06 noviembre 2014

Misa de Familia, 9 noviembre

MANTENER LA LÁMPARA ENCENDIDA
9 de Noviembre de 2014

Para preparar: lámparas y repuestos de aceite; detalles festivos de sonido y decoración.
1.- Monición de entrada:
Buenos días y bienvenidos todos: Está finalizando el año de la Iglesia, el año litúrgico, y las lecturas de estos domingos hablarán del final, de cuando se acaba el tiempo. El Evangelio de hoy nos invita a “estar preparados”. En la vida preparamos muchas cosas e improvisamos muchas más. La prisa de la vida nos obliga a ello. Pero lo que no estaría bien es que fuéramos improvisadores de aquello que consideramos lo más importante. O que lo secundario y circunstancial se apodere de nuestro tiempo y el sentido profundo de nuestra existencia. Hoy es buen momento para reflexionar: ¿Dios, Jesús, es central en mi vida? ¿Hay cosas secundarias que desplazan el sentido humano y religioso invadiendo su espacio? En ambiente festivo de celebrar el día del Señor, le ponemos a Él como centro y comenzamos cantando.
 2.- Saludo del sacerdote
Buenos día niños, familiares y amigos. ¿Sabéis cuándo acaba el año de la Iglesia?…. ¡No!, acaba a finales de noviembre. Sólo faltan dos domingos. Luego vendrá el nuevo año con el adviento que es la preparación de la Navidad. Estos domingos, por eso, nos hablarán del final de los tiempos.

 3.- Peticiones de perdón
  • Por las veces que nos dejamos arrastrar por la comodidad y la vagancia.Señor, ten piedad.
  • Por las veces que no colaboramos en los trabajos de casa. Cristo, ten piedad.

  • Por las veces en que nos disculpamos para no ayudar ni trabajar. Señor, ten piedad.
 4.- Monición al Evangelio 

Las bodas en tiempo de Jesús se celebraban de esta manera: la ceremonia solía ser al anochecer. Salía el novio de su casa elegantemente vestido con sus amigos muy alegres y cantando, camino de la casa de la novia. Y cuando llegaba a su casa, era costumbre que diez muchachitas recibieran al novio y sus amigos con lámparas de aceite, porque no había luz eléctrica en aquellos tiempos. Vamos a escuchar lo que nos cuenta Jesús de una boda:
 5.- Evangelio: Mt 25, 1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
- Se parecerá el reino de los cielos a diez chicas que tomaron en sus manos lámparas de aceite y salieron a esperar al novio de la boda. Cinco de ellas eran muy calculadoras y previsoras y las otras cinco improvisaban sin calcular las cosas. Las que no eran previsoras, al tomar las lámparas, se dejaron recambio de aceite. En cambio, las calculadoras se llevaron vasijas de repuesto. Como se estaba retrasando la llegada del novio, les empezó a entrar sueño y terminaron durmiéndose. A medianoche se oyó una voz:
- ¡Que llega el novio, salid a recibirlo!
Entonces se despertaron todas las chicas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las que no habían previsto dijeron a las previsoras:
- Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.
Pero las que habían sido prudentes dijeron:
- No hay aceite suficiente. Lo mejor es que corráis a la tienda para comprarlo.
Pero mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas con el aceite encendido, entraron con el novio al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Y Jesús terminó la parábola diciendo:

- Lo que tenéis que hacer por tanto es: Estad siempre preparados, porque no sabéis el día ni la hora.

¡Palabra del Señor!

Representación libre de la última parte
Las chicas prudentes están preparando las lámparas.
Prudente 1: ¿Tenéis preparadas las lámparas de aceite?
Prudente 2: Sí, pero por si acaso convendría comprar un poco de aceite de repuesto, no sea que tarde el novio en llegar.
Imprudente 1: Bah, yo creo que ya bastará.
Imprudente 2: A mí me bastó la última vez, para qué molestarse…
Prudente 3: Pues yo por si acaso voy a comprar un poco más
Están dormidos y el narrador les apaga la lámpara
Narrador: Ha pasado el tiempo y el novio no llega. Tanto, que con el paso de las horas, se han quedado dormidas. Es de noche, y al acabarse el aceite de las lámparas, éstas se han apagado. Por lo visto, en aquellos tiempos, como en los actuales, los preparativos llevaban mucho tiempo y a veces se retrasaban los banquetes… Y…
Imprudente 3 (despertándose): ¡Se oyen voces! ¡Viene alguien!
Prudente 1: ¡Que viene el novio! (Se levantan e intentan encender)
Imprudente 1: ¡Se nos ha acabado el aceite! ¡Auxilio! ¡Dadnos del vuestro!
Prudente 2: Lo mejor es que vayáis corriendo a la tienda, porque apenas nos basta…
(Rellenan con el repuesto las prudentes mientras las otras salen corriendo)
Narrador: Pero mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas con el aceite encendido, entraron con el novio al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Y Jesús terminó la parábola diciendo: Lo que tenéis que hacer por tanto es: Estad siempre preparados, porque no sabéis el día ni la hora. ¡Palabra del Señor!
6.- A los niños:
  • ¿Y qué pasó entonces…? (Que lo digan)
  • ¿Qué dos maneras de comportarse tienen las jóvenes que esperan?… (Que lo digan)
  • ¿En la vida pasa algo parecido?… (Que lo digan)
  • ¿Y qué podemos aprender de esta historia que contó Jesús?… (Que lo digan)
  • El aceite puede significar también el amor: Unos tienen mucho aceite en su corazón. Y otros, poquito. 
¿Qué significa eso? (Mucho amor para darlo y quemarlo por los demás, para darles luz a otros)
 7.- A los padres:
  • ¿Solemos hablar con nuestros hijos de los valores más importantes por lo que vivimos?
  • Saber renunciar a lo superfluo y saber contrariar a nuestros hijos en aquellos caprichos que no les convienen. Ayudarles desde pequeños a establecer una escala de valores, y destacar en ella el aspecto religioso de la vida.
 8.- Oración en silencio
Rezan en silencio, ayudados con palabras del sacerdote o catequista.
9.- Peticiones
  • Señor, a veces los caprichos nos dominan. Te pedimos que sepamos dominarlos. Roguemos al Señor.
  • Señor: a veces la comodidad nos domina. Te pedimos que sepamos dominarla. Roguemos al Señor. 

  • Señor: a veces dejamos para el final lo más importante. Te pedimos que nunca dejemos de lado las 
cosas importantes. Roguemos al Señor. 

  • Señor. Te pedimos porque nunca nos falte el amor, por encima de todas las cosas. Roguemos al 
Señor. 

  • Señor, te pedimos por tu Iglesia, para que sepa enseñar bien lo que Tú nos quieres enseñar. Roguemos al Señor. 

 11.- Ofertorio una lámpara de aceite

Esta lámpara, Señor, está bien cargada de aceite. Te la ofrecemos como signo de que queremos tener bien cargada la lámpara del corazón del aceite del amor y de la ayuda a los demás.
12.- Oración final
Jesús, queremos seguir tu camino,
vivir alegres y dispuestos

para servir a nuestros hermanos
en el lugar que nos pidas:
en nuestra familia, con nuestros amigos,
en el colegio, en el grupo o en el barrio.
Queremos vivir atentos

a las necesidades de los demás,

en especial muy atentos
a todos los que sufren.

Queremos ser como tú, servidor de todos.
Ayúdanos a lograrlo.

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