05 enero 2015

Moniciones para la Epifanía del Señor, 6 enero

MONICIÓN DE ENTRADA

Os deseamos la más cordial bienvenida a la Eucaristía en esta fiesta de la Manifestación de Dios, que es lo que significa Epifanía. La presencia de los tres Reyes Magos en el Portal de Belén es la presentación del Niño Dios a los pueblos gentiles, a los no judíos. La Iglesia de occidente siempre ha dado este significado a la fiesta de la Epifanía. Pero, es, además, el Día de los Niños, el día de las ilusiones. Y puede que ese contenido infantil de la celebración sea lo mejor de todo. Ya sabéis que el mismo Cristo dijo que si no somos como niños no entraremos en el Reino de los cielos. ¡Seamos como niños al menos hoy!



MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El signo que muestran las lecturas de hoy es el de la luz. El profeta Isaías no deja de gritar, anunciando un amanecer luminoso, a ese pueblo que, como nosotros, siente la oscuridad de la condición humana; y les hace ver que la claridad se extiende a todo el universo.

S.- El salmo 71 fue compuesto en su origen para festejar a un gran rey de Israel, pero con el tiempo se le fue dando un sentido de profecía mesiánica que es como lo interpretamos nosotros hoy en este día de la Epifanía del Señor.


2.- Todos los hombres serán adoradores de un mismo Dios, nos dice la segunda lectura. San Pablo en su Carta a los Efesios habla de la revelación del Espíritu Y es ya hora de que, unidos, nos sentemos a la misma mesa y compartamos el mismo pan. Pues, sólo así, la comunidad cristiana iniciará una vida nueva a través de los sacramentos; siendo en todo momento testimonio de la Epifanía de Cristo.

3.- La manifestación de Dios a los hombres sabios y lejanos es lo que nos cuenta Mateo en el Evangelio. Y el asombro de quienes no quisieron ver al Señor en Belén se hace manifiesto cuando los Magos preguntan por Él. Ojalá, nosotros veamos también la estrella, nuestra estrella, la que nos conduce directamente a cumplir nuestra misión como cristianos.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Javier Leoz, sacerdote navarro, de gran sentido litúrgico y buen escritor y poeta, nos ofrece esta bella plegaria para los momentos finales de la misa de la Epifanía del Señor. Escuchemos:

¡TRES! ¡SEAMOS TRES!

Para que, Jesús desde el  Portal,

pueda una ver más comprobar

que en el mundo siguen  existiendo

hombres y mujeres

que dejan, lo que tienen y  no lo que son,

para ponerse en camino

siguiendo la ruta que marca  la estrella de Belén

.

¡TRES! ¡SEAMOS COMO AQUELLOS  TRES!

Que proclamen, manifiesten y  digan

que, como Jesús, no hay otro  igual

Que el mundo conozca, sienta  y vea

la Salvación que viene de  nuestro Dios

Y eso…depende de muchos que,  como los Magos,

se atrevan a ir….de tres en  tres.

Exhortación de despedida

Marchad contentos. Dios se nos ha manifestado. Conocemos su luz y su poder. Y la manifestación solo pudo ser en la figura de un Niño pacífico, indefenso y lleno de gracia. Hoy es el mejor día para asumir totalmente un consejo muy especial de Jesús: hacernos todos como niños y no para aprovecharnos de los juguetes nuevos de los más pequeños. No para quitárselos. Solo para nosotros aprendamos de ellos la sencillez, pureza y entusiasmo. ¡Qué paséis un muy feliz día de Reyes!

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