José Román Flecha
LOS DONES DE LA PAZ Y DE LA FE
“Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones” (Hech 2,42-47). En este “sumario”, incluido en el libro de los Hechos de los Apóstoles, se resume el ideal de la comunidad de los discípulos de Cristo que se reunían en Jerusalén.
Con el salmo responsorial nosotros confesamos públicamente la bondad de Dios,proclamando: “¡Eterna es su misericordia!” (Sal 117)
En este domingo que Juan Pablo II quiso dedicar a la meditación de la misericordia de Dios, recordamos que Dios, Padre misericordioso, nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Podemos gozar de una esperanza viva (1Pe 1,3-9).
EL RESUMEN DEL EVANGELIO
Apenas resucitado, Jesús se manifiesta a sus discípulos, que se han encerrados en una casa por miedo a los judíos (Jn 20,19-31). El Maestro no viene a reprenderles por su abandono y su cobardía, sino que les desea la paz y les encarga que transmitan su perdón.
• “Hemos visto al Señor”. Antes habían escuchado la enseñanza del Maestro y ahora lo habían visto resucitado. Ese era el núcleo del mensaje que deberían proclamar por todo el mundo. Con razón comenzaban por compartirlo con Tomás.
• “Hemos visto al Señor”. Ese es el resumen del Evangelio, que fundamenta nuestra fe.
El anuncio comenzaba allí, pero había de extenderse a lo largo de los siglos. Todos los seguidores del Maestro hemos de repetirlo en todos los tiempos y en todos los lugares.
LA LECCIÓN SOBRE LA FE
Con demasiada frecuencia se califica a Tomás como el discípulo incrédulo. Se olvida que era el único que parecía dispuesto a subir con Jesús a Jerusalén. Ahora le asombra que los que se resistían a seguirle hasta su muerte se apresuren ahora a cantar su resurrección. Pero el Maestro le dirige una lección inolvidable sobre la fe
• “Dichosos los que crean sin haber visto”. Al recibir a María, su pariente Isabel la había proclamado dichosa por haber creído lo que le había comunicado Dios. Dirigiéndose a Tomás,
Jesús proclama dichosos a todos los que crean en él.
• “Dichosos los que crean sin haber visto”. Son bienaventurados todos los que han llegado a creer en Jesús a través del testimonio de los apóstoles. Son dichosos porque han recibido la enseñanza de los testigos de la vida y la palabra del Maestro.
• “Dichosos los que crean sin haber visto”. Hoy damos gracias porque hemos podido escuchar el testimonio de los que vieron al Señor y acogieron su palabra como la luz que brilla en las tinieblas.
- Señor Jesús, al recordar y celebrar tu resurrección de entre los muertos, te damos las gracias por tu gran misericordia, por tu vida y por tu presencia entre nosotros. Queremos vivir y testimoniar los dones de la paz y de la fe que tú nos has concedido. Bendito seas por siempre. Amén. ¡Aleluya!
CREER SIN VER
“Dichosos los que crean sin haber visto” (Jn 20,2)
1. Con frecuencia se oye decir: “Yo solo creo lo que veo”. ¿Cómo podemos juzgar lavalidez de esa afirmación cuando se refiere a la experiencia humana?
2. ¿Qué necesitamos ver para poder creer en los famosos ideales de la libertad, la igualdad y la fraternidad?
3. ¿Qué tipo de fe hace falta para creer en la paz y en la justicia, en la solidaridad o en la democracia?
4. ¿Se puede calificar como dichosos a todos los que tuvieron la oportunidad de ver a Jesús personalmente?
5. ¿Por qué proclamaba Jesús dichosos a los que en el futuro habían de creer en él sin haberlo visto?
6. ¿Se podría resumir en algunas notas lo que añade la fe a la visión directa de Jesús para hacer dichoso al creyente?
7. ¿Y yo cómo puedo demostrar con mi propia vida la felicidad de creer en el Señor sin haberlo visto?
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