04 diciembre 2024

II Domingo de Adviento, 8 diciembre. Guión Litúrgico 1

 

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DOMINGO 8 DE DICIEMBRE DE 2024
DOMINGO IIº DE ADVIENTO


PREPARACIÓN: 
Antes de la salida del celebrante

Celebramos hoy el segundo domingo de Adviento, el tiempo fuerte que en que nos preparamos para recibir al Señor que viene a nuestro encuentro en esta Navidad, en que conmemoramos el hecho histórico de su primera venida en la humildad de nuestra carne; pero es también el tiempo de nuestra preparación a su segunda venida, la escatológica, que será al final de los tiempos en el esplendor de su grandeza.

AMBIENTACIÓN: 
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

El Señor, que envía a Juan el Bautista a preparar la venida del Mesías, nos exhorta hoy en su palabra, a que también nos preparemos para recibir a Jesús, el Hijo de Dios que viene a salvarnos. Él quiere la conversión de todos nosotros, que debemos ser, como Juan Bautista, la voz que proclama la salvación del Señor, adhiriéndonos plenamente a su Evangelio y testimoniándolo visiblemente en el mundo.


1ª. LECTURA:        (Ba 5, 1-9)   

El pueblo de Israel que vivía desterrado en Babilonia sintió muy de cerca la salvación de Dios cuando pudo regresar a Israel. El canto de gozo del profeta por este retorno es también hoy, nuestro canto de gozo del pueblo liberado por Jesucristo.

SALMO RESP.:     (125, 1-6)    

                       R.    ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!

2ª. LECTURA:     (Flp 1, 4-6. 8-11)   

Escuchemos ahora con mucha atención, las palabras de san Pablo, sobre cómo debe ser nuestra vida cristiana.

EVANGELIO:      (Lc 3, 1-6)    

En el santo Evangelio se hace presente entre nosotros, de modo solemne, la figura de Juan Bautista. El abre paso al Evangelio de Jesús. Aclamemos con gozo, con el canto del Aleluya, la salvación que nos es ofrecida.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Y ahora, queridos hermanos, elevemos con fe nuestra plegaria a Dios, nuestro Padre; la plegaria confiada de los que esperan ansiosamente la venida gloriosa de su Hijo.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"VEN SEÑOR, Y NO QUIERAS TARDAR MAS"

v Padre santo, para que por la predicación de tu Iglesia todos los hombres busquen la conversión sincera de sus vidas, reconozcan y reciban a tu Hijo que viene, pedimos...

v Padre todopoderoso, para que guiados por nuestro Obispo, en nuestra comunidad se realice una efectiva renovación, según el Espíritu de Jesús, pedimos...

v Señor de la historia, para que en esta tierra de María, busquemos una verdadera reconciliación entre todos, sabiendo perdonarnos unos a otros, como tú lo haces con nosotros, y así podamos vivir en la concordia y la fraternidad, pedimos...

v Dios de todo consuelo, para que en cada hermano necesitado, pobre, con hambre, enfermo, sin trabajo, abandonado, encontremos a Jesús que viene a nuestro encuentro, pedimos...

v Padre misericordioso, para que todos los cristianos, en una auténtica conversión de nuestras vidas, nos preparemos convenientemente para recibir la gloriosa venida de tu Hijo y celebrar cristianamente la Navidad, pedimos...

CELEBRANTE:

Acoge, Padre, nuestras súplicas: tú que nos llamas a colaborar en la edificación de tu reino, alimenta en nosotros la feliz esperanza de los bienes futuros, cuando contigo y el Espíritu Santo, viviremos para siempre en la Jerusalén del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Este pan y este vino que ahora presentamos sobre la mesa del altar, deben ser un verdadero signo de nuestro deseo de convertirnos e iniciar una nueva vida: la de la gracia.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Nosotros, por Cristo, hemos conocido la salvación de Dios. Y queremos vivirla y anunciarla. Por eso damos gracias al Padre, en comunión con su Hijo y con su Espíritu.

COMUNIÓN:

Jesucristo está presente entre nosotros de una manera especialmente viva por medio de la comunión. Presencia que nosotros hemos de hacer llegar a todos los hombres mediante signos de amor. Presencia que será definitiva y total con el retorno del Señor.

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.

DESPEDIDA:


La liturgia de este domingo nos ha exhortado a disponer nuestros corazones para acoger al Señor que viene; y el modelo de Juan Bautista que nos ha propuesto, "nos invita sobre todo, a volver a Dios, huyendo con decisión del pecado, enfermedad de nuestro corazón que nos impide la alegría del encuentro con el Señor."

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