Domingo 5 noviembre: Misa de familia 2

*Idea: la palabra y la obra deben ir juntas en la vida de un cristiano

*Objetivo: invitar a seguir a Jesús diciendo y haciendo lo que El dijo e hizo.

1. MONICIÓN DE ENTRADA

Un día más, y con el corazón en la mano, damos gracias al Señor porque –a pesar de nuestros fallos y defectos- nos invita a sentarnos junto a El, alrededor de su mesa.

¿Para qué venimos a la Santa Misa los domingos? Entre otras cosas para que, al escuchar la Palabra de Jesús, luego nos comprometamos a cumplirla. A ser mejores. ¿Serviría de algo la sal si no diera sabor a los alimentos? ¿Y una flor sin color ni aroma? ¿Y una persona sin gusto, tacto, oído, vista y tantas cosas esenciales para sobrevivir?

Estamos contentos porque, delante del Señor, sentimos su fuerza para seguirle con más ilusión, siendo más auténticos. Que la fiesta de Todos los Santos que vamos a celebrar en los próximos días, nos ayuden a ser buenos, a dar color de esperanza a este mundo en el que vivimos. ¿Lo intentamos?

Recibamos al sacerdote poniéndonos de pie y cantando

2. PENITENCIAL

2.1. Jesús es un sendero que nos lleva a Dios. ¿Por qué olvidamos que, Cristo, es el único camino que nos puede acercar a la felicidad? Señor, ten piedad

2.2. Jesús, además de hablar, se notó con sus obras que creía lo que decía. ¿Por qué a veces nosotros nos quedamos sólo en palabras? Cristo, ten piedad

2.3. El Señor, con su venida, dejó salud, esperanza e ilusión en muchas personas. ¿Por qué no damos más testimonio como cristianos? Señor, ten piedad

3. MONICIÓN A LAS LECTURAS

Siempre que escuchamos la Palabra de Dios nos tendríamos que preguntar ¿Qué es lo que nos falta para ser como Jesús quiere? Las lecturas de hoy nos dicen eso: vivir con Dios nos exige vivir como Dios manda. No podemos decir que amamos al Señor y, luego, ir en dirección contraria a sus mandamientos. Escuchemos con atención.

4. ORACIÓN DE LOS FIELES

4.1. Por el Papa Francisco. Por nuestro Obispo. Por toda la Iglesia. Para que nos anime a ser diferentes. A entregarnos con alegría como cristianos allá donde quiera que estemos. Roguemos al Señor.

4.2. Por todos los que estamos en esta misa familiar. Para que se note que somos amigos de Jesús. Para que no nos quedemos en lo superficial. Para que le amemos con todo nuestro corazón y toda nuestra alma. Roguemos al Señor.

4.3. Por la paz en todo el mundo. Por los grupos violentos. Para que dejen las armas y podamos vivir en paz. Roguemos al Señor.

4.4. Por todos los que venimos a la Santa Misa. Para que le demos un gran valor. Para que el domingo sintamos que, sin misa, le falta oxígeno a nuestro cuerpo, a nuestra vida cristiana. Roguemos al Señor.

4.5. No olvidemos a nuestros enfermos. A los que no tienen trabajo. A los que se han cansado de luchar y de vivir. A los que buscan a Dios y no lo encuentran. A todos nuestros difuntos. Roguemos al Señor.

5. OFRENDAS

5.1. Con estas palabras “SI” y “NO” queremos simbolizar en este día aquello que a veces hacemos con Jesús: decimos que “SI” pero luego, con nuestra vida, hacemos aquello que nos conviene con un “NO”.

5.2. Con estas palabras: AMOR, JUSTICIA, VERDAD, ALEGRIA, ESPERANZA, DIOS, CRISTO, CIELO Y FAMILIA queremos comprometernos ante Jesús a ser precisamente eso que el mundo tanto necesita y que añora: PERSONAS DIFERENTES

5.3. Con el PAN Y EL VINO, simbolizamos lo más grande del Domingo, del Día del Señor. La Misa es una mesa en la que nos hacemos fuertes y recuperamos la alegría para seguir caminando. ¡Gracias, Señor!

6. ORACIÓN FINAL

QUE YO DIGA Y HAGA

Si digo AMOR…que ofrezca el perdón a los demás

Si digo JUSTICIA…que no busque sólo mi propio bien

Si digo VERDAD….que me aleje de la mentira

Si digo DIOS…….que no adore a nadie más que a EL

Si digo JESUS…..que le siga haciendo lo que EL hizo

Si digo ESPIRITU…..que sienta su presencia

SI digo HERMANO…..que trate bien a las personas

Si digo CREO EN TI…..que no dude del Señor

Si digo ESPERO EN TI……que me acuerde del Señor

Si digo SOMOS HERMANOS….que no busque venganza

Gracias, Jesús, por todo lo que nos dices

Gracias, Jesús, por todo lo que hiciste

Gracias, Jesús, porque nos invitas –como Tú-

a hacer lo que tú dijiste e hiciste por nosotros

Amén.