II Domingo de Pascua
3 de abril, 2016
Lecturas:
Hechos 5, 12-16;
Salmo 117;
Apocalipsis 1, 9-11a.12-13.17-19;
Juan 20, 19-31 Jesús se aparece a los discípulos
Hechos 5, 12-16;
Salmo 117;
Apocalipsis 1, 9-11a.12-13.17-19;
Juan 20, 19-31 Jesús se aparece a los discípulos
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.
Otras muchas señales hicieron Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.
Reflexión
Imagínate la escena. ¿Cómo te sientes al ver a Jesús que había muerto ya hacía varios días?
Si fueras Tomas, ¿hubieras creído lo que te decían los demás? Crees todo lo que te cuentan? ¿A quién crees? Los amigos de Jesús tenían miedo. ¿Qué te da miedo? No siempre es fácil creer. La iglesia acepta a todos incluso a los que dudan, pero buscan sinceramente a Dios.
Si fueras Tomas, ¿hubieras creído lo que te decían los demás? Crees todo lo que te cuentan? ¿A quién crees? Los amigos de Jesús tenían miedo. ¿Qué te da miedo? No siempre es fácil creer. La iglesia acepta a todos incluso a los que dudan, pero buscan sinceramente a Dios.
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Actividades
Escenifiquen las apariciones de Jesús a sus amigos y a Tomás? ¿Dónde estaba Tomás ese día? ¿Andaba haciendo algún servicio a la comunidad?
Oración
Señor, queremos que nuestras palabras, acciones y actitudes muestren que tu presencia es paz, alegría y perdón en nuestra familias. Aumenta nuestra fe y la de los que no creen en ti. Amen.
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