte del impresionante prólogo del evangelio de Juan (Jn 1, 1-18), mientras que los demás (vv. 19-28) son el comienzo narrativo del mismo, estructurado temporalmente (“al día siguiente”: Jn 1, 29.35.43; “tres días después”: Jn 2, 1). Así, el evangelio se abre con una semana completa, contada casi día por día, y que concluye con la manifestación de la gloria de Jesús en el episodio de la boda en Caná (Jn 2, 1-12).
 
TEXTO 
 
Puesto que no es un evangelio continuado, la estructura que destacamos es artificial. La primera parte del texto evangélico (vv. 6-8) es la presentación del personaje: Juan, enviado por Dios para ser testimonio de la luz (el texto insiste tres veces en la noción de testimonio-testigo y otras tres en la luz). La segunda parte (vv. 19-28) recoge el testimonio del personaje en torno a un doble diálogo: a) con los sacerdotes y levitas, a cuenta de su identidad (vv. 19-23) y b) con los fariseos, a cuenta de su acción de bautizar (vv. 24-27). El v. 28 es la conclusión narrativa del evangelista.
 
ELEMENTOS A DESTACAR
• El tiempo de Adviento destaca la figura de Juan como Precursor de Jesús, el que le prepara el camino; destaca la importancia de ser testimonio y de dar testimonio. Ante Juan, pues, tenemos que contemplar y asumir: a) Juan es enviado por Dios para una misión: ser un testigo de la luz, para que creyeran por medio de él en el Señor; ¿nos sentimos enviados por Dios ? ¿A quién? ¿A qué? ¿Somos conscientes de y estamos comprometidos con la misión recibida?; b) Juan conoce su identidad: sabe quién es y quién no es; él es la voz de la Palabra: ¿Cómo contestaríamos si alguien nos preguntara quiénes somos? ¿Nos conocemos a nosotros mismos? ¿Somos voz de la Palabra, de Jesús? ¿Lo hacemos presente con nuestro testimonio?; c) Juan sabe los límites, fuerzas y dones de su persona: hay alguien más poderoso que él, pero reconoce su don de bautizar y lo pone al servicio de las personas y su conversión; ¿Cuáles son nuestros límites, fuerzas y dones? ¿Qué cosas debemos mejorar o superar? ¿Ponemos al servicio de los demás nuestras capacidades?
• Las sucesivas respuestas negativas de Juan van de más a menos: no es el Cristo, no es Elías, no es el profeta: sugiere el anonadamiento del que anuncia a Jesús para que no obstaculice su presencia, para que no opaque su luz. ¿Transparentamos bien a Jesús en nuestra vida? 
• En el corazón de este evangelio aparece el único imperativo del texto: “haced recto el camino del Señor”. ¿Qué tenemos que rectificar en nuestra vida para que el Señor pueda “andar por ella” sin dificultad?

Paso 1 Lectio: ¿Qué dice el texto? Atiende todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas.
Paso 2 Meditatio: ¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?
Paso 3 Oratio: ¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…
Paso 4 Actio: ¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

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