Cuando nos alegramos y hacemos a otros partícipes de nuestra alegría, cambiamos un pequeño trozo del mundo. Por eso hoy te pedimos:
• Por todos los que pueden consolar y animar a los demás; para que tengan unos ojos abiertos a las necesidades del prójimo. Roguemos al Señor.
• Por todos los que están solos y no tienen a nadie que les dé amor: haz que nos demos cuenta de cuando una persona en nuestra cercanía padece la soledad. Roguemos al Señor.
• Por todos los que viven en la pobreza; aviva en el corazón de los cristianos el fuego de tu amor para que reconozcan en los pobres a sus hermanos y les ayuden en su necesidad. Roguemos al Señor.
Pues, tú, Jesús, nos has dicho cómo podemos llegar a ser dichosos, y tú mismo has vivido este camino. Ayúdanos a marchar contigo. Por JNS…
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