27 octubre 2024

Día del Envío en la Parroquia: 27 DE OCTUBRE

 Preciosa mañana en nuestra Parroquia de La Inmaculada.

Hoy hemos celebrado, en la Eucaristía Parroquial de las 11,00, el Envío de los Agentes de Pastoral. Todos los colaborados han estado representados por alguna persona de sus grupos. Algunos no han podido estar presentes pero les hemos tenido en nuestro recuerdo.

Gracias, gracias y más gracias de corazón, a todos aquellos que de una u otra forma hacéis que esta Parroquia de La Inmaculada siga adelante y sea un referente en el Paseo de Zorrilla de nuestra ciudad.

Damos la bienvenida a los "nuevos" pero, sobre todo, a las jóvenes Melanny y Vega que comienzan como catequistas de Poscomunión. Nuestros "peques" ya les quieren mucho.





¡Señor, que veamos! Domingo 27 de octubre

 1. – Es la ciudad más baja del mundo, a 300 metros bajo el nivel del mar. Separada de Jerusalén por 37 kilómetros de desierto. La ciudad de las palmeras constituye un oasis de preciosos jardines y mansiones de descanso. Es Jericó, la Niza de Judea.

Jesús pasa Jericó, camino de Jerusalén, al otro lado del desierto de Judea. Lleva prisa. Con Él los discípulos caminan. En la travesía de Jericó una muchedumbre se les ha pegado. La que se le pegaría si atravesase Marbella. Son curiosos, deseosos de ver un número de circo. No irán muy lejos tras Él. Charlotean como cotorras, hacen muecas como payasos, solo les molesta el grito desgarrador del ciego: “¡Cállate! No nos recuerdes tu molesta existencia, quédate ahí sentado, al margen del camino. Ya es bastante que de vez en cuando te echemos una moneda”.

Un ciego que sabía saltar: 27 de octubre

 

 1.- “Al salir Jesús de Jericó, el ciego Bartimeo que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna, empezó a gritar: Hijo de David, ten compasión de mí”. San Marcos, Cáp. 10. Dos escenarios principales tuvo Jesús durante su vida pública: Cafarnaún y Jericó. El primero, centro comercial situado a la orilla del lago, donde encontró a Mateo en su oficina de impuestos, para invitarlo al grupo de Los Doce. La ciudad poseía una amplia sinagoga, visitada por Jesús muchas veces. El segundo, llamado “la ciudad de las palmeras” en el Deuteronomio, ya existía unos 5.000 antes de Cristo, sobre un fértil oasis cercano al Mar Muerto. En tiempos de Jesús, la ciudad había sido reedificada por Herodes el Grande. En Jericó vivía Zaqueo, jefe de publicanos, un hombre de baja estatura, que quiso a toda costa conocer a Jesús. También la parábola del buen samaritano cita a esta ciudad, como destino de aquel viajero, despojado por unos salteadores.

Domingo XXX del Tiempo Ordinario (Ciclo B) (27 de octubre de 2024)

 «Anda, tu fe te ha salvado» (Mc 10,52).

Centra hoy nuestra atención la figura de Bartimeo (el hijo de Timeo) por su fe en Jesús como Mesías, del que se esperaba que sería capaz de dar la vista a los ciegos entre otros poderes mesiánicos. Bartimeo lo confiesa como hijo de David (que era un título mesiánico), y Jesús acepta su confesión y le restituye la vista, como signo de que Él es la Luz del mundo.

La escena es ágil y natural. Cuando Bartimeo oye que Jesús se ha detenido y lo llama, el ciego se levanta de un salto dejando caer la capa y se presenta ante Jesús. El diálogo entre los dos es breve y directo: ¿Qué quieres que te haga? –Rabunni (mi Señor), que vea. –Anda, tu fe te ha salvado. La fe es al espíritu lo que la vista es al cuerpo.

Seguramente nuestro sentido preferido sea el sentido de la vista, que nos permite captar la luz, las formas, los volúmenes, el color, y nos facilita la orientación y el movimiento. La fe, por su parte, nos sitúa en una existencia bien orientada, nos proyecta hacia el futuro con esperanza, enriquece nuestra relación con los demás, modela nuestra conducta…

ORACIÓN- Domingo 31º del Tiempo Ordinario. B 3 de octubre de 2024

 EL PRIMER MANDAMIENTO 

 “¿Qué mandamiento es el primero de todos?”

(Mc 12,28).

Señor Jesús, nos extraña que un escriba viniera a dirigirte una pregunta como esta. ¿Es que  no había llegado a descubrir que el amor a Dios era lo más importante de lo que se pedía y ordenaba en la Ley? ¿Es que las discusiones de las escuelas habían llegado a confundirlo hasta ese punto?

Pero no deberíamos escandalizarnos. A lo largo de la historia los cristianos han discutido frecuentemente sobre la licitud de la guerra o de la pena de muerte. En muchas ocasiones se dividieron las opiniones con relación a la admisión de la esclavitud o su abolición.

DOMINGO XXX DEL T. ORDINARIO /B de José A. Pagola

 ¿LA MEJOR FORMA DE VER?: CREER EN JESÚS


1.- Os ha podido ocurrir en variadas y numerosas ocasiones. Hemos entrado en unaóptica y, antes de sentarnos frente al oftalmólogo, hemos optado por contemplar,pensar y fijarnos sobre todo, en la montura que más nos gustaba como adorno y
resorte de las lentes.
Al leer detenidamente el relato evangélico de este próximo domingo concluyo quecorremos ese riesgo: pedimos lo que es secundario para nuestra felicidady…obviamos aquello que, de verdad, nos la consigue.Bartimeo no se anduvo con chiquitas. Cuando Jesús se le acercó y le preguntó“¿qué quieres que haga por ti?”…podría haber pedido el oro y el moro, la luna a sus
pies o el sol las veinticuatro horas del día:
-Una mejor posición social
-Una salida a su vida familiar
-Una mayor comprensión en su entorno
-Un reconocimiento a su persona
¡Pero no!; no se conformó con solicitar de Jesús Maestro unas simples y bonitas“monturas” para su vida. Pretendió, pidió y obtuvo lo más importante para suexistencia: ¡VER! Con ello, consiguió, todo un mar de posibilidades, de efectos y de
sensaciones jamás vividas por él.

26 octubre 2024

Como Bartimeo. Domingo 27 de octubre

 1.- “Esto dice el Señor: Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos, alabad y bendecid: el Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel” (Jr 31, 7) El profeta de los lamentos, el hombre de las maldiciones duras, Jeremías, el plañidero. En este pasaje su alma se derrama en exclamaciones de gozo. Ante su mirada clarividente de profeta se despliega el espectáculo maravilloso de la Redención. Ese pueblo que ha sido destrozado, ese pueblo que tuvo que abandonar la tierra, y caminar hacia países lejanos bajo el yugo del extranjero, ese pueblo deportado a un exilio deprimente, ese pueblo, el suyo, ha sido salvado, ha recobrado la libertad.

Todos padecemos de ceguera: 27 octubre

 1.- Dos ideas podríamos subrayar de las lecturas de este domingo que hemos proclamado: la mención de que hay ciegos entre los salvados por Dios de su atadura y la explicación de que la intervención de Dios es para salvar. El Mesías que en nombre de Dios reunirá al disperso, golpeado y herido pueblo de Dios, hará presente sobre todo el que Dios es Padre y liberador, que la redención de Dios se nota en que el pueblo se siente de verdad liberado de todo lo que de verdad lo ata, sean ataduras físicas, morales, políticas o sociales.

Dios, el Dios de Israel, el Dios de Jesucristo, el Dios que se nos revela diáfanamente a través de las palabras y acciones de Jesús, es un Dios que se mueve llevado por el amor y la misericordia hacia su pueblo. Un dios que amenace o atemorice puede ser cualquier cosa menos el Dios que se nos revela y se encarna en Jesús de Nazaret.

Recuperemos la esperanza: 27 de octubre

 1.- El libro de la Consolación del profeta Jeremías es un canto a la esperanza. El pueblo en el exilio recibe el anuncio de que se acerca su liberación: una gran multitud retorna: cojos, ciegos, preñadas y paridas…. El Señor es fiel a su pueblo, es un padre para Israel. ¡Qué anuncio más gozoso, qué gran noticia! La alegría del pueblo será inmensa. Por eso, cuando se hace realidad la promesa del regreso a casa entona el salmo 125 “El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres”. ¡Como no estarlo si sabemos que Dios camina a nuestro lado pase lo que pase! Brota espontáneamente la alabanza en el “resto de Israel”.

2.- El pueblo de la Nueva Alianza experimenta también que Dios salva. El ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, simboliza la nueva humanidad, es el prototipo de cada uno de nosotros.

Al borde del camino de Florentino Ulibarri

 

Aquí estoy, Señor,
como el ciego al borde del camino
–cansado, sudoroso, polvoriento-;
mendigo por necesidad y oficio.

Pasas a mi lado y no te veo.
Tengo los ojos cerrados a la luz.
Costumbre, dolor, desaliento….
Sobre ellos han crecido duras escamas
que me impiden verte.

Pero al sentir tus pasos,
al oír tu voz inconfundible,
todo mi ser se estremece
como si un manantial
brotara dentro de mí.

DOMINGO TREINTA (Mc.10,46-52) de Pedro Heredia Martínez

  En nuestro mundo moderno estamos muchos ciegos que no vemos, como el ciego de Bartimeo del Evangelio. Quizá el número de ciegos voluntarios, sea mayor que el número de ciegos físicos.

Hay mucha gente que no quiere ver. (creen que cuanto menos se vea, mejor; más tranquilos vivimos).
Hay otra mucha gente que no le interesa ver. No quieren complicarse la vida.
Otra gente cree que para lo que hay que ver, mejor estar ciegos.
No queremos que nos quiten la ceguera. “”déjame en paz”, nos suelen responder, cuando decimos a otro: “¿pero es que no ves, mi hijo?”
No aceptamos que otro nos eche una mano, que nos ayude a abrir los ojos a la realidad que estamos viviendo. “Teniendo ojos no queremos ver”, decía Jesús (Mc.8,18).

Domingo 27 de octubre: ¿LA MEJOR FORMA DE VER?: CREER EN JESÚS Por Javier Leoz

  1.- Os ha podido ocurrir en variadas y numerosas ocasiones. Hemos entrado en una óptica y, antes de sentarnos frente al oftalmólogo, hemos optado por contemplar, pensar y fijarnos sobre todo, en la montura que más nos gustaba como adorno y resorte de las lentes. Al leer detenidamente el relato evangélico de este próximo domingo concluyo que corremos ese riesgo: pedimos lo que es secundario para nuestra felicidad y…obviamos aquello que, de verdad, nos la consigue. Bartimeo no se anduvo con chiquitas. Cuando Jesús se le acercó y le preguntó “¿qué quieres que haga por ti?”…podría haber pedido el oro y el moro, la luna a sus pies o el sol las veinticuatro horas del día: -Una mejor posición social -Una salida a su vida familiar -Una mayor comprensión en su entorno -Un reconocimiento a su persona ¡Pero no!; no se conformó con solicitar de Jesús Maestro unas simples y bonitas “monturas” para su vida. Pretendió, pidió y obtuvo lo más importante para su existencia: ¡VER! Con ello, consiguió, todo un mar de posibilidades, de efectos y de sensaciones jamás vividas por él. 

Domingo 27 de octubre DEBEMOS ESFORZARNOS PARA QUE NUESTRA FE NOS PERMITA VER LA REALIDAD CON LA LUZ DE DIOS

 1.- Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: Jesús, ten compasión de mí… Jesús le dijo: ¿qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: Maestro, que pueda ver. Jesús le dijo: anda tu fe te ha curado. Y, al momento, recobró la vista y le seguía por el camino. Fue la fe la que curó la ceguera del ciego Bartimeo. El ciego Bartimeo no sólo recobro la vista corporal, sino también la vista espiritual, animándole esta y dándole fuerzas para seguir a Jesús por el camino. Todos nosotros, los que nos llamamos cristianos, debemos pedir a Jesús que tenga compasión de nosotros y nos dé una fe fuerte para seguirle por nuestro camino hacia Dios.

25 octubre 2024

Ojos nuevos de Florentino Ulibarri

 



Hoy más que nunca, Señor,
necesito unos ojos nuevos
para ver la vida tal cual Tú la ves
y no perderme entre sus luces y oscuridades.

Quiero unos ojos vivos y profundos,
limpios y despiertos como los tuyos,
nobles y tiernos, alegres y llorosos
porque éstos están doloridos y secos.

Quiero unos ojos serenos y grandes
para otear el horizonte y sus brotes,
y pequeños, vivos y luminosos
para dar claridad a todos los rincones.

Comentario al Domingo XXX de Tiempo Ordinario

 El hecho que hoy nos recuerda el evangelio es una muestra del poder y del querer salvíficos de Jesús. Un ciego, Bartimeo, al oír decir que pasaba Jesús Nazareno, el profeta taumaturgo, se dirige a él a grito en cuello pidiendo clemencia. Llama la atención la insistencia del ciego, que grita una y otra vez hasta provocar el enfado de los acompañantes del Maestro. Era la insistencia que brota de la necesidad y que muchas veces se confunde con el descaro que vemos en las actitudes de tantos mendigos que nos salen al paso. Y Jesús se deja mover a compasión por la desgracia de aquel indigente. Se detiene ante él y se permite preguntarle: ¿Qué quieres que haga por ti?

Comentario bíblico de Fr. Gerardo Sánchez Mielgo: XXX Domingo del tiempo ordinario

 

Primera lectura: Jeremías 31,7-9.

Marco: Se pueden leer estos versículos como una invitación a Judá para que reciba con alegría a su hermano Israel. Este nuevo éxodo cantado por la fe es alegre, pero no disimula la realidad ya que está formado por una procesión de inválidos que regresan.

Reflexiones:

  ¡La alegría por la salvación!

Domingo de la 30ª semana de Tiempo Ordinario – 27/10/2024

 VER DESDE LA FE

La curación del ciego Bartimeo se sitúa en la larga lista de los milagros obrados por Jesús con invidentes, y es expresión de un claro mensaje teológico: Israel tiene los ojos ciegos, incapaces de ver los signos de los tiempos y la acción de Dios en la historia. Pero cuando aparezca la figura mesiánica, misteriosa, del Siervo del Señor, se abrirán los ojos de los ciegos.

Por encima de la curación física de Bartimeo hay un signo profundo y mesiánico. La ceguera interior va a ser cancelada. Y es el mismo Jesús el que declara que la fe de este pobre abandonado al borde del camino es la que le ha curado. Y Bartimeo deja manto y caminos, y sigue el itinerario de Jesús y lo acompaña en su destino de muerte y gloria. La historia de este milagro es la historia de una llamada a la fe y al discipulado.

Domingo 27 de octubre: ¡SEÑOR, QUE YO VEA!

  ¡SEÑOR, QUE YO VEA!

1.- Anuncio gozoso. El libro de la Consolación del profeta Jeremías es un canto a la esperanza. El pueblo en el exilio recibe el anuncio de que se acerca su liberación: una gran multitud retorna: cojos, ciegos, preñadas y paridas.... El Señor es fiel a su pueblo, es un padre para Israel. ¡Qué anuncio más gozoso, qué gran noticia! La alegría del pueblo será inmensa. Por eso, cuando se hace realidad la promesa del regreso a casa entona el salmo 125 "El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres". ¡Cómo no estarlo si sabemos que Dios camina a nuestro lado pase lo que pase! Brota espontáneamente la alabanza en el "resto de Israel".

24 octubre 2024

Domingo 27 de octubre: ¡OJO CON LA MIOPÍA ESPIRITUAL! Por Javier Leoz

 Qué duro resulta cuando, nuestras vidas y nuestros sufrimientos, son indiferentes a los demás. A nadie nos gusta ser un cero a la izquierda. Pero, sobre todo, es en los momentos de dolor, en la noche oscura, en las horas amargas cuando más echamos en falta cualquiera que esté a nuestro lado. Un amigo que, escuchando nuestros lamentos o siendo consciente de nuestra situación personal, nos de un poco de luz y abra delante de nosotros un horizonte de felicidad. Con razón, no sé quién, llegó afirmar: “es mejor que te odien a que te castiguen con la indiferencia. Entre otras cosas porque, el odio, está más cerca del amor”. 

Domingo 27 de octubre: JESÚS SE ACERCA A NOSOTROS

 JESÚS SE ACERCA A NOSOTROS

Después de la enseñanza sobre el servicio del domingo pasado, en su subida a Jerusalén, cuando ya están cerca de la Ciudad Santa, al salir de Jericó, Jesús se encuentra con un ciego llamado Bartimeo, sentado al borde del camino. Aquel pobre hombre abrió primero los ojos de la fe al reconocer a Jesús que pasaba por allí, y después Jesús le abrió los ojos de la cara para poderlo seguir.

1. “Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”. Esta es la petición del ciego Bartimeo. Era pobre, no tenía nada, vivía en la miseria debido a su ceguera, y estaba al borde del camino pidiendo limosna. Pero su ceguera no le impide reconocer a Jesús que pasa por allí. En su grito de auxilio, Bartimeo confiesa la fe en Jesús como Mesías al llamarle “Hijo de David”. Es sorprendente que aquel ciego, que no veía lo que pasaba por delante de él, sin embargo sí reconoce y confiesa a Cristo como salvador. Por eso le pide con insistencia que tenga compasión de él, pues sabía que Jesús era el único capaz de sanar de verdad su ceguera.

La misa del domingo 27 de octubre

 



Dios realiza grandes hazañas en favor de la descendencia de Jacob, liberándola de la esclavitud de Egipto y haciéndola entrar en la tierra prometida. Luego de afrontar una nueva esclavitud a causa de su infidelidad, Dios liberó nuevamente a Israel del exilio babilónico y lo volvió a guiar a la tierra de sus padres (1ª. lectura). El Salmo responsorial proclama, a causa de este gran acontecimiento liberador: «Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares» (Sal 125, 12). Es la alegría desbordante que experimentan quienes retornan a Jerusalén luego del largo exilio.

Evangelio de hoy y lecturas: XXX Domingo del tiempo ordinario

 

PRIMERA LECTURA

Lectura del Profeta Jeremías 31, 7-9

Esto dice el Señor:
«Gritad de alegría por Jacob,
regocijaos por la flor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid:
“¡El Señor ha salvado a su pueblo,
ha salvado al resto de Israel!”.
Los traeré del país del norte,
los reuniré de los confines de la tierra.
Entre ellos habrá ciegos y cojos,
lo mismo preñadas que paridas:
volverá una enorme multitud.
Vendrán todos llorando
y yo los guiaré entre consuelos;
los llevaré a torrentes de agua,
por camino llano, sin tropiezos.
Seré un padre para Israel,
Efraín será mi primogénito».

Pautas para la homilía XXX Domingo del tiempo ordinario

 

¿Qué quieres que haga por ti?

Esta interpelación ante un mundo que hace muchas cosas al margen de Dios llega a nuestros corazones para preguntarnos por nuestros anhelos: ¿Qué quiero que Jesús haga en mi vida, en mi familia, en mi comunidad?

Hoy, la sanación de un ciego nos invita a caminar con los ojos abiertos y el corazón disponible para sorprendernos ante una nueva forma de ser discípulos. Realmente, por sus detalles simbólicos es un camino visionario de fe; una peregrinación a la Ciudad Santa, Jerusalén, recorrida junto ‘a’ o ‘con’ Jesús.

Introducción XXX Domingo del tiempo ordinar

  Introducción

Hoy, Jesús se acerca a Bartimeo como Dios Padre cuida a su pueblo en el destierro. El consuelo de Jesús llena de alegría al ciego porque experimenta un nuevo Dios, un nuevo camino. 

San Marcos nos presenta la escena de la curación de un ciego, Bartimeo, que se extiende a la posibilidad de sanar otras cegueras. Jesús es capaz de hacer del clamor de los humildes un canto de fe y esperanza. Así, Dios cambia el cautiverio en libertad, la soledad en comunión, las lágrimas en alegría (cf. Sal 125,6).

Moniciones y oración de los Fieles: 27 de octubre

 Octubre 27 de 2024

 Entrada: Como discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos aquí congregados para celebrar esta Eucaristía en la Jornada mundial de las misiones. Cristo Jesús es el Misionero del Padre, su entrega oblativa en la Cruz se actualiza en la celebración de la Eucaristía y aviva en nosotros el espíritu misionero para testimoniar con nuestra vida la alegría de creer y esperar en el Señor. Unidos en oración presentemos al Señor la obra evangelizadora de la Iglesia. 

 Lecturas: El envío misionero del Señor incluye el llamado al crecimiento de la fe y la fe “se alimenta de la Palabra que se proclama”, Jesucristo el Señor. Dejémonos enseñar por la Palabra de Jesús que es luz en el camino de la Iglesia. escuchemos con atención.

 Ofrendas: Son muchas las personas que consagran su vida a la tarea del anuncio del Evangelio, pero muchos no lo conocen. Ofrezcamos todo esto a Dios.

 Comunión: El Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Jesús por nosotros, se hace realidad en la Comunión Eucarística. Por eso acerquémonos a comulgar.

Moniciones al Domingo 27 de Octubre de 2024 DOMINGO XXX ORDINARIO – B

 

MONICIÓN DE ENTRADA

Hermanos y amigos, sean todos ustedes bienvenidos a esta celebración. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre todos nosotros su gracia y su paz.

En este Domingo Treinta del Tiempo Ordinario la Liturgia de la Palabra nos enseña cómo Dios se sirve de un pequeño resto, de su oración humilde llena de pobreza y fe, para iluminar y transformar a muchos…  Es difícil ser pequeña comunidad de salvación… Es difícil ser sal que desaparece dando sabor… Pero el Señor de la Historia necesita de nosotros para seguir realizando su obra de liberación.

Seguros de la presencia de Jesús Resucitado, aquí y ahora, en medio de nosotros, pongámonos de pie para iniciar nuestra acción de gracias.

Oración de los Fieles (6): 27 octubre

  24 DE OCTUBRE DE 2021

Oración universal: Como Bartimeo, el ciego del evangelio, también nosotros nos acercamos a Jesús y le pedimos que tenga compasión de nosotros, y de toda la familia humana. Con fe y confianza, le decimos:?JESÚS, HIJO?DE?DA VID, ESCÚCHANOS.

  1. Por los ciegos, por los inválidos, por todos los que sufren alguna discapacidad. OREMOS:
  2. Por las personas y las organizaciones que trabajan al servicio de los enfermos y los discapacitados. OREMOS:
  3. Por los que viven sin luz ni esperanza. OREMOS:

Oración de los Fieles (5): 27 de octubre

 Queridos hermanos: Cristo Jesús, habiendo entregado su vida por nosotros, se hizo servidor de la humanidad. Es justo elevar nuestras voces suplicantes a Dios Padre, en esta jornada mundial de las Misiones, diciendo: Escúchanos, Padre misericordioso.

  1. Oremos por la Iglesia extendida por todo el universo, por sus ministros ordenados, por los religiosos y los laicos. Que, haciendo de su vida una entrega continua, sean evangelizados y evangelicen a sus hermanos. Oremos.
  2. Oremos por quienes tienen el encargo de gobernar a las naciones. Que no busquen ser servidos, sino servir desinteresadamente, según el modelo que encontramos en la persona de Jesús, misionero del Padre. Oremos.

Oración de los Fieles (4): 27 de octubre

 Llenos de confianza, nos atrevemos a dirigir nuestra oración a Dios Padre, presentándole también las necesidades de la Iglesia y de todas las personas.


1.- Para que la Iglesia, llamada a extender el Reino de Dios, muestre a todas las personas el verdadero rostro de Dios, desde el servicio y el compromiso en favor de los más desfavorecidos y desfavorecidas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por los y las gobernantes de todos los pueblos, para que luchen siempre en favor de la justicia, la libertad, la paz en tantos lugares; para que sean sensibles a las necesidades de los y las más pobres y para que propicien la igualdad entre las naciones. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Domingo 27 de octubre de 2024 / 30º Domingo del tiempo ordinario. Ciclo B

 

—BIENVENIDA: 
Antes de la salida del celebrante

Hermanos, una vez más los que seguimos al Señor nos reunimos en torno a su mesa, en este domingo trigésimo durante el año. Y Él, que nos ha abierto los ojos, nos invita a reconocerlo, como el ciego del Evangelio, como el Mesías, el enviado de Dios.

Dios nos manifiesta hoy su infinita bondad y nos llama a creer, a confiar plenamente en Él, que es quien realmente salva. Y esta confianza que nos pide, nos hace acreedores a sus favores. Y Jesús nos presenta claramente la paternidad amorosa de Dios, dándonos la fe que nos cura totalmente de nuestra ceguera, aún la más profunda, dándonos la luz que penetra hasta nuestro interior.

DOMINGO 27 DE OCTUBRE DE 2024 DOMINGO 30º DURANTE EL AÑO

 PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Hermanos, una vez más los que seguimos al Señor nos reunimos en torno a su mesa, en este domingo trigésimo durante el año. Y Él, que nos ha abierto los ojos, nos invita a reconocerlo, como el ciego del Evangelio, como el Mesías, el enviado de Dios.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

Dios nos manifiesta hoy su infinita bondad y nos llama a creer, a confiar plenamente en Él, que es quien realmente salva. Y esta confianza que nos pide, nos hace acreedores a sus favores. Y Jesús nos presenta claramente la paternidad amorosa de Dios, dándonos la fe que nos cura totalmente de nuestra ceguera, aún la más profunda, dándonos la luz que penetra hasta nuestro interior.

Evangelio para niños XXX Domingo del tiempo ordinario

 

¿Qué quieres que haga por ti?

 El ciego de Jericó - Marcos 10, 46-52


En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: - Hijo de David, ten compasión de mí. Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: - Hijo de David, ten compasión de mí. Jesús se detuvo y dijo: - Llamadlo. Llamaron al ciego diciéndole: - Animo, levántate, que te llama. Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: - ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: - Maestro, que pueda ver. Jesús le dijo: - Anda, tu fe te ha curado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino

EXPLICACIÓN

Este encuentro de Jesús con un hombre ciego y que además es pobre, nos ayuda a caer en la cuenta de que Jesús quiere que todos veamos y tengamos horizontes pudiendo vivir de nuestro trabajo y no dependiendo de lo que otros nos den. Cuando Jesús le llamó, él tiró el manto, se incorporó y le dijo que deseaba ver. Y Jesús le trasmitió tal fuerza que cuando recobró la vista le siguió, yendo detrás de Jesús.

Evangelio dialogado

Domingo 27 de octubre: celebración con niños

 30º ORDINARIO. “MAESTRO HAZ QUE PUEDA VER”

 Ciclo B

 CANTO DE ENTRADA: “Cerca del hogar”  

MONICIÓN DE ENTRADA: 

Amigas y amigos sed bienvenidos a esta celebración. 

Las personas estamos hechas de tal manera que podemos ayudar y necesitamos ayuda. Vosotros podéis ayudar en casa, en el colegio… y necesitáis la ayuda de vuestros padres, profesores… De vez en cuando, suele ocurrir que tenemos alguna necesidad o problemas y no tenemos quién nos ayude, entonces nos ponemos nerviosos y sufrimos. Pues bien, hoy en esta misa, Jesús nos va a comunicar que podemos contar siempre con Él, que es un amigo que nunca nos falla.

 ACTO PENITENCIAL:

–Tú que eres nuestra luz. Señor ten piedad.

–Tú que eres nuestra paz. Cristo ten piedad.

–Tú que eres nuestra alegría y cobijo. Señor ten piedad.

Vídeo: El que quería ver, fue visto - 30º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B


 

23 octubre 2024

MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B: Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario

 ENTRADA

Bienvenidos a la celebración de los hijos de Dios, a la fiesta de la fe que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús.

Bienvenidos los ciegos, los agobiados por los problemas de cada día, los buscadores de Dios y los agradecidos a Dios.

Bienvenidos hermanos por responder a la llamada de Dios. Gritemos nuestra vida al Hijo de David. Presentémosle nuestra debilidad y dejémonos sanar por el que sana y vive: Jesucristo.

Juntos entonamos el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

Moniciones 27 de octubre de 2024, XXX Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B

 

Monición de entrada

Sean todos bienvenidos, queridos hermanos. Nos reunimos para celebrar la Santa Misa, en el trigésimo domingo del tiempo ordinario.

Las lecturas de este día nos traen un mensaje alentador para todos. Por eso, con mucho entusiasmo y optimismo, cantemos jubilosos y comencemos esta celebración. De pie...

Moniciones a las lecturas

 Opción 1: Monición única para todas las lecturas

En las lecturas de hoy, tanto el pueblo de Israel como Bartimeo viven una experiencia de salvación, simbolizada en la curación de la ceguera. Ambos tendrán que responder, ponerse en camino y acoger la promesa que les habla de restauración, de curación. La carta a los Hebreos muestra a Jesús como el modelo de acogida y respuesta a la iniciativa amorosa de Dios. Por eso el salmo es optimista y nos lleva a cantar por la grandeza de Dios y sus obras. Escuchemos...

Opción 2: Moniciones para cada lectura

  • Primera lectura (Jeremías 31, 7-9)  

Moniciones para el Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo B

 Queridos hermanos y hermanas. Nos encontramos reunidos en comunidad una vez más para celebrar nuestra fe. Pero este don no es algo solamente de palabras, sino que es un estilo de vida. Jesús caminaba poco a poco hacia Jerusalén, donde le espera la suerte trágica de los profetas, como Él ha predicho en tres ocasiones mientras va de camino con sus discípulos. Si seguimos a Cristo tenemos que llevar la cruz en pos de Él. Entonemos con alegría el canto de entrada para empezar esta Eucaristía.


Primera lectura: Jr 31, 7-9 (Congregaré a ciegos y cojos)

La primera lectura de este domingo es un canto a la alegría, exultación desbordante ante la vuelta triunfal a la Nueva Sión. Nadie está excluido, ni los lisiados o los impedidos como tampoco los ciegos. Yavé será para el Pueblo un Padre. Escuchen con atención.

Segunda lectura: Hb 5, 1-6 (Tú eres sacerdote eterno según el tiro de Melquisedec)

Esta lectura que a continuación escucharemos es una meditación sobre el sacerdocio de Cristo. Él es el sumo sacerdote ya que no fue Él quien se dio esa dignidad, sino Dios que le llamó. Puesto que Él participó de la condición humana totalmente, conoce bien nuestras debilidades y miserias.

Oración de los Fieles (2): Domingo 27 octubre

 Hoy nos unimos a las palabras del ciego Bartimeo y le pedimos al Padre:

SEÑOR, QUE PUEDA VER.

1. – Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que sean transparentes a la Luz de Cristo y sepan guiar a todos los fieles al Señor. OREMOS

2. – Por los que trabajan en el campo o en la mar para que sea abundante el fruto de su trabajo. OREMOS

3. – Por todos los que pasan hambre o sufren la desgracia de la guerra, para que encuentren el consuelo de la Paz y los manjares que nos trae Cristo. OREMOS

Oración de los Fieles (1): Domingo 27 de octubre

  Roguemos a Jesús, que restauró la vista del ciego, para que con él sepamos ver las necesidades de nuestros hermanos dondequiera ellos se encuentren. Digamos:

R/  Señor, nuestros ojos te miran con esperanza.

  1. Señor, mira los ojos de los niños que se abren a la vida; mira los ojos llenos de esperanza de los que creen en ti y en el futuro que les prometes. Llénalos a todos con tu luz. Con toda confianza te pedimos:
    R/ Señor, nuestros ojos te miran con esperanza.
  2. Señor, mira la alegría en los ojos de los que saben cómo amar; mira los ojos llenos de odio de los que se sienten frustrados en la vida. Con toda confianza  te pedimos:
    R/  Señor, nuestros ojos te miran con esperanza.

Domingo 27 octubre 2024, XXX Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B.

 XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Antífona de entrada Sal 104, 3-4
Que se alegren los que buscan al Señor. Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro.
Laetétur cor quaeréntium Dóminum. Quaerite Dóminum, et confirmámini, quaerite fáciem eius semper.

Monición de entrada
Año B
En la eucaristía, los que hemos sido iluminados con la luz de la fe en el bautismo nos unimos en oración y alabanza para caminar por las sendas de la salvación. Pero algunas veces nos apartamos de ese camino, a causa de nuestros ojos ciegos. El Señor es capaz de abrir nuestros ojos la esperanza, y de hacer que volvamos, con gozo y alegría, al camino de la salvación.

Acto penitencial
Todo como en el Ordinario de la Misa. Para la tercera fórmula pueden usarse las siguientes invocaciones:
Año B
- Tú eres misericordioso y compasivo: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.

Liturgia Diaria Domingo 30º del Tiempo Ordinario - Ciclo B

 domingo, 27 de octubre de 2024

1. ¿Estamos Ciegos?
2. ¡Levántate! Jesús Abrirá tus Ojos

Saludo   (Ver Segunda Lectura)
Hermanos:
Estamos reunidos en el nombre de Jesús,
de quien el Padre dijo:
“Tú eres mi Hijo;
yo te he engendrado hoy.”
Que la gracia y la paz de Jesús, el Señor,
esté siempre con ustedes.

Introducción por el Celebrante   (Dos opciones)         
1.   ¿Estamos ciegos?

Ciclo B - Tiempo Ordinario2 - Domingo 30º - 27 de octubre - Año 2024

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: nos reunimos para celebrar la Eucaristía, porque Dios, de nuevo, nos congrega, nos hace sus hijos e hijas, nos elige y nos llama para vivir con alegría, como lo hacían los primeros seguidores de Jesús. Dios ha salvado a su pueblo, y lo sigue haciendo con cada uno de nosotros y de nosotras.

El evangelio de este domingo nos ofrece la curación de un ciego, llamado Bartimeo. Éste ora, grita, se esfuerza, en medio de las dificultades y obstáculos, porque quiere hablar con Jesús: “Hijo de David, ten compasión de mí”. Jesús llega hasta él otorgándole el don de Dios que iluminará toda su vida: “Anda, tu fe te ha curado”. Vamos a pedirle al Señor que nos devuelva la vista y la fe que necesitamos para seguirle de verdad.

Iniciamos esta celebración de la fraternidad cristiana.

Evangelio dialogado para niños: XXX Domingo del tiempo ordinario

 

¿Qué quieres que haga por ti?

Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano descargar la imagen )

EVANGELIO DIALOGADO

CIEGO: ¡Una limosna, hermanos, para este pobre ciego! ¡Una limosna, por caridad!

JUDÍO1: Toma, Bartimeo, poco es pero no llevo más.

JUDÍO2: ¿Eres el hijo de Timeo que le nació ciego?

CIEGO: Sí, yo soy, ¿dónde vais vosotros?

JUDÍO1: Vamos a Jerusalén a celebrar la fiesta de Pascua.