Sabemos, Padre, que tu amor es gratuito. Por eso confiamos en ti y te pedimos por la Iglesia, por nuestro mundo roto y por nosotros mismos.
ESCÚCHANOS Y AYÚDANOS
• Dios de toda bondad, ayúdanos a salir al encuentro de quienes sufren la marginación y la injusticia, mostrándoles así tu misericordia a través de nuestra solidaridad. Te lo pedimos, buen Dios.
• Dios nuestro, enséñanos a vivir con confianza, para que abandonemos nuestros miedos e inseguridades y creamos más en los demás y en la posibilidad de crear un mundo más justo y fraterno. Te lo pedimos, buen Dios.
• Dios del encuentro, ayúdanos a dar más valor a los momentos de celebración y fiesta, para mostrar nuestro agradecimiento, para encontrarnos y alegrarnos con quienes compartimos la esperanza y la vida. Te lo pedimos, buen Dios.
• Dios de la libertad, para que los diferentes lazos de egoísmo, consumo, aislamiento, que nos tiende la sociedad, no lleguen a encadenarnos, y consigamos rechazarlos por la dignidad que tenemos como hermanos y hermanas de Jesús, nuestro Liberador. Te lo pedimos, buen Dios.
• Padre de los olvidados, impúlsanos a salir de nuestras seguridades y recelos, al encuentro de quienes están caídos y heridos en las cunetas de la existencia, que nos dirijamos hacia las periferias, porque allí te encontraremos en el excluido y marginado. Te lo pedimos, buen Dios.
Te lo pedimos por medio de nuestro intercesor, Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario