Domingo 26° durante el año (domingo bíblico nacional)
1- Entrada:
Cada día es una nueva oportunidad que nos da Dios para hacer el bien y cumplir su voluntad. Celebremos nuestra Misa abriéndole el corazón al Señor. Comencemos cantando.
2- Liturgia de la Palabra:
Hoy Jesús nos habla dura pero claramente sobre cómo llegar al Reino. Escuchemos con atención su Palabra.
3- Oración de los fieles:
El Señor es bondadoso y recto, por eso nos muestra el camino y nos guía. Digámosle, entonces, con fe: Señor, que podamos cumplir tu voluntad.
- Por todos los ministros de la Iglesia, para que vivan con los mismos sentimientos de Cristo Jesús y así sirvan cada vez mejor a sus hermanos.
- Por los poderosos de este mundo, para que no se sientan superiores a los demás y pongan su poder al servicio de la humanidad.
- Por todos los cristianos, para que nos nutramos cada vez más de la Palabra de Dios y ofrezcamos a los demás la riqueza de la Bilbia.
- Por nuestros jóvenes, para que no tengan miedo de responder concretamente a las llamadas de Dios en sus vidas.
- Por todos los que andan por los caminos del mal, para que tengan oportunidad de abrir sus ojos y convertir sus vidas.
4- Ofrendas:
Presentemos con generosidad nuestra ofrenda pensando “no solamente en nuestro interés, sino también en el de los demás”. Lo hacemos mientras cantamos.
5- Comunión:
Recibamos a Cristo en la Eucaristía que nos da la fuerza para vivir según la voluntad del Padre y con los sentimientos de Jesús, en la unidad del amor. Vayamos cantando.
6- Despedida:
Hermanos, vayamos a vivir cada día dispuestos a hacer el bien y la justicia. Terminemos la Misa cantando.
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