El Señor es compasivo y misericordioso…

Todo el océano de la misericordia divina
recogido en un corazón humano, Jesucristo.

Oh, Cristo-Corazón,
haz mi corazón semejante al tuyo.
Quita las piedras de mi corazón.
Quita las arrugas de mi corazón.
Quita el frío de mi corazón.
Rompe los límites de mi corazón.
Sintoniza mi corazón con el tuyo,
que yo sea «tu otro corazón».

Ante el que sufre, conmuévete tú en mí.
Pon en mi bolso vendas, colirio, aceite y vino
para que seas tú samaritano en mí.
Haz de mi pobre y pequeño corazón
una manifestación de tu misericordia.

Dentro de tus llagas escóndeme
Quiero acercarme a tus llagas
y contemplar con asombro tu misterio;
tomo medidas en tu Cuerpo
de la llaga del Costado abierto,
pero imposible medir el océano de dentro.
Dentro de esa llaga, escondido, del maligno defendido,
no sé si me ahogo o me quemo,
pero ya no quiero separarme de esta fuente y de este fuego,
hasta llegar a ser en ti ardiente y vivo reflejo.