12 noviembre 2017

Cristianos – fuente de Josetxu Canibe

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Sorprende la parábola, el ejemplo que pone Jesús hoy. Choca por sus exigencias con otras afirmaciones evangélicas. Veamos: de sus personajes, cinco eran prudentes y cinco necias. Es decir, no encajan con aquello de que todo el mundo es bueno y sabio. Ni todas serán recompensadas, juzgadas de la misma forma con el mismo resultado. Cinco, “las que estaban preparadas entraron con él (el esposo) al banquete de bodas”. Las otras cinco, a las llamadas en la puerta “Señor, Señor, ábrenos” porque llegaron tarde, les respondió: ”Os lo aseguro: No os conozco”. Termina con una advertencia: “Velad porque no sabéis el día ni la hora”. Tampoco encaja con la sensibilidad de Jesús el que las que tenían aceite en las alcuzas se negaran a prestarles a las que carecían de él.

El observador más distraído habrá notado cómo algunas calles se han adornado, cómo en las plazas se han colocado árboles navideños y cómo en algunos comercios lucen ya algunas figuras navideñas. La Navidad está cerca y en la Navidad se introduce el factor tiempo, pues en el medio de la quincena navideña cambiamos de calendario: un año termina y otro empieza. Lo cual nos relaciona con el final de los tiempos, con una serie de acontecimientos, que se insinúan en el evangelio de este domingo como, por ejemplo, la muerte: si es una puerta que se abre a otro mundo, o una puerta que se cierra.
¿Cómo abordar la vida? “Velad y vigilad” nos manifiesta Jesús. Diría que nos recomienda evitar los extremos: ni caer en la indiferencia, ni vivir angustiosamente. Lo aconsejable es afrontar la vida con una tensión sana. Tensión, esto es, con los ojos abiertos, pero sin ansiedad, sin un sin-vivir. Quizá nos ayude a interpretar esta parábola, llamada de las diez doncellas, la clasificación que hace san Alberto Magno: cristianos-fuente, cristianos-cauce, cristianos- vaso. En cuanto a los cristianos vaso son los que almacenan, acopian, guardan sus valores. Los podemos considerar como egoístasCristianos- cauce. Son los que todo lo que poseen lo entregan. Son extraordinariamente activos, no tiene tiempo para reflexionar, dedican poco espacio para meditar. De temperamento inquieto, desparraman, esparcen sus valores, sus iniciativas en favor de los demásCristianos- fuente. Son como los cristianos- cauce pero añadiéndoles un matiz, una faceta muy importante. Dan lo que tienen pero a medida que entregan y se entregan, crean llenan su corazón, su inteligencia, su voluntad de aquello que quieren comunicar, transmitir.Estos no se vacían. A diferencia de los cristianos cauce – es difícil que se quemen, que se desgasten, que tiren la toalla.
Hoy, no sé si en todas partes pero sí en algunas o muchas diócesis de la Iglesia Católica se celebra el día o Jornada Diocesana. Es sabido que al frente de una diócesis figura un Obispo y que es un eslabón esencial en la estructura eclesial. Me detengo en un aspecto general. La Iglesia tiene como uno de sus objetivos evangelizar la sociedad: enseñar y practicar el evangelio. En ésta tarea ha corrido muchos avatares.
En un libro, relativamente reciente sobre la evangelización (dirigido por Casiano Floristán) se recogen varios juicios sobre la Iglesia. Creo que son demasiado pesimistas. Ahí van dos ejemplos: La Iglesia queda situada en la sociedad europea como una subcultura, con la imagen de quién pretende defender su antigua posición privilegiada. Según el informe sociológico de J.STOETZEL, la Iglesia como institución es vista por muchos europeos como portavoz de transmisiones de tradiciones carentes de sentido para el futuro, con el acento puesto en el orden y la autoridad, que desconfía de la libertad, con un cierto sentido de intolerancia, una imagen de envejecimiento por su recelo a todo lo nuevo y un dualismo que le lleva a no tomar en serio ni la historia ni el mundo.
Lo cierto es que el cristianismo será minoritario en EuropaLa Iglesia se desplaza de los países de Occidente a los del Tercer Mundo. En 1980, las Iglesias Occidentales representaban el 44% de la población católica del mundo, en tanto que el 56% eran propiamente las Iglesias del Tercer Mundo. A finales de 1987 eran entre el 38% y el 62% respectivamente. ¿Qué porcentaje se da en 2017? No lo sé exactamente. Pero la tendencia es la misma.
Josetxu Canibe

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