COMO QUIERO ser una mujer de mi tiempo, ya que lo contrario conduce a vivir permanentemente en Cuéntame, que además ya no es lo que era, he preguntado a los que saben por un fenómeno llamado selfie que es el último grito en el mundo digital. Es decir, en el mundo real. Tirando del hilo, he descubierto que el iphone tiene una tecla incorporada para hacerme fotografías a mí misma, sola o en compañía de otros. Indagando más, he descubierto que un selfie no consiste en hacerte un autorretrato para mandárselo a la familia, sino para que el mundo entero pueda gozar y hasta solazarse con tu encanto a la hora de posar delante de un teléfono. Menuda cosa, dirán ustedes. Pues sí. Pero es que ser una mujer de mi tiempo no es tarea fácil. Yo me entero de las cosas cuando las publican los periódicos o las web. Qué antigua, dirán ustedes. Pues sí. Pero es que ser una mujer de mi tiempo lleva su tiempo.
El diccionario Oxford eligió selfie como palabra del año 2013 y en la ceremonia de los Oscar se produjo el selfie más sobresaliente de la Historia. Es decir, del último año. En mi investigación sobre el fenómeno, he preguntado por qué tantos millones de personas retuitearon, retocaron, comentaron y estrujaron la instantánea telefónica de actores famosísimos que tienen colgadas fotos en la red para aburrir. Me lo han explicado. Esos millones de personas se emocionaron porque la foto era igualita que la que se hicieron en el salón de casa el último día que fueron de boda. Imagínate. ¡Bradley Cooper hace lo mismo que ellos! Mejor dicho, ellos hacen lo mismo que Bradley Cooper, un hombre tan famoso, tan guapo, tan buen actor. Emocionante. Casi como haber pisado la alfombra roja. Gracias al selfie, todos se sintieron tan famosos, tan guapos y tan ricos como Brad Pitt o Jennifer Laurence.
Obama, el Papa, la familia real griega, el piloto de combate mientras dispara un misil, el fontanero cuando se afeita, la joven que se prueba en Zara un vestido para la boda de su hermano, los mandatarios sudamericanos en una cumbre, los muchachos que hacen botellón. Todos ponen sus selfies en el universo digital para ser vistos. Es la última tontería narcisista de este tiempo. Un día de estos tengo que hacerme uno. Para ser una mujer de mi tiempo. Antes muerta que anónima.
Lucía Méndez. El Mundo 08/03/2014
PARA HACER
• El mundo digital es ya mundo real. Hablamos sobre ello.
• La historia… se reduce al último año. ¿Qué consecuencias tiene eso?
• Nosotros también podemos hacerlo: una foto a nosotros mismos con el teléfono… y publicarla. ¿Cuántas hemos hecho? ¿Y cuántas hemos publicado? ¿Por qué y para qué?
• “Todos ponen sus selfies en el universo digital para ser vistos”. ¿Qué queremos que se vea de nosotros?
• “Es la última tontería narcisista de este tiempo”. ¿Sí? ¿Por qué? ¿Cómo contrarrestarlo?
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