Tercer domingo del Tiempo Ordinario
Monición de entrada:
Hermanos, estamos en el momento oportuno para darle dirección a nuestra vida. Unos solamente necesitan ajustes menores, otros cambios más profundos y por último, los que requerimos cambios radicales. Las lecturas de hoy nos ofrecen una guía que puede servirnos para fijar un camino que nos lleve a ese encuentro con el Señor. Hagamos un alto en el ajetreo de la vida diaria y busquemos nuevos rumbos con la ayuda del Espíritu Santo, para lograr ese encuentro con Cristo. De pie, por favor, para recibir al celebrante con el cántico de entrada.
Primera lectura: Jonás 3. 5-10 (Los ninivitas se convirtieron de su mala vida)
Hoy, el profeta Jonás nos dice cuan efectivo es el mensaje de Dios cuando un pueblo (Ninive) reconoce su vida de pecado. Su conversión se logra porque hubo verdadero arrepentimiento y el Señor fue piadoso con su pueblo, como puede serlo con nosotros, si nos reconocemos pecadores y buscamos su perdón. Escuchemos
Segunda lectura: 1 Cor 7, 29-31 (La escena de este mundo se termina)
Cuantas veces nos encontramos muy ocupados con las cosas de este mundo. San Pablo nos dice que todo esto es pasajero, que todo termina y nos invita a darle más atención a las cosas que trascienden nuestra vida, a las cosas del cielo. Se nos invita a que nos evaluemos y prestemos mucha atención a la gran preocupación de Pablo.
Tercera lectura: Marcos 1. 14-20 (Conviértanse y crean el Evangelio)
San Marcos en su evangelio quiere despertar en el cristiano una inquietud, un deseo de conocer a Cristo. Le habla de conversión, creer, y la buena nueva. Nos hace el llamado a conocer estas tres expresiones y concluye con el inicio de la confección del equipo de trabajo que acompañaría a Jesús en sus predicas hacia el camino de salvación. Todavía hoy estamos a tiempo para formar parte de esa fuerza que mueve al mundo hacia una vida mejor. De pie para escuchar el santo evangelio.
Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: Señor, muéstrame tus caminos
1. Por la Iglesia, el Papa, obispos, sacerdotes, diáconos y laicos comprometidos, para que reaviven su esfuerzo de llevar la buena nueva a todos los pueblos. Roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de todas las naciones, pero en particular la nuestra, para que cuide de su pueblo y lo gobierne con honestidad y justicia. Roguemos al Señor.
3. Por los que no tienen nada y que dependen de la ayuda que otros puedan ofrecerle, para que ellos también gocen de la presencia del Señor en la mano amiga que el buen cristiano ofrece. Roguemos al Señor.
4. Por nuestros jóvenes, para que perseveren en la fe y adelanten su camino ocupando posiciones de vanguardia en el anuncio de la buena nueva. Roguemos al Señor.
5. Por los padres y madres, para que enseñen a sus hijos que hay algo más de lo que ven nuestros ojos, ese algo adicional es Cristo. Roguemos al Señor
Exhortación final
Bendito seas, Señor Jesús, porque hoy nos invitas
a optar contigo por la espléndida aventura del reino de Dios,
Éste es el camino más rápido y directo para la plenitud
como personas y para una fecunda mayoría de edad cristiana.
Haz que tu amor desbordante y el momento decisivo que vivimos
nos motiven para crecer más y más como personas y cristianos.
Conviértenos, Señor, a los valores perennes de tu reino:
verdad y vida, santidad y gracia, justicia, amor y paz,
Y concédenos el espíritu joven del Evangelio para amar más,
para empezar la vida cada mañana, para hacer efectiva la plegaria
incombustible del padrenuestro: Venga a nosotros tu reino.
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