08 enero 2017

Desde la experiencia de Dios

Resultado de imagen de bautismo de jesús
Jesús vivió junto al Bautista una experiencia de Dios que le llevó a ver la realidad de una manera nueva y diferente. Ya nunca fue el de antes. Se alejó del Bautista, pero no volvió a su casa. Dejó su trabajo y su familia, y comenzó a hablar con una fuerza desconocida.
No repetía las tradiciones religiosas de su pueblo. No se apoyaba en la Ley de Moisés ni se hacía eco de la teología del Templo. Se sentía lleno del Espíritu de Dios y anunciaba a todos un mensaje nuevo: Dios es un Padre que nos quiere. Sólo hay una tarea: aprender a vivir como hermanos.

Ya no es posible acceder históricamente a lo que Jesús pudo vivir. La tradición cristiana trató de sugerirlo más tarde recreando una escena encantadora: el cielo que se abre, el Espíritu de Dios que desciende sobre Jesús como una graciosa paloma, y una voz: «Tú eres mi hijo querido». En adelante, Jesús comenzó a ver la realidad con hondura diferente: todo está bajo el misterio del amor de Dios. Éste es el secreto de la vida.
Por lo general, no es ésta nuestra manera de vivir la realidad. A nosotros nos parece que sólo existe lo que vemos y tocamos: el mundo material. Incluso los que nos decimos creyentes vivimos muchas veces así. La religión es como un «añadido» que apenas influye en nuestra manera de entender y vivir la realidad.
Hay algo que no hemos de olvidar. Si no vivimos la experiencia de Dios que vivió Jesús, no nos sentirán como testigos de un Dios vivo, sino como representantes de un pasado muerto. No aportaremos nada especialmente nuevo al mundo actual. Trataremos de favorecer la religión, pero no ayudaremos a creer en el amor de Dios. Cuidaremos las tradiciones, pero ¿a quién atraeremos hacia Jesús? Predicaremos de casi todo, pero ¿quién tendrá la sensación de sentirse amado por la Iglesia?
Muchas cosas tendremos que hacer los cristianos de hoy, pero pocas tan importantes como comunicar la experiencia de Dios, «el misterio más profundo, santo y liberador de la existencia», y mostrar de manera creíble y concreta caminos para confiar en él. El Evangelio de Jesús sólo se puede contagiar viviendo su experiencia de Dios.
José Antonio Pagola

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario