Evangelio para niños
Jesús enseña en Cafarnaún - Marcos 1, 21-28
Llegó Jesús a Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su enseñanza, porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad. Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: - ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios. Jesús lo increpó: - Cállate y sal de él. El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos: - ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen. Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca de Galilea.
Explicación
En tiempos de Jesús cuando alguien padecía una enfermedad o tenía el corazón lleno de mala intención se decía de él o de ella: tiene dentro un “mal espíritu”. El evangelio de hoy presenta a Jesús tan lleno de bondad que es capaz de vencer todo mal y librar de ese espíritu malo a quien lo padece. De este modo, la fuerza de Jesús expulsó el mal de aquél hombre que quedó como nuevo y curado, por la intervención de Jesús en su vida.
Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
NARRADOR: Llegó Jesús a una ciudad de Galilea llamada Cafarnaum. Iba acompañado de Pedro y otros discípulos y decidieron entrar en la Sinagoga a escuchar la lectura de las Sagrada Escrituras. Veréis qué sucedió.
JUDÍO 1: ¡Bienvenido, Jesús! ¿Quieres leer tú los libros sagrados? Nos gusta mucho escucharte.
JUDÍO 2: ¡Es verdad! Y entendemos muy bien tus explicaciones sobre ellos.
NARRADOR: Pedro interviene y dice con voz fuerte:
PEDRO: Jesús explica con autoridad y no dando vueltas y rodeos como los letrados.
JUDÍO 1: Es que los letrados se creen muy listos y meten la pata a menudo.
JUDÍO 2: A mí los letrados me caen mal, porque dicen una cosa y hacen otra. Pero escuchemos a Jesús.
JESÚS: "Habló Moisés al pueblo diciendo: El Señor, tu Dios te enviará un profeta como yo de entre tus hermanos. A él le escucharéis"
NARRADOR: Había entre los presentes un hombre que tenía un espíritu inmundo que se puso a gritar:
ENDEMONIADO: ¿No me digas que tú eres ese profeta?
PEDRO: ¿Por qué hablas así a mi maestro?
ENDEMONIADO: ¡No me da la gana! Ha venido a fastidiaros. Dice que es el Santo de Dios, pero es un "loco", un "loco".
JESÚS: No lo digo yo, es Moisés quien lo dice.
ENDEMONIADO: ¡Burro, tonto, "loco"!
PEDRO: ¡Maestro, dile que se calle!
JESÚS: No está hablando él, Pedro, es un espíritu inmundo el que habla por su boca. ¡Cállate y sal de ese hombre!
NARRADOR: El endemoniado curado por Jesús le dice.
ENDEMONIADO: ¡Maestro!
JUDÍO 2: ¡Qué milagro acabamos de ver!
JUDÍO 1: ¡Hasta los espíritus inmundos le obedecen!
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
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