Prepara: Javier Leoz
• Idea: Muchas personas han sido fieles al Señor: han sido y son santos. • Objetivo: que los santos sean nuestros modelos para seguir a Jesús.
1. MONICION DE ENTRADA Nos reunimos, en este 1 de noviembre, para hacer fiesta y homenaje a todas aquellas personas que vivieron como Dios manda y murieron con la fe puesta en la muerte y resurrección de Jesús. Ellos, ahora, gozan de la presencia del Señor; han sido coronados con un premio por la vida tan buena y tan santa que llevaron hasta su muerte. Que nosotros nos alegremos en esta fiesta. Al fin y al cabo, es la suerte que nos espera si, como ellos, somos capaces de poner a Cristo en el centro de nuestras vidas. Hoy, desde aquí, decimos: ¡Felices seáis, todos los Santos en el Cielo! Nos ponemos de pie y, recibimos a estas 12 lámparas, que simbolizan todos los hombres y mujeres en los cuales jamás se apagó la fe. 2. PENITENCIAL 2.1. Ser santo es posible. Porque preferimos el camino de la mentira a defender la verdad. Señor ten piedad 2.2. Ser santo significa vivir con Jesús. A veces nos despistan otros ídolos, deportivos o musicales, que nos alejan y nos hacen olvidar al Señor. Cristo ten piedad. 2.3. Ser santo significa ser amigo de Jesús hasta el final. Que no nos conformemos con la Eucaristía de los domingos para alimentar nuestra fe. Señor ten piedad 3. MONICION A LAS LECTURAS Hoy, al escuchar las lecturas, vamos a darnos cuenta de algunas cosas: Primero: Si queremos alcanzar la misma victoria de Jesús, no hemos de tener miedo a las dificultades. Segundo: Somos hijos de Dios. Pero, lo comprobaremos, si mantenme firme nuestra esperanza en el futuro que nos espera en el cielo. Tercero: Los santos no son sólo los que están en un calendario. Son, también, aquellos que han cumplido el programa de las ocho bienaventuranzas. ¿Por qué no nos proponemos, en este día, poner semillas de santidad en nuestros corazones? 4- ORACION DE LOS FIELES 4.1. Por la Iglesia. Por el Papa Benedicto XVI y por nuestro Obispo.......para que nos animen a superarnos en aquellas pruebas que nos impiden ser otros “cristos” en la tierra. Roguemos al Señor. 4.2. Por todas las personas buenas que han trabajado por un mundo mejor. Por todos aquellos hombres y mujeres que, en silencio, cumplieron la voluntad del Señor. Que desde el cielo nos ayuden. Roguemos al Señor. 4.3. Para que leamos más detenidamente las bienaventuranzas; para que no tengamos miedo ni al sufrimiento, ni a defender la paz, la justicia o a llorar con los que lloran y están tristes. Roguemos al Señor. 4.4. Por los que se ríen de los demás; por los que se aprovechan injustamente de la buena voluntad de las personas. Para que cambien y vuelvan sus ojos al rostro de Dios que brilla en el cielo. Roguemos al Señor. 4.5. Por todos nosotros. Para que nos preguntemos en qué debemos de mejorar. Para que nos propongamos ofrecer cada día una buena acción al Señor. Roguemos al Señor. 5. OFRENDAS 5.1. Con esta tela blanca queremos representar ante el altar, la alegría y el testimonio de todos los hombres y mujeres que han alcanzado la santidad; es decir: que han sido limpios por dentro y por fuera. 5.2. Con este INSTRUMENTO MUSICAL (trompeta, guitarra, tambor, etc) queremos representar la alegría que sienten TODOS LOS SANTOS por haber seguido a Jesús en la tierra y, ahora, estar dándole gloria a Dios en el cielo. 5.3. Finalmente, con el pan y con el vino, traemos hasta el altar la fuerza que necesitamos para seguir a Jesús. Sin la Eucaristía desfallecemos; no conseguimos ser como Dios quiere. La Eucaristía, además, fue el gran secreto de los santos para seguir hasta el final. 5. ORACION FINAL ¿ME AYUDARÁS, SEÑOR? A cumplir tu voluntad y dejarme llevar por Ti A ser feliz con esas palabras que Tú tienes A buscar la felicidad donde, ahora, yo no la tengo A amar, aunque no me sienta correspondido? ¿ME AYUDARÁS, SEÑOR? A ser afortunado siguiendo tus caminos A encontrar el camino correcto A tener el corazón lleno de buenos deseos A dar mi tiempo, aunque diga que no lo tengo? ¿ME AYUDARÁS, SEÑOR? A ser feliz ayudando a los demás A ser feliz con lo que tengo A estar tranquilo frente a los acontecimientos A llorar sabiendo que un gozo me espera en el cielo? ¿ME AYUDARÁS, SEÑOR? A ser justo, cuando hay tanta injusticia A defender la inocencia de aquel que es maltratado A poner el corazón frente a tanta incomprensión A perdonar, aunque me parezca una humillación? ¿ME AYUDARÁS, SEÑOR? A mantener limpio mi corazón y nítida mi mirada A mantener limpio mi rostro y transparente mi conciencia A ser fuerte cuando, alguien, me diga que soy débil por seguirte? ¿SABES POR QUÉ QUIERO QUE ME AYUDES, SEÑOR? Porque, para ser Santo, Tú has de ser el fuerte de mi vida.
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