Mayo 12 de 2024
Entrada: El misterio de la Ascensión del Señor, que celebramos con gozo en este domingo de Pascua, nos permite contemplar al Resucitado que asciende a la gloria del Padre y es constituido Señor del universo y primicia de nuestra propia gloria. Vivamos esta celebración como discípulos que han puesto su esperanza en Aquel que nos promete su Espíritu Divino y nos envía a la misión.
Lecturas: Nuestra mayor aspiración como discípulos de Cristo Resucitado consiste en llegar un día a la meta de la plena madurez. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Si Cristo asciende hasta el Padre del cielo, ascendamos también con él, presentemos sobre el altar el pan y el vino, y nuestra propia vida.
Comunión: Para alcanzar la talla del hombre perfecto, que es Cristo, necesariamente tenemos que comulgar con él. Acerquémonos con fe.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Con la confianza que nos da el saber que nuestro único Mediador ha ocupado su trono a la derecha del Padre, elevemos nuestras peticiones, diciendo: Padre de bondad, escúchanos.
- Por la Iglesia, que ha recibido la misión de anunciar el evangelio, para que el Resucitado la asista y acompañe siempre en sus proyectos y sus ministros sean santificados por la acción del Espíritu Santo. Oremos.
- Por los que gobiernan las naciones, para que reconociendo la autoridad de Jesucristo glorificado sigan su ejemplo, vivan sus mandatos y crezcan en rectitud y deseos de servicio generoso y sacrificado. Oremos.
- Por los que sufren injusticias y soledad, para que levantando los ojos hacia el Resucitado experimenten consuelo, tengan ánimo para enfrentar sus situaciones y crezcan en esperanza. Oremos.
- Por todos los misioneros, para que se fortalezca su fe, experimenten la continua protección del Señor Resucitado y perseveren en el anuncio del Evangelio impulsados por el Espíritu Santo. Oremos.
- Por todos los que estamos en esta celebración, para que crezcamos en la fe, seamos verdaderos discípulos misioneros del Señor y perseveremos en el buen obrar. Oremos.
Padre de bondad, escucha nuestras humildes peticiones y bendice nuestros esfuerzos por alcanzar la plenitud de la vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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