05 octubre 2017

Evangelio 8 de octubre: Notas para fijarnos

Resultado de imagen de Arrendará la viña a otros labradores
● En el Evangelio de hoy hay una primera parte en la que Jesús cuenta una parábola y en un segundo momento Jesús mismo nos ofrece la interpretación de la parábola.
● Esta parábola es un resumen de la historia del Pueblo de Dios. Una historia de rechazo al Plan de Dios y de paciencia de Dios, de amor de Dios hasta el extremo.
● La parábola nos muestra cómo Dios ha ido actuando y la respuesta que ha tenido y que continúa teniendo.

● Los protagonistas de la parábola son el propietario de la viña y los labradores a quienes arrienda la viña.
● El dueño de la viña tiene sumo cuidado con ella: “la plantó”, “la rodeó de una cerca”, ”cavó un lagar”, “construyó la casa del guarda”… El propietario es Dios.
● Al marcharse de viaje deja su propiedad en manos de unos labradores, la arrienda.
● Llegado el tiempo de la recolección, como es normal pues era su viña, mandó a sus criados para recoger lo que le correspondía por la viña arrendada. Pero los labradores terminan con la vida de los criados, para apoderarse de la viña y de sus beneficios.
● Para colmo el dueño manda a su propio hijo, que corre la misma suerte que los criados.
● Los labradores actúan con violencia y el dueño de la viña es admirable por su paciencia. Así ha actuado y actúa Dios y así actuamos con frecuencia nosotros.
● La viña es el Pueblo de Dios. El dueño es Dios. Los labradores son los sacerdotes y los fariseos. Los criados son los profetas y el hijo es Jesús.
● A la larga historia de desprecio que sufrieron los profetas hay que añadir para culmen el rechazo al Hijo de Dios, a Jesús.
●El amor, el amor de Dios no ha sido correspondido como se merecía. Esa es la historia de Dios con la humanidad y de la humanidad con Dios.
● Pero es conveniente que no nos quedemos en el pasado, la parábola se actualiza.
● No nos tenemos que conformar con pensar lo desgraciados que fueron los judíos al no reconocer a los profetas ni al Hijo de Dios en Jesús. Nos tenemos que aplicar la parábola a nosotros mismos
● La Iglesia es ahora la viña del Señor. Dios es el dueño de la Iglesia y no nosotros.
● ¿Quiénes son los criados ahora y cómo son tratados?
● ¿Quiénes son los labradores y cómo actúan?
● Nosotros somos el campo de Dios, ¿la Iglesia del siglo XXI da los frutos que Dios espera?
● Para concluir Jesús nos habla de la piedra que desecharon y se ha convertido en piedra angular. Él es esa piedra angular del edificio, del Pueblo de Dios, compuesto de judíos y de paganos, que ha venido a instaurar. Nosotros somos miembros, piedras vivas de ese edificio que tiene como piedra fundamental a Jesucristo.

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