11 enero 2016

Canción para el Día de la paz de Unai Quirós

DÍA ESCOLAR POR LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ: “SOMOS LA PAZ”

Un año más me he dejado llevar por la idea de hacer algo para el Día Escolar por la No Violencia y la Paz. Esto no quiere decir que lo vaya a seguir haciendo, pero esta canción llevaba compuesta casi dos años y ya iba siendo hora de hacer algo con ella.

Con su letra he intentado acercar al aula muchas de las situaciones de injusticia que estamos aconteciendo en estos últimos meses, como por ejemplo la inmigración, las guerras, los refugiados, la violencia injustificada, la intolerancia religiosa, el racismo, el hambre o la esclavitud infantil. Por otro lado, también he incluido situaciones cercanas que se pueden dar en nuestros entornos más inmediatos como la escuela.
El hecho de que sea cantada por niños y niñas es porque todos podemos ser paz, desde los más pequeños hasta los más grandes. He tenido la suerte de contar con niños y niñas que tengo muy cerca y con la voz de María Asenet Marín.
La producción musical ha sido realizada nuevamente por Miguel Ángel Leal, productor y guitarrista profesional de Málaga que me suele acompañar por aquellos rincones donde nos solicitan para “dar el cante”.
Esto que comparto son ideas, melodías, letras y alguna que otra inquietud. Muchos pensaréis que basta con eso, que compartir y poner al servicio aquello que tienes ya es suficiente. Esa actitud es buena, pero cuando alzo la vista y miro más allá, me doy cuenta que lo principal es ser paz: “vivir en paz con uno mismo, vivir en paz con los demás y hacer todo lo posible para que otros también puedan alcanzarla”.
Por eso esta canción lleva como título “Somos la paz”, porque ésta depende de todos nosotros. No puedo sembrar paz si no la tengo, no puedo ser paz si no la busco. En estos momentos no solo concibo la paz como algo interpersonal o como justicia social, sino que pienso que la paz también es algo intrapersonal. Conozco muchas personas carentes de bienestar personal a causa de conflictos internos tales como el rencor, la baja autoestima, el estrés, el desánimo, el escaso autoconocimiento, el déficit de automotivación y las dificultades para autorregular sus emociones. La paz es sinónimo de felicidad y sinónimo de bienestar. Pero para conseguir esto es necesario que se viva de dentro hacia fuera.
Hoy en día, si queremos educar para la felicidad, es imprescindible enseñar en las escuelas y en lo hogares herramientas para ser paz: “vivir en paz con uno mismo, vivir en paz con los demás y hacer todo lo posible para que otros también puedan alcanzarla”.
Sin duda, nos puede ayudar mucho la aplicación de un programa sistemático de Inteligencia Emocional o de Educación en Valores. Eso estaría genial, pero sin embargo, estoy convencido de que lo que más ayudaría a un niño o a una niña a conseguir estas herramientas, sería tener unos padres, un maestro o una maestra que las posea, que las contagie y las sepa plasmar en la vida cotidiana del hogar y del aula. Está claro, “ojos que no ven, corazón que no siente”, nadie puede dar lo que no es ni aquello que no posee. Ojalá encontremos la paz, seamos paz, nos esforcemos para que otros la encuentren y la contagiemos como se contagian los bostezos. Preguntémonos siempre, ¿qué contagiamos?
A continuación os presento un material didáctico para trabajar la canción y un pequeño proyecto abierto e inspirado en la serie de dibujos animados “La Patrulla Canina”

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