1.- Noticia gozosa. En ningún otro existe la salvación, sólo en Jesucristo, el Resucitado, así concluye el discurso del apóstol Pedro en los Hechos de los Apóstoles. Esta es la noticia gozosa que nos hace cantar con el salmista “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”. Grande por cierto es la misericordia de un Dios que nos ha hecho este don de ser hijos de Dios. Dice Juan en su Primera Carta que “somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado lo que seremos; sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es”. San Agustín comenta que “si quieres conocer aquello a lo que serás semejante, si quieres conocer a aquel a quien serás semejante, mírale, si puedes. Aún no puedes. Desconoces a aquel a quien serás semejante; en consecuencia, desconoces en qué medida serás semejante a él. Desconociendo todavía lo que es él, desconoces lo que serás también tú”. Por tanto, intenta conocer a Jesucristo, ten experiencia personal de él y podrás imaginar cómo será tu vida cuando estés junto a él en la eternidad.
2.- El verdadero guía. La imagen del Buen Pastor es muy querida por las primeras comunidades cristianas. El Buen Pastor “da la vida por las ovejas". Sin haber cometido pecado sufre la pasión por nosotros, carga con nuestros pecados, sube al leño para curarnos. Nos defiende de todo peligro, no perecemos y nadie puede arrebatarnos de su mano. No hay otro guía que nos conduzca por verdes praderas y nos dé la vida eterna. Preguntémonos, ¿a quién seguimos?, ¿quién es nuestro pastor?, ¿qué voces seguimos? El Señor nos advierte sobre los falsos pastores, que se aprovechan del pueblo, se apacientan a sí mismos. Por sus frutos les conoceréis…
3.- Dios sigue llamando. Celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con el lema “Tienes una llamada, extraído del mensaje del Papa para la Jornada. Dios sigue llamando a los jóvenes, la vocación de especial consagración es una alternativa de vida apasionante, que nada tiene que envidiar a la que ofrecen las mejores compañías del mundo. Con la metáfora del mundo empresarial, se avisa a los jóvenes de que pueden recibir la llamada del “jefe” más importante del mundo, que les ofrece trabajar en una “compañía” con presencia internacional, que siempre cotiza al alza, y que afronta desafíos para cambiar la vida de muchas personas. Los objetivos de esta campaña son por un lado, que los jóvenes entiendan la llamada vocacional como algo que puede suceder en su vida, y la vocación como un camino de vida válido. Por otro, que la comunidad cristiana y la sociedad en general promuevan estas vocaciones con la oración y el acompañamiento, y finalmente de colaborar económicamente en la formación de las vocaciones que surjan en países de misión.
José María Martín OSA
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