25 diciembre 2014

Guión Litúrgico (1). Fiesta de la Sagrada Familia, 28 diciembre

FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA  (Ciclo B )

¿Hay Familias Santas Hoy?
Familia en la Que los Hijos Puedan  Crecer

NOTA: Para las lecturas, tomamos las del año B según la nueva edición del Leccionario del 1981. Quien prefiera las lecturas antiguas puede utilizarlas. 

Saludo (Ver el Evangelio)
Nuestros ojos están viendo el amor salvador                                                                              que el Señor ha preparado para todos, 
una luz para  alumbrar a las naciones
y gloria de su pueblo.
Esta luz es Jesús  nuestro Señor.
Que él esté siempre con ustedes.

Introducción por el Celebrante
1.    ¿Hay Familias Santas Hoy?
En esta fiesta de la Sagrada Familia pensamos en todas las familias cristianas. ¿Hay familias santas, además de la de Nazaret? Si, las hay, cada una en su estilo único, si los miembros, padres e hijos, se aman y respetan mutuamente y dejan que Dios alimente y profundice su afecto; sí, si el alimento, la alegría y el cuidado se comparten; sí, si los roces o choques se resuelven de una manera que permita a los miembros crecer juntos en el perdón y en la comprensión mutua; sí, hay familias santas donde la puerta se abre con hospitalidad, y donde el Señor mismo es acogido en hermanos pobres y sufrientes. Es el Señor mismo quien nos da la bienvenida aquí y ahora en esta celebración.

2.    Familia en la Que los Hijos Puedan Crecer
En  la celebración de hoy de la Sagrada Familia se ofrece a nuestras familias cristianas un auténtico modelo. De muchas maneras la Sagrada Familia de Nazaret fue única, e imposible de imitar. La Palabra de Dios que vamos a escuchar  hoy acentúa una forma en la que todas  nuestras familias pueden seguir el modelo de Nazaret: buscando la voluntad de Dios, obedeciéndola y  sintiendo alegría y felicidad en ella, aun cuando esa voluntad exija sacrificios. Se nos muestra a Jesús como alguien que, desde el niño que era en Navidad, creció a una madurez plena y que cumpliría la voluntad de Dios hasta el final. Que, como él, nosotros también crezcamos y alcancemos madurez en nuestra fe y en nuestro amor.

Acto Penitencial
Pidamos al Señor que nos perdone
por las veces que nos hemos herido unos a otros
en nuestra familia y en nuestra comunidad.
(Pausa)
Señor Jesús, que tus siervos vean y experimenten
la paz de tu perdón. 
R/. Señor, ten Piedad de nosotros.

Cristo Jesús, tú eres la luz de todas las naciones
y la salvación de todo el mundo. 
R/. Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor Jesús, tú eres la gloria de tu pueblo,
el signo de la misericordia de Dios.
R/. Señor, ten piedad de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, Señor, 
Reconcílianos contigo y con los hermanos.
Vive en nuestros hogares y en nuestras comunidades
y llévanos a la vida eterna.

Oración Colecta
Oremos a nuestro Padre
pidiéndole que haga de todos nosotros
una familia en Cristo.
(Pausa)
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú diste a tu Hijo Jesucristo 
el calor y la seguridad de una familia
por medio de María y José en Nazaret.
Haz que tu Hijo comparta también 
la vida de todas nuestras familias cristianas
y haz de tu Iglesia una comunidad
en la que aprendamos                                                                                                                                         a aceptarnos y ayudarnos unos a otros
como miembros de una misma familia.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Primera Lectura (Gen 15,1-6; 21,1-3):  Un Hijo, como Signo de la Alianza
Dios promete a Abrahán un hijo, en su edad avanzada, como signo de que guardaría fielmente su alianza con él. Abrahán creyó y recibió un hijo.

Segunda Lectura (Heb 11,8.11-12.17-19): La Fe de Abrahán, Sara e Isaac.
Abrahán, con toda su familia, es para todos nosotros un modelo de fe en Dios y en sus promesas.

Evangelio (Lc 2,22-40): Una Luz que Ilumina a las Naciones
Se les dice a María y a José que su hijo Jesús no es suyo para guardarlo exclusivamente para sí mismos. Deben ofrecerlo a todos, como Salvador de todos y de cada uno, y aceptar las dificultades de esta misión.

Oración de los Fieles

En esta fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret, oremos a Dios nuestro Padre como una familia de hijos e hijas de Dios. A cada petición responderemos: 
R/ Escucha a tu pueblo, Señor.

  • Por la Iglesia, familia de  Dios, para que siga defendiendo el respeto a la vida, el llamado a la fidelidad y al amor, y lo sagrado del vínculo matrimonial, roguemos al Señor.
  • Para que haya madres como María, con corazón  afectuoso y espíritu de servicio; madres que sigan cuidando a sus hijos y enseñándoles los grandes valores cristianos, como la generosidad y el amor, roguemos al Señor.
  • Para que haya padres como José,  laborioso, sacrificado y servidor de Dios; padres que preparan a sus hijos a ser adultos libres y responsables,  roguemos al Señor.
  • Por las parejas que viven juntos pero como extraños, para que se descubran unos a otros con paciencia, perdón y confianza mutua, roguemos al Señor.
  • Por los hijos, para que, conforme crecen,  aprecien a sus padres y les sean agradecidos; por los abuelos, para que los hijos y nietos les ayuden y les amen en el atardecer de su vida, roguemos al Señor.
  • Por todos nosotros, reunidos todos juntos como hermanos en la Eucaristía, para que sepamos compartir unos con otros nuestras vidas y preocupaciones como una familia grande y llena de cariño y afecto, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, Jesús creció en una familia humana. Que María y José nos enseñen a permitir a Jesús crecer en nosotros, pues él es nuestro Señor y Salvador por los siglos de los siglos.

Oración de Ofertorio
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú nos invitas hoy 
a tomar parte en la mesa familiar de tu Hijo Jesús. 
Que el alimento y la bebida que él nos da
nos transforme en dones y regalos 
de los unos para con los otros, 
para que podamos convertirnos 
en pan y vino, vida y alegría para todos.
Que el amor servicial y el respeto mutuo 
sea nuestra ofrenda a ti 
y a cada uno de nuestros hermanos 
hoy y mañana y cada día
a causa de tu Hijo que está en medio de nosotros,
Jesucristo, nuestro Señor.

Introducción a la Plegaria Eucarística
Damos gracias hoy a nuestro Padre por habernos dado a la Sagrada Familia como modelo de amor y servicio para todos nuestros hogares. Que nuestras familias respondan a Dios como respondieron María, José y Jesús en Nazaret.

Introducción al Padrenuestro
Unidos ante Dios como hijas e hijos suyos,
rezamos la plegaria que nos enseñó su Hijo,
Jesucristo de Nazaret.
R/. Padre nuestro…

Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todos los males 
y haz que la paz de Cristo                                               viva en nuestros corazones y en nuestros hogares.
Guárdanos de todo lo que nos divide
o nos encierra en nosotros mismos.
Danos compasión, amabilidad y paciencia, 
para que nos preparemos                                                                                                                           para celebrar con esperanza y alegría 
la gloriosa venida entre nosotros  
de nuestro Señor y Salvador: Jesucristo.
R/ Tuyo es el reino…

Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, 
que viene a unirnos como hijos e hijas del Padre.
Dichosos nosotros, invitados al  banquete de familia del Señor.
R/. Señor, no soy digno…

Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro: 
Tu Hijo Jesús se hizo cercano a nosotros 
en esta celebración eucarística.
Él ha estado aquí con nosotros,
asequible y disponible para todos.
Que él siga viviendo 
en nuestros hogares y en nuestras comunidades.
Que nos haga asequibles y dispuestos 
los unos para los otros, 
incluso a costa de incomodidad personal 
y,  con María y  con José, 
listos para cualquier tarea que puedas confiarnos.
Porque podemos hacer todo 
en el nombre de Jesús, el Señor.

Bendición
Hermanos: ¡Qué bueno estar ahora todos nosotros juntos, 
como familia del Pueblo de Dios, 
y orar con la Sagrada Familia de Nazaret 
por lo que todos nosotros queremos tanto:
nuestros hogares, nuestras familias, 
la comunidad cristiana,
la familia de nuestra nación y de nuestro pueblo!. 
Que Dios nos bendiga a todos 
y nos guarde siempre unidos como hermanos.
Y así, que la bendición de Dios todopoderoso, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo 
descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

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