30 marzo 2017

V Domingo Cuaresma: Misa Familiar


Resultado de imagen de Juan 11, 1-45: V domingo cuaresma

SAL FUERA! (Resurrección de Lázaro)

*Objetivo: descubrir que, la fe, nos invita a salir de situaciones de muerte y oscuridad

*Idea: Jesús transforma nuestra vida si le ponemos a Él como centro de ella

1. MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días a todos. Estamos ya llegando al final de la Santa Cuaresma. Si algo tiene Jesús, nuestro Señor, es vida para todos. Fijaros si la tiene que, en el Evangelio de hoy, vamos a escuchar como Jesús, a su amigo Lázaro, le devuelve la vida después de que la muerte le sorprendiera. Que también nosotros, que vamos acercándonos a la Semana Santa, nos atrevamos a salir de esas cuevas donde vivimos no como Dios quiere y, tal vez, un poco muertos por los acontecimientos o los problemas de la vida. Nos ponemos de pie y recibimos al sacerdote.

(Puede preceder a la procesión de entrada unos murales con frases como: JESÚS ES LA VIDA; JESÚS ES EL FUTURO; JESÚS VENCE A LA MUERTE….)


2. MOMENTO PENITENCIAL

2.1. El Señor es la vida y la verdad. ¿Por qué, entonces, no estamos contentos y alegres de saber que Él nos acompaña siempre? Señor, ten piedad.

2.2. Jesús es el futuro. ¿Por qué muchas personas, y también nosotros, nos asustamos cuando perdemos a nuestros familiares difuntos? Cristo, ten piedad

2.3. Cristo nos dice, como a Lázaro: “Sal fuera”. ¿Por qué preferimos quedarnos en nuestros egoísmos, silencios, angustias, temores, rencores o divisiones? Señor, ten piedad.

3. MONICIÓN A LAS LECTURAS

Hoy, las lecturas, nos hablan de la esperanza, de un Dios que vence a la muerte. Por eso, nosotros, todos los que estamos aquí reunidos, tenemos que hacer un acto de fe: CREEMOS EN LA RESURRECCIÓN. Que, estas lecturas, nos ayuden también a prepararnos a la Semana Santa: JESÚS ES LA FUENTE DE NUESTRA VIDA Y LA RESURRECCIÓN DEFINITIVA.

4. ORACIÓN DE LOS FIELES

4.1. Hoy pidamos con toda nuestra fuerza por la Iglesia. No lo tiene fácil. Para que se apoye en la Palabra de Dios y tenga la seguridad de que Él le acompaña en su misión de llevar a los hombres la Buena Noticia. Roguemos al Señor.

4.2. Hoy tengamos una oración verdadera por los que no tienen fe. Por los que viven escondidos en sus propias tumbas de tristeza, egoísmo, guerras, envidias o desesperanza. Roguemos al Señor.

4.3. Hoy, en esta Cuaresma, pedimos por los que están enterrados en el materialismo, en el tener, en el poder. Para que se liberen de aquello que les esclaviza y sigan a Jesús. Roguemos al Señor.

4.4. Hoy, a punto de llegar a la Semana Santa, pedimos por todos los difuntos. Especialmente por los familiares de todos los que estamos aquí. Pidamos también por los que no tienen flores en su recuerdo ni oraciones por sus almas. Roguemos al Señor.

4.5. Finalmente pedimos al Señor que no olvidemos una cosa: ESTAMOS LLAMADOS A LA VIDA ETERNA. Para que no creamos solamente en lo que tocamos o en aquello que vemos. Roguemos al Señor.

5. OFRENDAS

5.1. Con estas largas vendas, Señor, queremos representar las cosas que nos tienen atados al mundo: el orgullo, la falta de fe, el dinero o la incredulidad. Llámanos, como a Lázaro, Señor, para que podamos salir a tu encuentro y disfrutar contigo un día de la vida eterna.

5.2. El domingo pasado pusimos, en la parte más alta de la cruz, el letrero “INRI”. Hoy, y a punto de iniciar la Semana Santa, queremos poner debajo de la cruz la tierra. Queremos simbolizar nuestro deseo de que la sangre de Cristo caiga sobre nosotros y demos el fruto que Él quiere.

5.3. Finalmente, con el pan y el vino, deseamos que el Señor se quede con nosotros en el altar. Es una ofrenda que hemos trabajado y conquistado con nuestro esfuerzo, estudio o trabajo. ¡Bendícenos, Señor!

6. ORACIÓN, FINAL

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

Vivimos en este mundo pero,  un día nos iremos

y marcharemos del mundo como  vinimos a él.

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

Hablamos en este mundo pero,  un día callaremos,

y escucharemos el silencio  de tu presencia

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

Trabajamos en esta tierra  pero, un día, descansaremos

y veremos el fruto de lo que  hicimos

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

Creemos mientras vivimos, pero  un día, no hará falta

porque contemplaremos cara a  cara tu rostro

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

Esperamos y caminamos, pero  un día nos detendremos

porque Tú al final nos  esperas vivo

¡TÚ  ERES LA VIDA ETERNA, SEÑOR!

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