02 noviembre 2023

Evangelio dialogado para niños domingo 5 de noviembre

 

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

Jesús: Amigos míos: en la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos. Haced y cumplid lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen.

Discípulo 1: ¿Y eso, por qué, Maestro? 

Jesús: Porque ellos no hacen lo que dicen. 

Discípulo 2: ¿Qué es lo que hacen ellos? 

Jesús: Ponen cargas pesadas e insoportables y se las cargan a la gente en los hombros; pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. 

Discípulo 1: Entonces...¿Para qué hacen todas esas cosas que les vemos hacer? 

Jesús: Todo lo que hacen es para que los vea la gente. 

Discípulo 2: ¿Para eso alargan sus rosarios? 

Jesús: Sí, para eso. 

Discípulo 1: ¿Y por eso ensanchan las franjas del manto? Jesús: Claro. 

Discípulo 2: ¿Y para eso buscan los primeros puestos en los banquetes y fiestas? 

Jesús: Naturalmente. 

Discípulo 1: Maestro, ¿es esa la razón de que ocupen siempre los asientos de honor en las sinagogas? 

Jesús: ¿No lo sabíais? 

Discípulo 2: ¡Claro que no! ¡Qué sinvergüenzas! 

Discípulo 1: Ahora comprendo lo que les gusta: que todos les hagamos reverencias por la calle y les llamemos “maestro”. 

Discípulo 2: ¿Qué tenemos que hacer nosotros, Jesús? 

Jesús: Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar Maestro. 

Discípulo 1: ¿Y eso por qué? 

Jesús: Porque uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. 

Discípulo 2: Pues que nos llamen “padre” está muy bien, ¿eh? 

Jesús: ¡No! No llaméis “padre” vuestro a nadie en la tierra. Porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. 

Discípulo 1: ¡Ya lo tengo, ya lo entiendo! Pueden llamarnos jefes. 

Jesús: Tampoco. No os dejéis llamar jefes, pues uno solo es vuestro Señor, Cristo 

Discípulo 2: Entonces... ¿cómo debemos actuar? 

Jesús: El primero entre vosotros será vuestro servidor. 

Discípulo 1: ¿y eso por qué? 

Jesús: Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humille será enaltecido.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández

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