Inicial.
Cada domingo nos reunimos como creyentes en Cristo, para celebrar juntos la Eucaristía, memorial de su muerte y resurrección.
En esta celebración semanal de la Pascua, Jesús nos reúne como hermanos, se hace presente en medio de nosotros, nos dirige su palabra y se nos da como alimento.
Hoy, su palabra es una llamada a vivir la coherencia, el servicio y la fraternidad entre hermanos, porque uno sólo es el Maestro y el Señor.
Primera Lectura.
El profeta Malaquías advierte a los sacerdotes del pueblo judío, que deben ser honrados en el trato, puesto que todos somos iguales ante Dios, creador y Señor nuestro.
Segunda Lectura.
San Pablo nos recuerda la eficacia de la palabra de Dios, que él predica con desprendimiento y con afecto para con los fieles.
Evangelio.
Escuchamos las palabras de Jesús sobre los fariseos. Son un aviso para todos nosotros, a fin de que no busquemos sólo el aparecer como buenos, sino que lo seamos realmente.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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