PRIMERA
SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO
Ante el acontecimiento de la Resurrección, nuestra alma se encuentra sorprendida y a veces incrédula, y vivimos como si ésta no se hubiese producido. Le pedimos al Padre que nos abra los ojos ante esta expresión de amor infinito para que sepamos acogerla, diciendo, como Santo Tomás:
R.- SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO.
1. – Padre, mira con compasión a tu Iglesia, tantas veces pecadora y alejada del mandato de tu Hijo, por la resurrección de Nuestro Señor, acompáñanos en nuestro caminar.
OREMOS
2. – Padre, mira a todos aquellos que huyen de las guerras, que sufren el desarraigo y viven alejados de su tierra, por la resurrección de Nuestro Señor, alienta su esperanza.
OREMOS
3. – Padre, fíjate en todos los pequeños que comienzan a caminar en esta vida, los que no pueden tener acceso a la educación, a la sanidad e incluso a la comida, por la resurrección de Nuestro Señor, remueve las conciencias de todos aquellos que se desentienden de ellos.
OREMOS
4. – Padre, acércate a todos aquellos que no te han descubierto y viven buscando, ajenos a la Salvación que nos trajo Jesús, por su Resurrección, ilumina sus corazones y abre sus oídos al Evangelio.
OREMOS
5. – Padre, hazte presente en los hogares que atraviesan dificultades, que sufren la enfermedad o que andan faltos de amor, por la resurrección de Nuestro Señor, devuelve la paz y el amor sobre el que un día se fundaron.
OREMOS
6 – Padre, toca los corazones de todos los que convocas a la mesa de Cristo y que andamos incrédulos por el mundo, por la resurrección de Nuestro Señor, haznos verdaderos discípulos suyos.
OREMOS
Padre, concede a tu pueblo descubrir a Cristo resucitado para que sepa seguirle y amarle como lo principal de su vida. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor.
Amen.
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