—BIENVENIDA:
Hermanos, hoy en el Evangelio escucharemos a Jesús diciendo a sus discípulos: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Y estas palabras resuenan hoy como dichas también a nosotros, ya que todos necesitamos de este descanso para reencontrarnos con nosotros mismos y con Jesucristo. Y esta celebración debe ser un momento de descanso, de abrirnos confiadamente a la palabra de Jesucristo, a su presencia amorosa entre nosotros.
Ante la diversidad de opiniones, de caminos, de ideales, hoy el Señor nos manifiesta que Cristo es nuestro guía y pastor, que nunca nos deja solos, sino que se manifiesta vivo y presente en medio de nosotros y que nos envía profetas y pastores, como sus representantes personales, para que, enseñándonos la verdad, nos conduzcan hacia el gozo perfecto de su Reino. Es nuestra tarea y responsabilidad, el escucharlos, y en ellos, al mismo Cristo.
—LITURGIA DE LA PALABRA:
1ª. LECTURA: (Jr 23, 1-6)
El Profeta reprende severamente a los malos pastores del pueblo y anuncia que el Señor les enviará nuevos y buenos pastores.
SALMO RESP.: (22, 1-6)
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
2ª. LECTURA: (Ef 2, 13-18)
Pablo nos habla de la obra de paz, de reconciliación que ha obrado Jesucristo. Él ha derribado todo muro de separación, llama a los que están cerca y a los que están lejos. "Vino para anunciar la Buena Nueva".
EVANGELIO: (Mc 6, 30-34)
Jesús nos manifiesta cómo Él envía a sus apóstoles a enseñar, y cómo Él mismo se pone a enseñar a la multitud que andaba como ovejas sin pastor.
HOMILÍA
—ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Después de escuchar la Palabra de Dios y de reflexionar sobre ella, unámonos para nuestra plegaria universal. Pidamos con entera confianza, unidos al Pastor de todos los hombres, Jesucristo, para que a todos llegue su paz, que es amor y vida.
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:
"SEÑOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN"
—Señor y Dios nuestro, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que todos los hombres del mundo no seamos ovejas sin pastor, y encontremos en ella caminos de verdad, de amor y de esperanza, oremos...
—Padre de bondad, te pedimos por nuestra Iglesia diocesana, para que todos y cada uno, desde su propia responsabilidad, nos dejemos guiar por nuestro Obispo, y podamos formar una comunidad verdadera y realmente comprometida con el anuncio de salvación, oremos...
—Padre santo, te pedimos por nuestra patria, para que todos los que la habitamos seamos capaces de convertir nuestro corazón y descubrir en tu Hijo, el único guía, el único Pastor, oremos...
—Señor de la vida, te pedimos por todas nuestras familias, para que trabajemos activa y responsablemente en la educación de los jóvenes, para crear una nueva conciencia de respeto a la vida desde su concepción, oremos...
—Señor, Rey del universo, te pedimos por todos los cristianos, para que como verdaderos discípulos de Cristo, tomemos conciencia de nuestra responsabilidad de imitarlo, y escuchando sus enseñanzas, procuremos comunicarlas a todos nuestros hermanos, oremos...
CELEBRANTE:
Escucha Padre de bondad, estas peticiones por nosotros y por todos los hombres, nuestros hermanos. Y que tu bondad, tu amor, supla lo que falta en nosotros para conseguir todo aquellos que anhelamos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Ofrezcámonos al Todopoderoso con nuestra interior disposición a servirle realmente y así, lo que cada uno le ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Una vez más, como cada domingo, demos gracias a Dios porque nos ha abierto un camino de esperanza, un camino de amor, un camino de vida eterna.
—COMUNIÓN:
En el Evangelio hemos escuchado que " Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato". Al acercarnos a comulgar, pidámosle que sepamos escuchar con calma y seguir con decisión, su enseñanza de vida eterna.
Cantamos...
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
Nos despedimos cantando...
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