«EL ESPÍRITU OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD PLENA».
«¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,la Iglesia nos sumerge en tu misterio;te confesamos y te bendecimos,Señor, Dios nuestro»
(Himno litúrgico. B. Velado)
Ambientación musical: “Jesús, alegría de los hombres”. Coral de J. S. Bach, enMomentos de Paz-12.
El primer gesto que hacemos al comenzar la Eucaristía es invocar al Dios Trinidad: «En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo». Creer en la Santísima Trinidad es vivir profundamente la fe y experimentar en nuestra vida a Dios como comunión, como Padre que nos ama, como Hijo cercano a nosotros, familiar, y como Espíritu que guía nuestros pasos «hasta la verdad plena». Es un misterio de vida y comunión, de fe y de adoración, más que de alta reflexión teológica.
Canto de entrada: “Un solo Señor” MD 5-1; CLN 708; o bien, “El Señor nos llama” MD 74; CLN A-5;
Salmo responsorial: “Señor, Dios nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra” de F. Palazón, CLN 501. o bien esta musicalización:
Aclamación antes del Evangelio: “Aleluya. Amén” de L. Deiss.
Santo: CLN I 1 (gregoriano).
Rito de la paz: “Danos la paz” de L. Elizalde CLN N 52.
Comunión: “Unidos en Ti” MD 181; CLN O 31; o bien, “Contemplad al Señor” CLN O 37.
Canto final: “Canta mi alma tu grandeza” MD 187; CLN O 34.
Antonio Alcalde Fernández
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