MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos bienvenidos a la Eucaristía del Primer Domingo de Cuaresma. Vamos a recorrer juntos el tiempo fuerte que ya iniciábamos el pasado miércoles con la imposición de la Ceniza. Hoy, Marcos, con su habitual concisión y brevedad, nos va mostrar el episodio de las tentaciones de Jesús en el desierto. Él, Dios verdadero y Hombre completo, también fue tentado como lo somos nosotros, todos los días y a todas las horas. Deciros que la Palabra de Dios nos muestra –hoy y siempre— su fuerza para hablarnos de reconciliación, de paz, de amor. La cuaresma es tiempo de conversión, de vuelta a Dios, de mayor amor a los hermanos… y es lo que vamos a vivir durante las próximas semanas.
MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS
1.- Tras el diluvio, Dios pacta con Noé que no habrá otro diluvio y que la destrucción nunca mas alcanzará a la Tierra. Este episodio del Libro del Génesis que vamos a escuchar hoy es una parte más del plan universal de Dios para la salvación del género humano, lo cual llegará de forma plena con la encarnación de Jesús como hombre verdadero y Dios presente entre nosotros.
S.- El salmo 24 es una oración personal pidiendo a Dios su amparo y su guía por los caminos que Él mismo ha marcado a sus criaturas. El mismo salmista reconoce que son caminos de verdad y de justicia. Y de los versículos de este salmo –uno de los más bellos del salterio—se desprende que todo lo malo del género humano, todos sus problemas y enfermedades son recuperables. Es, para nosotros, hoy, el mejor mensaje que podemos recibir en el inicio de esta Cuaresma.
2.- El apóstol Pedro, en su Primera Carta –que es nuestra segunda lectura de hoy—hace referencia, también, al pacto de Dios Padre con Noé y ve en las aguas purificadoras del diluvio un anticipo liberador del agua del bautismo. Todo ello es muestra de la misericordia y paciencia de Dios con sus criaturas y de la acción salvadora definitiva de Jesús Nazaret que, con su muerte, nos salvó a todos.
3.- Si hay algo común a todo hombre y en toda mujer es la tentación. Y sin embargo nos cuesta mucho aceptarlo. Todavía no nos damos cuenta que en las pruebas de la vida Dios está a nuestro lado. Él ha hecho con nosotros un compromiso, una Alianza, y Dios no puede fallar jamás. Por eso nos envía su Espíritu para que nos sostenga contra el poder del mal. Ese mismo Espíritu que ya habita dentro de nosotros desde el día de nuestro bautismo. San Marcos nos habla hoy en el Evangelio de todo eso. De las tentaciones de Jesús que son como las nuestras y de que el Espíritu le asistía, como a nosotros si le invocamos con fe.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Breve plegaria compuesta por Javier Leoz para estos momentos finales de nuestra Eucaristía
CONTIGO EN EL DESIERTO, SEÑOR
Escucharé al silencio que habla
y la Palabra que resuena.
Me sentiré preparado para la misión
para así, ofrecerme hasta desgastarme
contigo y por Ti, mi Señor.
Exhortación de despedida
Estamos Cuaresma y nuestro pensamiento debe ser sacar provecho de conversión y amor, que nos sirva para ser mejores y, con ello, para mejor acompañar a Jesús de Nazaret en su sublime recorrido de amor y salvación. Es la semilla que hemos obtenido hoy de nuestra Eucaristía y que debemos plantar en nuestros corazones… Estamos en Cuaresma…
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